Casi perfecta
Capítulo 33

Capítulo 33:

“No sé por qué no es tu idea que nos veamos, pero debía venir antes que…”

Ella me mira y no dice nada, pero sé que es por él que está aquí.

Pasamos a la casa.

Emma va a su rincón, pero antes de que llegue, la tomo para que se lave las manos y la cara, ya que viene de la calle.

“Toma asiento, si quieres. Pon agua en la jarra para tomar un café. Ya vuelvo”, ella algo dudosa me dice que sí y va hacia la cocina, y yo hacia la recámara de Emma.

Lavo sus manos y su cara, mientras mi mente piensa en todo menos en que mi hija esté limpia. Es obvio que debía estar un momento sola, esto no me lo esperaba.

Dejo ya limpia a Emma, respiro hondo y lavo mi cara para estar despierto para lo que se viene y para que de mi boca no salgan palabras equivocadas.

Voy, tomo a Emma.

“Ve a jugar, que más tarde comenzamos, ¿Ok?”

Ella me dice que sí con la cabeza.

Tiene dos años, pero es muy inteligente.

Llego a la cocina.

Ella está buscando en los estantes y cajones.

“Hola, es que busco las cucharas y v…”

“No, solo hay grandes. Evito cosas pequeñas, es que con Emma no puedes perder de vista ni las cucharas pequeñas”.

“Ok, solo usaremos las grandes”, se le ve nerviosa y yo lo estaría, claro que sí.

“Nos sentamos mientras está el café y hablamos. Creo que es mejor si somos directas”.

“Traté de no ser tan dura, pero eso vino”.

“Sí, perfecto”, ella se dirige a la sala y voy tras de ella, nos sentamos una frente a la otra.

“Me da gusto verte. Dos años es mucho tiempo y seguro tu madre te lo dio. Te busqué, quería verte, saber de ti. Ella solo me decía lo justo y necesario y te necesité mucho, Luz”.

“Lo imagino, yo igual, pero sabías que era mejor así. Debía dejar eso atrás, y si estás aquí porque el padre de… de Karim murió, te puedo decir que para mí eso no cambia nada”.

Me costó hasta decir su nombre.

“Lo sé, pero para nosotros lo cambia todo. Quizás no lo sepas y no tienes por qué saberlo, pero tu madre, yo y el mismo Karim queremos que estés en nuestras vidas”.

“Yo vine a hablar por él y por ti. Por cierto, los felicito por su pareja”, ella abrió sus ojos y pensó que no lo sabía.

“No, eso tiene una explicación. Él… esto es muy reciente y puede determinar. Yo no quise que pase así, pero…”

“¿No lo amas? Porque si dices que lo dejarías, que si yo te lo pido, nada de lo que pasó importaría. Es porque no lo amas. Pero sabes que tu nerviosismo, tus manos sudadas y cómo tu cuerpo se tensó me dice que sí, que lo más y que, como mujeres grandes que somos, ya todo está muy claro entre ustedes, ¿Verdad?”

“Luz, no sé qué decir. No quiero perderte. No podría hacer esto si tú me lo pides, si lo dejarías. Yo te prefiero a ti y si…”

“¿Si qué?”

“Si lo amo”, pensé que lo podía manejar, pero o mi corazón se está prendiendo fuego y las cenizas se me metieron en los ojos.

Ya no puedo mentirme más, ella lo ama. Ella, al ver mis lágrimas, viene hacia mí y se arrodilla y toma mi mano.

“Perdóname, te juro que no quise, perdóname…”

“Párate, Anna”, la levanto y la siento a mi lado. De verdad, esto está pasando ahora.

“Anna, yo me fui, yo dejé esa vida. Yo no lo elegí, pero antes de eso, él no me eligió a mí. Y si ahora él y tú se aman, está bien. Yo soy pasado”.

“Ella, sin dejar de llorar, no dice nada, solo mueve su cabeza diciendo que no”.

“Mira, yo tengo mi vida con Emma y, la verdad, no necesito nada más. Por mi parte, no es importante, Karim”.

Ella levanta su vista.

“Emma es su hija, Luz. Eso no borra ni el tiempo ni que te alejes”.

Sé que me arrepentiré de esto, pero lo haré si de verdad quiero terminar con esto, debo hacerlo.

“Emma nació antes de lo que pensé y fue allí donde supe que no era hija de Karim”.

Dios, por favor, perdóname por esto.

…

El elevador se abre y es allí donde llego al apartamento.

Al llegar desde el pueblo, me quedé en un hotel después del incendio, es la primera vez que vuelvo aquí.

Me quedo recordando todo lo que pasa aquí hasta que llega Ihlar.

“¿Qué tienes en mente? Si quieres, lo saco a golpes ya mismo”.

No quiero eso, no estoy en posición de nada.

No sé cómo manejarlo.

Solo sabía que debía enfrentarlo.

“No, yo haré algo mejor”.

Miro el elevador y está subiendo.

Cuando marca el piso, tomo la cara de Ihlar y lo beso.

Mis labios se pegan a los suyos.

Su mano, dudosa pero concreta, me toma de la cintura, apretándome contra él. Mis manos van a su nuca para que nuestras lenguas jueguen un juego muy peligroso.

Me suelto de Ihlar y el elevador está cerrándose. Creo que ahora todo está muy claro, más que claro.

“Lo siento, es que si no hacía algo así, esto se complicaba y no quería, pero…”

“No me expliques, sé que solo fue para alejarlo a él. Y si quieres usarme, está bien. Solo quiero estar para ti”.

Me siento en el sillón, pongo mi rostro en mis manos. Qué locura estoy haciendo, no puedo ponerme así, siento que se me cierra el pecho.

“Toma”.

Él me da un vaso con whisky, creo que es, y lo tomo de un trago.

“Tranquila, sé que no es fácil”.

“Debo volver al pueblo. Me voy solo, disculpa y…”

Cuando me voy a levantar, él me toma de la mano.

“Yo te llevo al hotel, tomas tus cosas y te acompaño al pueblo”.

“No, solo llévame al aeropuerto. No quiero hacer más estupideces. Ahora quiero estar sola”.

“Está bien”.

Salgo de allí, él está a mi lado, pero me da igual. No pensaría en nada serio con él. Creo que hay cosas que las personas no pueden borrar, por más que él ahora diga lo que ya no es. Yo recuerdo lo que sí fue conmigo, y eso basta.

Subo al auto de él y nos encaminamos al hotel. Pensé que Karim podría hacer un escándalo, pero no, se marchó en cuanto nos vio.

Creo que él sabe muy bien que esto terminó. Él ahora está con Anna, y eso está bien para los dos. Debe estar bien para los dos.

…

Horas después…

Ya vamos de camino a casa, solo falta poco para llegar y ver a mi hija. Es lo único que quiero. Nunca la dejé, pero solo era unas horas. No la dejaría mucho, y sé que mi madre la cuidaría muy bien.

“¿Estás enojada con Anna por lo de Karim?”

“Sí, digo lo que siento, me sonará una m!erda”.

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