Casi perfecta -
Capítulo 9
Capítulo 9:
Él pudo sentir el corazón desde allí es como si solo el cerrar los ojos ese momento se convirtiera en la tormenta perfecta.
El no quería decir nada.
“Solo dime que jamás me has mentido, que todo lo que me han dicho de ti no es así”, la voz de Luz era suave.
Él respira hondo, ahora era cuando debía debatir si mentir de nuevo o empezar de cero con Luz.
Esa noche los miedos de los dos estaban allí mirándose frente a frente, él sabía que todo está en juego, pero por más que la quisiera a su lado, el estar cerca era estar más lejos de lo que ahora era importante, él no se esperó sentir eso, él no esperaba sentir nada.
Era venganza y así debía ser, pero la magia de la vida y de sus ojos lo confundió y sin que lo pudiera evitar, se enamoró.
“Si te dijeron que he matado, si es así, si te dijeron que puedo llegar a los más profundos de la crueldad, si, es verdad”.
Él solo se detuvo para ver su reacción.
“Entonces admites que tu meta era lastimarme, ¿Qué pretendías que no recordara nunca más?”.
Ella se aleja un poco de él y la tormenta se intensifica al punto que la luz se va.
“Tú te enamoraste de mí, ¿Verdad?”.
La pregunta tomó por sorpresa a Luz.
“Eso, eso era tu gran plan, que yo ahora esté aquí, era previsto que casi… no creo que puedas sostener esto. Sé qué quizás antes de conocerme tu cabeza pretendía otra cosa pero… pero después de todo aún…”.
“¡¿De todo?! ¡¿Qué es todo?! Unos besos y unos días en los cuales deje que consideras alguien que no soy, no soy esto. Yo soy el que viste en la camioneta, yo soy el que corre, el que atrapa, el que mata, ese soy yo y jure que Ihlar pagaría y lo hará”.
El llanto de rabia de Luz se podía escuchar en toda la casa. Los ojos llorosos y rojos de Luz lo miraron fijamente.
“No dejaré que ganes. Volví porque quería escuchar de tu boca que era mentira que si me amabas, pero no. no veo amor en nada de lo que dices, pero algo sí te voy a jurar, me verás tan feliz, tan feliz que quieras ser tú el que logre en mí y si quieres ver el lado oscuro, genial te ayudaré a que cada día te arrepientas”.
Luz lo miró y limpio sus lágrimas.
“Porque yo si era casi perfecta para ti”, le dijo Luz.
Luz se marcha y sube las escaleras, toma el móvil y llama para que vengan por ella, pero no debían esperar mucho, Ihlar siempre estuvo fuera.
Al llegar a la puerta y al tomar el pestillo, la voz de Karim la congela.
“Quédate, quédate”.
Ella cierra sus ojos.
“Solo dilo, dilo una vez si quieres que me quede”, respondió sin mirarlo.
Luz en sus entrañas solo rogaba que no lo dijera, pero un gran relámpago se hizo presente en el cielo y se pudo escuchar fuerte y claro:
“Te amo”.
El pecho de Luz se estaba quebrantado en mil pedazos, ella fue allí solo para saber hasta dónde llegaba los escrúpulos de Karim, jamás fue su intención quedarse, pero si quería sentir como era engañar tan de cerca.
El golpe de su labio si fue Ihlar, ella misma al correr lejos del callo y tuvo un golpe en el cual sin que nadie aún supiera, recordó todo.
Pero por más que quisiera decirle que no lo haga que él era peligroso, ella vio un Karim que nadie conocía, ella no podía creer las cosas que le dijeron de él.
Sabía que si decía que recordó todo su vida volverá a la normalidad, solo que pasaba algo ella ya no quería su vida normal, ya que para los que todo era normal ahora ella sabía que siempre fue una vida vacía.
Ella salió por esa puerta ignorando mis palabras parecía un juego macabro el solo hecho de saber lo que me costó decirlo la hacía triunfante.
¿Si corrí detrás de ella?
No, no lo hice, dejé que mi terquedad la alejara.
Que le podía dar si ni yo sé que soy capaz de dar.
Esa noche sentí y eso me hizo débil y me enoja saber que me deje enfatizar cómo mi amigo casi igual a él caí en las redes de sus ojos
Pero quedaría en el pasado, solo fue eso un momento.
…
2 semanas después
Mi padre está del otro lado del país pero hoy hay junta de accionistas y quiere que esté presente como él dijo.
Una cabeza de mando debe haber ya que los Kolis no aparecen por la empresa desde que se realizó la función.
Mi padre, no como una automotora, como una forma relajante de decir para hacer crecer el negocio automotriz sino que es una buena manera de camuflar los negocios de la familia.
Si preguntan por ella no he sabido de nada
Hace unos días llegue de Panamá que es de donde en verdad debía ocupar mi cabeza y no he pensado en ella.
Creo que el no verla más me ayudara que mi foco no se pierda, y de seguro seguirá con sus planes su boda y todo lo que implica esta estupidez.
Mi vida es simple no sé qué tenía la vida planeado en complicarla esos días pero no la deje.
Llegó a la empresa y subo el elevador, es algo que me gusta. Solo un ataúd perfecto pero de metal.
Al salir voy a la oficina de mi padre, una mujer hermosa en la zona de recibimiento.
“¿Señor en qué puedo ayudarle?”.
“En muchas cosas pero soy el hijo de Antonio tu jefe y vengo a la junta de socios”.
“Si señor es por aquí pero la junta aún no comienza solo…”.
“Dime por donde”.
La chica sale detrás de su mostrador, comienza caminar al final del pasillo y la sigo.
Coloco mis gafas en mi bolsillo de mi chaqueta de cuero y miro mi móvil. Solo faltan 10 minutos para la hora, tendrían que ya estar todos.
Ella se para fuera y me dice que esa es la puerta y al abrirla lo que veo no me lo esperaba. Ihlar está tomando bruscamente a nada más y nada menos que Luz.
Al percatarse que estoy allí, el me mira con furia más que nada y ella solo me da la espalda.
“¿Qué haces aquí?”, pregunta.
Me siento en una de las sillas y no respondo.
“No debes estar aquí Wo…”.
“Yo soy el dueño de la mitad, no sé si lo recuerdas”, le digo.
“Como no lo voy a recordar si vendiste la libertad de mi futura esposa”.
Veo como Luz pasa por su lado y él la tomó del antebrazo.
“Tú te quedas”, le dice.
Ella no dice nada pero esquiva mi mirada, aprieto mi mandíbula pero trato de disimular que siento ganas de saltar y cortarle el cuello solo por tomarla así.
“Tu papá no pudo con tanto trabajo y mandó al hijo asesino. Mira que matar aquí no es tan fácil. “
Sonrió con ironía y sacó mi móvil.
“Si crees que te dejare ganas n o ser así no lo deja antes ahora mucho menos recuperare mi empresa y…”.
“O sea que ella siempre fue un juego para ti. Mira que hermoso es el amor. Otra cosa aun es tu prometida, estas lento amigo, si estuviera conmigo ya será muy mía, solo mía”.
Fue allí donde Luz se levantó y por primera vez me miró fijo.
“Jamás fui ni seré tuya”, dijo.
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