Casi perfecta -
Capítulo 13
Capítulo 13:
Al día siguiente me levanto con un mensaje de mi madre que me espera. Me baño rápido, me visto y con el pelo aun mojado salgo.
No sé por qué me dormí de ese modo, casi no me despierto.
No pude hacer la maleta Lugo iré a casa, aunque recuerdo que en las ca de mi madre tengo algunas cosas.
Conduzco, el viento de la mañana me gusta pero a medida que me adentro en el la aparta de la ciudad ya más yendo a la zona de capo el aire es mejor el aroma a pasto mojado es algo realmente riquísimo.
Llego y bajo rápido, mi madre está casi en la puerta.
“Hija casi me voy sola”
Lo dice pero sabe que sola no iría a ninguna parte.
“Si seguro, voy por un poco de agua y salgo”.
Tengo mucha sed me cargare la botella y saldré. Cargo el agua y me subo para conducir a la clínica.
“Bueno ahora estaremos bien dime cuánto tiempo lleva esto”.
Ella ya me lo ha dicho pero de todas maneras no me gusta pero sé que para su autoestima será bueno, hay cosas que ella debe sanar y sin mí.
“Se supone que debo desintoxicarme según ellos los medicamentos que encontraron en mi sangre no son los que figuran el en avance”.
“Yo te lo dije madre algo no está bien”.
Conduzco y trato de no alterar me.
“Sabes, no pensé que sería capaz de tanto, pero así fue ahora luego que deje todo eso de mi cuerpo vemos que sigue”.
“¿Y puedo visitarte?”
Ella quedara en la clínica.
“No, dicen que la primer semana no, luego si, ya si está todo bien puedes”.
“Yo igual estaré en la casa debo arreglar unas cosas y… “
Mi madre me detiene.
“No me expliques, es tu casa Luz”.
Tomo agua con tal desesperación, el semáforo ya está por cambiar.
“¿Hija estas bien?”, me pregunta y no la miro por que conduzco.
“Si madre claro. Es que me dormí demasiado, creo que estoy mal del estómago”.
Desde hace días no me siento bien pero no sé lo diré.
“Si, debe ser porque estas pálida”.
“Si, luego tomo algo. Tú no te preocupes”.
Llegamos a la clínica y la acompaño en todo lo que puedo. Llego el momento de despedirme, trato de no llorar que ella me vea fuerte.
Pero no quiero estar sola y sin ella es como me siento.
Cundo mi padre murió muchas cosas salieron a la luz y sé que muchas más saldrán.
Él fue el que casi me obligó a casarme con Ihlar, se supone que cuidaría de mí y mi madre como nadie.
Solo que mi madre después de unos años aquí comenzó a tomar medicación para la ansiedad, depresión, migraña, todo esto al morir mi padre lo dejo de lado, casi sin darse cuenta ya que debía apoyarme y cuidar de mí.
Y un día se descompensó.
Pensado que la falta de medicamentos era lo que lo causo se descubrió un componente. Lo sabemos porque su organismo se descompenso por eso.
Fue allí donde ella comenzó a investigar y supo que mi padre la drogo todo este tiempo para que ella se sintiera así de inútil como para no dejarlo.
En mi inocencia no podía pensar que tanta maldad pasará en él, pero mi madre un día me dijo que no todo amor es bueno.
Los médicos le indicaron un tratamiento y me pareció justo que ahora sea yo la que cuide de ella y por eso tener a Ihlar en mi vida es en parte lo seguro.
Amor quizás si lo sea, solo sé que ahora lo verdadero es él. Lo demás solo fue y es una mentira.
Las mentiras de Karim ya quedan atrás eso, ya no estará en mi vida.
Me subo al auto, iré donde mi madre comeré algo.
Mirare si tengo algo allí cuando pienso un momento y recuerdo que al salir rápido no traje ni mi cargador ni mi agenda y debo trabajar.
Vuelvo al departamento, dejo el auto en la cochera y subo por el elevador al llegar noto un aroma algo fuerte pero no me doy cuenta de que es y voy por las cosas a la recamara. veo a la valija y recuerdo que allí guarde la ropa que tenía cuando lo vi a él y no sé por qué no puedo sacarlo de mi cabeza .
Hace unos días hablé con Ihlar, él dijo que me daría tiempo y se mostró amable por más que en otros momentos parece que me odia. Sé que estará enojado por lo que pasó y en parte lo comprendo, por eso le tengo paciencia.
En eso la cabeza me duele mucho y me comienzo a marear, me tomo de la pared y tratando de entender, miro que el gas está abierto, pero no una, sino todas las perillas. Cuando voy a dar un paso caigo, algo me está debilitándose y no puede ser el gas es algo más.
No sé cuánto llevo en el suelo y abrí mis ojos.
Veo borroso pero logro escuchar un golpe a lo lejos, alguien me levanta. No sé quién sea y noto que caminamos. El me carga y sé que es el por qué su vos que no es nítida, me habla y es fuerte.
Fue allí donde una explosión se siente y solo logro entender que estamos bajando por las escaleras. Y sin poder más mis ojos se cierran.
Abro mis ojos.
No sé cuánto tiempo pasó pero me siento en la cama respiro hondo debo saber y entender dónde estoy.
Trato de bajar los pies para sentarme mejor y veo en la mesita de noche un vaso, una pastilla y la nota que dice «Es para la migraña».
Miro muy confiada, tomo la pastilla y me levanto.
Mientras camino busco señales de donde estoy y no debo ir muy lejos. Esto frente a la ventana la cual me regala el mar, si ese mismo mar el cual me dejo sin nada.
“No puede ser”, digo en voz alta.
Voy hacia la puerta pero al caminar rápido debo tomarme de la pared ya que sentí un mareo. Pero unas manos se posan en mi cintura y es como si todo pasara en cámara lenta.
Sus ojos están frente a mí como si nada más importara, su mirada es tierna como si de verdad le agrada estar aquí conmigo y todo se me olvida.
Mis ojos lo necesitan mis manos lo anhelan pero los recuerdos no me dejan, mis ojos se llenan de lágrimas y me alejo de él.
“¡Que mi%rda significa esto!”, digo.
El me mira y con una actitud arrogante.
“De nada, digo casi mueres en un incendio, pero solo no lo recuerdas”, responde.
Automáticamente busco mi móvil, mi madre estará preocupada.
“No te preocupes, tu madre no sabe nada. Llame a la clínica y ella está aislada sin redes mi noticieros, nada”
“Quiero irme”, le digo.
Un mareo me invade ya no sé si esto es normal.
“Ven a comer algo y luego si quieres te vas”
“¿Pero qué pasa? ¿Qué significa esto?”, pregunto.
Al llegar la mesa, esta puerta y los ventanales me regalan una vista hermosa del mar.
“Comeré por ahí, solo quiero irme, no soporto estar aquí”, le digo.
Miro en el sillón y están mis cosas, mi cartera y lo que había dejado aquí.
“Toma un jugo el doctor dijo que…”.
“¿Doctor, que doctor? En qué momento pasó todo esto y no lo supe…”.
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