Contigo
Capítulo 7

Capítulo 7:

POV: Alonzo.

Rita y los demás hicieron planes para ir a mi casa a pasar el rato así que me apresuro para llegar antes que ellos y tener todo listo, tomo una ducha rápida y cuando voy de salida veo a Mónica en el pasillo de los vestidores perdida en el celular y con su bolsa de gimnasio en el hombro.

Me acerco a ella, levanta la vista al notar mi presencia y sus hermosos ojos azules se conectan con los míos, podría ahogarme en ellos.

Le pregunto por qué viene todos los viernes a la práctica con la esperanza que diga que viene a verme a mí, como todas las demás chicas de la escuela, pero me desilusionó un poco que dijera que viene porque ella también tiene práctica con el equipo de vóleibol.

Es una lástima que ellas practiquen en el gimnasio y nosotros en el campo, es un deleite verla con su uniforme.

Tomo su bolso y ella me sigue, íbamos «discutiendo» por él, pero Rita grita mi nombre llamando la atención de ambos, se comporta empalagosa y le digo que pueden irse que voy a ir a tomar un helado con Mónica.

Sé que Rita está furiosa, se le nota en el rostro, pero no planeo discutir con ella.

Tomo a Mónica de la mano y la llevó hasta dónde está mi auto, tiro su bolsa y la mía en el asiento trasero y abro la puerta del acompañante para que ella entre, pero la muy terca se niega, nunca se había negado a lo que yo le pido.

La acorralo entre mi auto y yo, acarició su perfecto rostro, nuestros ojos se conectan, veo sus labios, muero por probarlos. Me acerco con cuidado a ella, la he visto darle una paliza a los hombres que se le acercan antes así que no quiero asustarla.

Cuando estoy a punto de probar esos carnosos labios rojos su teléfono suena, me aparta un poco con la mano empujando mi pecho y contesta, al parecer es su amiga, y para mí sorpresa Mónica le dice a su amiga que no la esperen que tiene algo que hacer.

No pude evitar sonreír, sabía que ninguna se resiste a mí, pero me vuelve a sorprender y me exige que le explique mi comportamiento, le digo que primero iremos por el helado, la invito a subir al auto y ella accede.

Mientras conduzco voy concentrado en el camino.

Mientras suena la música en el auto, voy pensando en el por qué de mi comportamiento con ella, ni siquiera yo sé por qué me comportó así, es tan extraño.

Llegamos a una heladería cerca de la escuela, entramos, pedimos nuestros helados y la invito a tomar asiento.

“¿Ahora si vas a decirme que sucede?”, pregunta con el ceño fruncido.

“No sucede nada, solo me dieron ganas de tomar un helado contigo”

“Tú y yo ni siquiera somos amigos, dejaste claro hace años que yo era una mocosa y no querías seguir jugando conmigo”

“He dicho muchas cosas estúpidas en mi vida, ahora quiero volver a ser tu amigo”

“Eres extraño”

Me miró muy seria mientras lamía su helado.

‘Como quisiera yo en este momento ser ese helado, diablos ¿Qué pasa por mi mente?’

“¿Qué ves?”

“¡Oh! Nada”

“Como sea, no puedo ser tu amiga, me mataran en la escuela, es mejor mantenerte lo más lejos posible”

No pude evitar reír.

“Tengo varias amigas mujeres Mónica”

Me he acostado con todas, pero eso ella no lo sabe.

“Sí, y al parecer todas locas, yo paso, si no tienes nada más que decir, adiós”

La tomé de la mano cuando intento irse, chocando su cuerpo al mío, noté que había helado en la comisura de sus labios y lo lamí.

Ella se puso rígida por mi acción, simplemente no reaccionó así que seguí.

La besé, al principio fui lento, solo probando el dulce sabor de sus labios, puse una mano en su pequeña cintura y la otra en su espalda para pegar más su delicado cuerpo al mío.

Ella correspondió al beso, pero después me empujó y me dio una cachetada lo que me dejó sorprendido, me miró con el ceño fruncido y se fue del lugar.

‘Maldición, sí que tiene fuerza, me dolió’

POV: Mónica

No puedo creer que Alonzo se haya atrevido a besarme, al principio me quedé helada, pero no me pude resistir. Después reaccione cuando sus palabras hicieron eco en mi mente «quiero volver a ser tu amigo”

Hay un rumor en la escuela donde dicen que Alonzo tiene muchas «amigas”, así les dice a las chicas con las que sale y yo no estoy dispuesta a ser su amiga con beneficios, se equivocó si cree que soy como las demás.

Reacciono, lo apartó y le doy una cachetada, hasta yo me sorprendí de la fuerza con la que le pegué, aproveché el momento y salí del lugar.

Busque con la mirada a Joseph, aunque no lo vea ni le preste atención sé que siempre está alrededor.

El auto negro se paró frente a mí y me disponía a subir cuando alguien tomo mi muñeca, vi a Alonzo.

“¿A dónde vas?”, preguntó en tono serio.

“Tú y yo no tenemos nada más que hablar, no estoy interesada en ser tu amiga»

“Mónica”

Joseph salió del auto y se paró a mi lado haciendo que Alonzo detenga sus palabras.

Joseph lo conoce así que lo saludo.

“Joven Spencer”

“Estoy hablando con ella”, le dijo de forma brusca lo que me molesto.

“No, tú y yo no estamos hablando”

Me solté de su agarre, Joseph abrió la puerta del auto y yo subí, dejando a Alonzo ahí.

Iba viendo por la ventana cuando Joseph habló:

“Supongo que vamos a casa”

“Supones bien, que alguien vaya por mi auto por favor, lo deje en la escuela”

“Ya me encargué de eso Mónica, lindo golpe le diste a Spencer”

Mire a Joseph por el retrovisor y tenía una sonrisa burlesca en el rostro, lo que me hizo sonreír también.

“Él se lo busco”

“Debió doler mucho pequeña”

“Mi guardaespaldas me enseñó a defenderme para cuando él no esté cerca”

“Eres buena alumna pequeña saltamontes”

“Siempre”

Mi humor mejoró, Joseph me trata como a una hija, ha estado a mi lado desde que tengo memoria, es el encargado de mi seguridad, podría decirse que pasó más tiempo con él que con papá.

Él es casado y tiene dos niños pequeños a los que adoro, es un padre genial.

Me da un poco de pesar que tenga que dejar solos a sus hijos por tener que estar detrás mío, pero el dice que le encanta su trabajo porque no suelo dar problemas.

Me molesta que Alonzo crea que soy la clase de chica que él frecuenta, es cierto que lo encuentro atractivo, pero no soy cualquiera, se lo que valgo y no voy a andar por la calle de la amargura peleando por su atención como todas en la escuela.

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