Amor no correspondido
Capítulo 6

Capítulo 6:

En el momento en que las palabras salieron de su boca me quedé helada, estaba preparada para esto, estoy segura de que lo estaba. Pero escucharlo directamente de su boca fue más doloroso y brutal de lo que suponía. No dije ni pío, ni discutí, esperé a que terminara esta tortura de una vez por todas.

«Hoy es el aniversario de boda de papá y mamá y van a celebrar un acto benéfico, como siempre, para que sea su nuera por última vez, y entonces habremos terminado», con eso tiró el delantal al suelo y salió furioso de la cocina.

cerró la puerta de un portazo y los neumáticos de su coche chirriaron mientras se alejaba, fue… Fue entonces cuando perdí el equilibrio y caí sobre el suelo de mármol. No grité, no lloré, me derrumbé.

¿Recuerdas tu primer desamor? La gente dice que el primer amor siempre duele, dejan una profunda cicatriz en su camino y lo arruinan para quien sea el siguiente.

Sí, eso. Pero multiplícalo por 100 y ese es el sentimiento que estoy sintiendo ahora mismo, vulnerabilidad total sé que conseguí lo que quería pero ¿por qué demonios no me sentí aliviada o feliz? ¿por qué me siento vacía? sabiendo que él nunca estuvo ahí, para empezar.

Lágrimas silenciosas cayeron de mis ojos, no lloré. No, mi corazón lo hizo.

Más tarde ese día encontré a Oliver en mi oficina, suspiré ‘esto es lo último que necesito ahora’. Abrí la puerta de mi despacho, entré y me senté en mi silla.

«¿Cuándo te fuiste?» Le pregunté y sonrió tímidamente «Me fui anoche, no sabía si me quería allí» dijo con una sonrisa triste y conozco el sentimiento.

«Podrías haberme informado, estaba preocupado». Dije y abrí mi portátil, mirando lo que tenía que hacer hoy.

«Lo siento», me dijo, «no importa, ¿qué pasa con el evento de esta noche? ¿todavía te apuntas?», me dijo como un niño esperando para ir a la feria. No puedo creer que este tipo sea mayor que yo por 4 años.

«Sí». Dije y le di una sonrisa falsa/ feliz.

«Genial» dijo pero sin dejar de mover los ojos «bien porque he invitado a Pete», le miré incapaz de responder, Pete es el novio de toda la vida de Oliver y si le está invitando entonces solo significa una cosa.

«¿Estás seguro?» le pregunté «a Pete no le gusta ser tu secreto»

«Yo… Ya no lo mantengo en secreto» respiró hondo «Estoy listo para salir» y exhaló. Esta vez le sonreí de verdad.

«Eso es genial, me alegro por ti». Sonreí y sostuve su mano entre las mías «Y si las cosas se tuercen siempre estaré ahí para ti, ¿me oyes?» sonrió relajado, y se levantó para abrazarme «Lo sé, gracias por ser siempre tan comprensivo» le devolví el abrazo con más fuerza y esta vez era yo la que más necesitaba ese abrazo, intentando pegar mis pedazos rotos.

«Nos vemos esta noche» dijo y con eso se fue y me quedé sola de nuevo, suspirando volví a mi trabajo aún quedaba algo de tiempo antes del evento.

Cuando el reloj marcó las 6 de la tarde, era hora de ir a prepararme para el gran día. Me puse un sencillo pero elegante vestido burdeos sin hombros, me maquillé ligeramente y me puse unos pendientes de diamantes, me recogí el pelo en un elegante moño.

Dimitri ya estaba allí, así que tuve que conducir mi coche, suspirando cerré la puerta y estaba a punto de entrar en mi coche cuando de la nada un bocinazo de un coche.

Salté sin esperarlo y me encontré con un Mercedes negro aparcado fuera de nuestro jardín, volvió a tocar el claxon, pero la puerta del lado del conductor se abrió y salió un hombre con un traje negro, en ese momento sólo había un pensamiento en mi mente.

La Magia Negra existe porque estoy completamente hechizado.

«Vámonos, llegas tarde». Dimitri dijo monótono, sé que no debería buscar cumplidos, pero al menos te ves bien no lo mataría, asintiendo me subo y partimos.

La tensión en él era más densa que el humo y asfixiante, pero la aguante. Esta era probablemente la última vez que estaríamos en el mismo coche, cuando aparcamos dentro del parking de la vieja mansión, él no se bajó inmediatamente, así que yo me encargué de abrirle la puerta.

«No le digas a nadie lo que paso hoy lo terminaremos tranquilamente» me dijo con calma, no le respondí solo me fui.

La mansión Price bullía de alegría y felicidad, era antorcha. Estaban demasiado contentos, era molesto, pero me contuve y fingí una sonrisa a todos los que me saludaron y posé para los medios de comunicación que estaban filmando la gran gala benéfica. Dimitri estaba detrás de mí, pero cuando el fotógrafo me pidió que nos hiciéramos una foto de pareja, dudé, probablemente mi sonrisa me halagaba un poco, pero él era un profesional, en el juego de las mentiras era un rey. Me atrajo hacia él por la cintura como si fuera lo más natural, jadeé ligeramente. Sentía un hormigueo en la piel por todo lo que tocaba, me sujetaba la cintura de forma posesiva, como si se adueñara de mí, y de alguna extraña manera me gustaba. Me gustaba la atención que me estaba prestando, aunque fuera por poco tiempo.

«Ahí están mis bebés» exclamó feliz la señora Price, el momento entre nosotros se esfumó y me soltó, el señor Price no se quedó atrás.

Adeline o la señora Price tiene unos setenta años, y Robert su marido también. Son los abuelos de Dimitri. Fue criado por ellos desde los quince años, sus padres murieron en un accidente de coche y él fue el único superviviente. Oliver es su primo hermano por parte de padre Dimitry es el hijo mayor.

«Estás preciosa, cariño», dijo abrazándonos a Dimitry y a mí. «Estás guapísima, mamá, como siempre», la felicité, porque era cierto que para alguien de setenta y pocos años se mantenía tan bien. «Estás guapísimo, papá». Dije y él me abrazó también y besó mi frente «Te ves hermosa mi niña.» dijo sonriendo «Feliz aniversario chicos”, Dimitri dijo con una pequeña sonrisa, no era muy cercano a sus abuelos, pero los amaba pero no podía expresar sus sentimientos.

«No quiero tus deseos» Adeline resopló dramáticamente «Nos estamos haciendo viejos y antes de que sea demasiado tarde quiero al menos una vez sostener a mis bisnietos»

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