Amor verdadero -
Capítulo 14
Capítulo 14:
En realidad, creía que era un trabajo bastante interesante, siempre me agradó la imagen de una mujer intelectual que gustara de la buena literatura y que fuera capaz no solo de leer, sino de expresar sus ideas tal y como Morelia lo hacía.
Leí buena parte de su trabajo la mayoría novelas er%ticas – románticas, lo cual se me hacía muy sensual.
Me preguntaba ¿Cómo sería Morelia en la intimidad? ¿Sería capaz de recrear las escenas de los libros que leía en la vida real?
Esa mujer era todo un misterio, y por supuesto quería saber todo de ella, quería saber si podía llegar hasta su intimidad.
…
Desde hacía tiempo tenía la inquietud de escribir mi propio libro, tenía muy poco tiempo para hacerlo, pero pensé que había llegado el momento de comenzar.
Ese domingo no tenía trabajo y me senté frente a la computadora, tenía varias ideas rondándome la cabeza y tenía claro el tema que quería abordar.
Comencé por el título. ‘La que ocupa mi lugar’.
¿Por qué ese título? Porque quizá era lo que me movía en ese momento.
Tenía que encontrar de sacar a flote todos esos sentimientos que tenía guardados en mi alma y que no había conseguido sacar por medio de las lágrimas.
El dolor en mi alma era tan grande, que me bloqueaba por completo a las emociones, quería gritar, desahogarme de alguna manera, pero no lo conseguía, por eso creí que, si lo escribía, me sentiría mejor.
Comencé a escribir y la historia empezó a fluir casi sin esfuerzo, las palabras salían de mi mente como si alguien me estuviera dictando o mostrando una película de lo que había sido mi vida.
En definitiva, la escritura, al igual que la lectura era un gran medio de escape de la realidad. No me di cuenta del tiempo que pasé escribiendo, los capítulos fluían sin parar y ni siquiera sentía el cansancio o la pesadez que a veces experimentaba cuando se trataba de trabajo.
Estaba comenzando a oscurecer cuando recibí una notificación de Messenger en el móvil, se trataba de Adrián.
[¡Hola More! ¿Qué tal tu domingo?].
No entendía por qué, pero hablar, aunque sea por mensaje con este hombre me provocaba una especie de entusiasmo.
Dejé la escritura y me acomodé en el sofá para hablar con él y disfrutar el momento.
[¡Excelente! Acabo de comenzar a escribir mi propia novela y estoy muy entusiasmada].
[¡Wow! ¡qué bien! ¿Y para escribir te inspiras en algo? ¿O en alguien?].
[Bueno, en realidad es la primera vez que escribo y debo confesar que la historia sí tiene algunas cosas de mi vida, pero la mayor parte, es ficticio].
[Me encantaría leerte].
Le contesté con un emoticono sonrojado, me avergonzaba que alguien leyera lo que había escrito, pero al mismo tiempo tenía curiosidad por tener una opinión externa de mi trabajo, sobre todo si se trataba de una opinión masculina.
[¿Si te envío un fragmento me das tu opinión sincera?].
[¡Claro que sí! Te prometo ser objetivo y sincero con mis comentarios].
[Vale, te lo voy a enviar y mientras lo lees, claro si tienes tiempo ahora, yo voy a prepararme algo de cenar y espero tus comentarios].
No sé cómo me atreví, pero le envié los dos primeros capítulos de mi proyecto, estaba nerviosa, pero muy emocionada al pensar que alguien estaba leyendo mi primera novela, aunque sea de manera informal.
Me preparé un sándwich y un café para cenar y estaba terminando de comer cuando me llegó un nuevo mensaje.
[Solo son dos capítulos, pero me gusta. Tienes talento].
[¿En verdad lo crees? 0 solo me lo dices por quedar bien conmigo].
[Te lo digo en serio, me gusta. Interesantes tus personajes].
[Te cuento que para el personaje masculino me inspiré en un actor que me gusta mucho y la protagonista, soy yo. ¡Aunque no tiene nada que ver con mi vida!].
Me apresuré a contestar que el personaje no tenía nada que ver con mi vida, porque me avergoncé al darme cuenta de que, en los capítulos, se mencionaban varios aspectos de mi vida íntima.
[Me lo imaginé cuando leí que la protagonista llevaba tu nombre].
[Bueno, un placer conversar contigo, te dejo porque voy a ducharme y tengo otras cosas que hacer].
Me despedí porque sentía vergüenza y quería evitar interrogatorios incómodos.
[Entiendo. ¿Qué te parce si mañana te invito un café?].
Me sentía nerviosa, pero acepté, en realidad tenía ganas de conocerlo.
[Está bien, vayamos por ese café].
[Perfecto, te escribo temprano para ponernos de acuerdo].
No pude evitar enviarle un emoticono con beso y él me envió uno de vuelta. Esa noche solo podía pensar en cómo sería Adrián Morales en persona.
…
El lunes muy temprano me llegó por paquetería el libro de la semana, según mi jefa, el nuevo método de escribir una reseña diaria de cada sección de los libros había sido un éxito.
Los seguidores del blog estaban muy contentos porque consideraban que la reseña era mucho más amplia y describía mejor la trama del libro.
Después de desayunar me preparé un café para comenzar a leer, salí a la terraza del departamento y encendí un cigarrillo.
No me enorgullecía haber retomado el vicio, en mi juventud fumaba mucho y lo dejé cuando conocí a José, porque a él le molestaba el olor del tabaco.
Debo reconocer que a veces fumaba cuando él no me veía, sobre todo cuando salía con Peri o con mi hermana Alondra porque ellas también fumaban.
Sabía que no me hacía bien, pero desde que me separé de José, lo necesitaba para mantener mis nervios tranquilos. ‘Puedo dejarlo cuando quiera’, solía pensar.
Lo había hecho una vez y podía volver a hacerlo, pero en ese momento, lo necesitaba.
El sabor del cigarro en combinación con el café, era uno de esos placeres culposos que le daban un poco de alivio a mi estrés personal.
El libro era muy interesante. Volvimos al romance er%tico, pero esta vez con un toque especial, uno de mis géneros favoritos, hombres lobo.
Título: ‘Un Lobo solitario’.
Era del mismo autor que había leído antes.
Sin dudarlo se estaba convirtiendo en una de mis autoras favoritas, quizá yo no la hubiera elegido, pero los libros que me había enviado mi jefa de la misma autora, me parecían fascinantes.
Estaba concentrada en la historia del libro, cuando una notificación en mi móvil me distrajo. Era Peri, como todos los lunes para darme los buenos días.
[Amiga tienes que ver esto. Ya sé que me vas a decir que tú no crees en los horóscopos, pero ve esto y te vas a sorprender].
[Cáncer: En esta semana tus ángeles protectores estarán intentando comunicarse contigo, no los ignores y acude a su llamado. Pon atención a las secuencias numéricas que te estarán apareciendo como señales divinas].
[Amiga, solo es una coincidencia. Yo solo leí un libro para el trabajo, eso es lo que hago, no te lo tienes que tomar como una señal angélical].
[Bueno, solo dime una cosa, ¿Ya pusiste atención en las secuencias numéricas que se te han presentado en estos días? Solo tienes que buscar el número secuencial en ese libro que tienes y encontrarás tu respuesta. Prométeme que lo harás].
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