Buscando recuperarla -
Capítulo 56
Capítulo 56:
“Yo la quería de verdad, y durante toda mi vida siempre he conseguido aquello que quería. Pero algo cambió en mi interior cuando la miré a los ojos. Supe que por mucho que quisiera quedármela, no podía darle lo que ella necesitaba”.
“Se puso en pie. Quería escapar de esos recuerdos dolorosos y de la mirada acusadora de Malcolm”.
No puedo hacer esto. Ahora no.
Las lágrimas le nublaban la visión. Echó a andar hacia la puerta.
“Se llama Melody”
Dijo él de repente.
Celia se detuvo de golpe.
Apenas podía creer lo que acababa de oír.
“No pensé que seguirían llamándola así”
Le dijo, apoyando la mano en la puerta, sin darse la vuelta.
“Pues lo hicieron. La foto que vi de ella se la hicieron cuando tenía siete años. Es la única que he visto. Pero se parecía a ti”.
Celia se tapó los oídos.
“Para. Si quiere encontrarnos, puede hacerlo. Es cosa suya”.
“Yo puedo hacer que ocurra”
Malcolm se puso en pie, fue hacia ella y la agarró de los hombros.
“Ahora somos una pareja. Podemos casarnos y contactar con ella”.
“Esta propuesta tuya ha sido tan abrupta e inesperada como cuando me lo pediste hace dieciocho años”.
“Y tú me estás rechazando con la misma rapidez”.
“Me estás cambiando la vida”
Le hizo quitar las manos de sus hombros.
“Tienes que aceptar que ya no soy una adolescente impulsiva y temeraria. Tengo una vida de la que estoy orgullosa y no tengo intención de renunciar a ella. No estoy hecha para esta vida glamurosa tuya, ya sea como estrella del rock o como agente secreto. Cielos, Malcolm, piénsalo. No podemos meternos en esto”.
“Admítelo. No se trata de dónde vivimos, o de lo que hacemos. Se trata de comprometerte conmigo”
Malcolm dio un paso atrás.
Su rostro estaba lleno de desilusión, igual que dieciocho años atrás.
“No quieres intentarlo ahora, de la misma forma que no querías entonces”.
“Eso no es cierto. Ni siquiera tratas de ver mi punto de vista. Maldita sea, Malcolm, yo he cambiado mucho. No voy a dejar que me rompas el corazón de nuevo”.
El orgullo era lo único que le quedaba, así que dio media vuelta.
Subió las escaleras a toda prisa y entró en el dormitorio.
Cerró dando un portazo y entonces se dio cuenta de que…
No estaba sola.
Un hombre se dio la vuelta lentamente.
Tenía su bolso en una mano, y un trozo de papel en la otra.
“¿Adam Logan?”
Fue hacia el representante de Malcolm.
“¿Qué haces en mi habitación?”
Se fijó en el papel que tenía en la mano.
Era una nota escrita a máquina con letras mayúsculas, igual que las que se había encontrado antes: [VIGILA TU ESPALDA, Z%RRA]
…
Malcolm se frotó el rostro.
Trató de calmarse antes de hablar con su madre.
“¿Mamá? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Necesitas algo?”
“En realidad, quería hablar con Celia y contigo, pero a lo mejor no es buen momento”.
Terri Ann se detuvo frente a la puerta, sin saber muy bien qué hacer…
“No, mamá, no te preocupes. Ven y siéntate. Tómate algo. ¿Qué pasa?”
Le preguntó Malcolm.
“He dejado que me mantengas durante mucho tiempo”
Dijo rápidamente, como si llevara tiempo conteniendo las palabras.
“Eres mi hijo”
Le dio una palmadita en el brazo.
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