Casi perfecta -
Capítulo 7
Capítulo 7:
Luz sale de la cama y se mete en el baño. Ya falta poco para que lleguen a las cabañas solo que sin saber cómo, siento algo extraño.
Minutos después sale del baño y no va hacia la cama sino que toma una manta y se retira de la habitación.
Me quedo en la cama pero algo me expulsa de ella para ir donde este.
La veo sentada mirando las estrellas, llegó sin hacer ruido y me siento a su lado.
“¿Qué pasa?”, le pregunto.
Ella limpia sus lágrimas.
“Nada es algo que no tengo ganas de contarte”, responde.
Me enoja. Siento que si me oculta algo estoy en desventaja.
“Recordaste algo con la pesadilla”.
“No”, responde cortante.
Ella me mira, su mirada es de duda.
“¿Qué pasa si te digo que sí recordé algo?”, pregunta.
Mi pecho se aprieta. Ahora sí, esto no lo esperaba tan pronto
“Nada, que va pasar”. Mi respuesta es segura.
“Recordé lo mucho que me haces enojar y lo idiota que eres en momentos así”.
“Eso es algo que lo crees tú”.
“Si estamos huyendo, ¿Por cuánto será? Porque no puedo huir siempre, tengo gente que me ama lo sabes”, dijo.
“Si, ¿Cómo quién?”, le pregunto.
Me enoja el saber que necesita de alguien más.
“Mi madre, quiero verla, la necesito”, responde.
Si hay algo con lo que no contaba es con que su familia es esa familia y la necesita.
Quizás es momento de decirle la verdad. Pero algo en mi me detiene para que esto se termine así y ahora.
“Al llegar quiero llamarla”, continuó diciendo.
“Está bien, lo harás”.
Pienso rápido que mi mente funciona mejor cuando se trata de crear salidas de escape y sé que la que tengo no será menos.
“Te dejaré sola”
Ella me tomó de la camiseta y no me dejó levantarme.
“¿Qué fue lo que me volvió loca? Recuérdalo porque te juro que me duele más tu rechazó que el no recordar nada”.
Están muy cerca uno del otro y sus labios son una mala jugada.
Sé que en este juego no ganare jamás y por eso prefiero estar así distante, frio mi vida y la de ella no pueden juntarse jamás.
“No es rechazo, no quiero forzar nada y…”, le digo.
“Y lo del mar fue forzado yo te obligue porque parecías muy complacido”, me dice interrumpiendo.
“No es así, solo que…”.
Fue allí donde sus palabras por primera vez fueron duras, crueles y muy parecidas a las mías.
“Quiero que al llegar, me des un tiempo. Iré con mi madre, pensaré y me cuidare pero solo quiero estar lejos de ti”.
“No”, respondo.
“Si, yo no te recordare pero me conoces bien y si es algo que no soy es mentirosa. Me iré quiero descansar son muchas cosas que…”.
“Entonces algo recordaste dime, ¿Que fue?”, le interrumpo.
“No importa solo…”.
La tomo del brazo y cuando voy a preguntar que recordó las luces del puerto me alertan que ya hemos llegado.
“No te dejaré ir, eso lo debes tener claro y si recordaste perfecto”
Ella se para y se suelta de mí.
“¿Qué es lo perfecto?”, pregunta.
“Que me da igual lo que sea que pase, ahora estás conmigo y no dejare que te marches y si lo tomas como que estás conmigo a la fuerza genial, que así sea”.
“Estas loco, lo sabes”
“Dime que recordaste”.
“No te lo diré”
“¡Dímelo Luz!”, le gritó.
“¡No!”
“¡Dímelo ahora! “
Me acerco a ella a una distancia de que mis puños queden a un lado de mi cuerpo.
“Recordé como hacía el amor con otro. ¿Satisfecho?”, le responde.
Su rostro enrojecido muy cerca del mío me indico solo una cosa, ella lo está recordando y si esto sigue así recordará una cosa más que es el al que ama y no a mí.
Llegando al muelle, Luz luego de esas palabras se quedó sola mientras Karim se alejaba de ella, no era necesario decir nada más, en su mente ella le había roto el corazón, lo que no sabía era que la que terminaría con el corazón roto… sería ella…
“Levántate, llegamos”, su tono enojado era notorio, lo que Karim no comprendía era por qué.
Si él lo tenía todo planeado y sus sentimientos bien guardados le afectaban tanto que los recuerdos de ella volverían.
Al bajar, él deja el barco amarrado y toma el bolso de ella y el suyo en un auto que está esperándolos con guardias cerca de él.
“Bienvenido señor”.
“¿La casa está lista?”, preguntó.
“Si señor”.
Él estaba yendo hacia su auto cuando voltea y ve la mirada de ella, sus ojos confusos evitan sus ojos mirando hacia otro lado, las miradas de todos se dirigen allí, lo que la dejo totalmente inmóvil fue verlo a él… el hombre de sus sueños.
“¡Mi%rda!”, se escucha decir a Krim y él corre hacia ella, ella no reacciona.
Él intenta tomar su mano, pero esta lo impide.
En cuestión de segundos más de 20 hombres lo apuntan a él y a sus guaridas, está totalmente rodeado.
“¡Aléjate de ella!”, le grita Inhar mientras camina hacia ellos
“Luz, mírame, mírame Luz…”.
“Dime que…”.
“No importa lo que digan solo…”.
Ella lo miró fijamente a los ojos, esperando que al fin esas palabras pudieran ser dichas.
Pero no fue así.
Dos hombres lo tomaron de los brazos quitándole su movilidad y lo pusieron de rodillas al colocar una pistola en su frente.
“¡Juré matarte! “
Ihlar lo tenía de frente a él. A la persona que le robó lo que él más amaba durante todo este tiempo.
“¡Ten el valor! Vamos… hazlo ahora, delante de ella, porque si no me matas… sabes que volveré por ti”.
“¡Ihlar!”
La voz del padre de Karim se escucha mientras llega ante una confundida y temerosa Luz.
De repente un auto frena y la madre de Luz sale a encontrarse con su hija.
“Suéltalo, tenemos un trato Ihlar”.
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