Amor no correspondido
Capítulo 5

Capítulo 5:

Nos casamos justo después de Vanessa y fue solo una ceremonia rápida, tipo solo familiar. Decir que nuestras familias no estaban felices sería una mentira estaban furiosos especialmente mu mamá porque ella había planeado una gran fiesta y todo junto con la boda de Vanessa tal vez pensó que tenía mucho tiempo pero desafortunadamente ese no fue el caso, accedieron más tarde porque fuimos muy persistentes y no queríamos algo grandioso.

Quiero decir por qué hacer lo grandioso cuando esto ni siquiera era real. Sus abuelos, el Sr. y la Sra. Price eran los más felices del grupo.

Y también lo estaba mi madre, estaba bastante sorprendida de que yo decidiera casarme porque siempre había pensado que acabaría viejo y arrugado y que seguiría trabajando con montones de ordenadores, y que quizás sentaría alguna cabeza con el chico de la biblioteca que mi madre cree que me iría bien porque daba libros gratis.

Sonrío ante ese pensamiento y miro mi anillo de boda que reposa en mi dedo anular, quién me iba a decir que lo miraría y sentiría tanto amor y tanto dolor al mismo tiempo, pero ya sabéis lo que dicen del Amor. No hay Amor sin dolor, quien dijo eso también debía estar casado por compromiso o simplemente no era feliz.

Suspiro y me levanto de la cama y miro a la habitación de enfrente, la puerta estaba abierta así que tal vez había vuelto. Hubo un ruido de ollas y sartenes girando desde la cocina, así que naturalmente, lo seguí, y allí estaba. Un adonis total con un delantal negro liso y haciendo una tortilla para desayunar.

Me quedé mirando la escena irreal que tenía delante, quizá me quedé embobada porque sintió que le miraban, levantó la vista y me sonrió, no de esas en las que se te acelera el corazón, sino de esas en las que parece forzada. «¿Quieres huevos?» preguntó como si fuera lo más natural, después del drama de anoche pensé que se levantaría y se iría como siempre «um- sí, claro». Dije y me moví a buscar un poco de café, me quedé mirándolo confundida ya que nunca había estado así antes porque cada vez que teníamos una pelea importante se iba y necesitaba una razón de peso para volver y sin embargo, aquí está.

«¿Por qué sigues aquí?» Finalmente pregunté después de mucho aguantar, él suspiró y colocó la sartén en la encimera, tratando de actuar no muy grosero pero soy yo así que a quién engaño.

«Esta también es mi casa, ¿sabes?» dijo apoyándose en la encimera para mirarme, la camiseta ajustada que lleva se ciñe a su cuerpo como una segunda copa distrayéndome de mi argumento original.

«Ya, pero no sueles quedarte ni la noche ni la mañana siguiente». Dije tomando un sorbo de la taza de café, el sabor amargo me despertaba. No dijo nada así que continué «¿dónde está Oliver?». Pregunté y su mandíbula se crispó «¿Lo echaste?». Pregunté pero no respondió.

«¿Esto sigue siendo por lo de anoche, si es así entonces ya nos disculpamos». Dije y él se burló

«Os saqué de la cárcel bajo fianza a los dos en mitad de la noche. Crees que es algo simple» entrecerró sus ojos grises mientras apretaba su mano.

«Ya te hemos explicado por qué estábamos allí». Dije en voz baja intentando no encender un fuego que no puedo apagar.

«No me importa lo que pasó entre ustedes dos o lo que ambos estaban haciendo, pero una vez que está fuera de la casa es mi reputación la que está en juego, no la tuya» dijo la ira goteando de sus palabras y cada palabra que salía de su boca atravesaba mi corazón como una daga.

«Siempre es la reputación para ti, ¿no?» susurré dolida y él lo oyó, creo que le vi estremecerse un poco, pero si se sentía mal, entonces es un buen actor, porque la mirada de póquer de su cara no cambió.

«Sí, porque eso es lo único que importa» dijo sin emoción, sus palabras me hirieron más de lo que pensaba.

«¿Siquiera te importo?» Pregunté y eso hizo que me mirara con una expresión extraña en su rostro. «¿Acaso no te importo?»

«No», dijo con voz monótona, ¡Dios! Hazme un favor y clávame ese cuchillo en el corazón.

Suspiré y coloqué mi taza en la encimera y salí de la cocina, pero volví con un sobre en la mano, tiré el sobre delante de él y se quedó mirándolo un segundo y luego me miró «Ya no puedo hacer esto»

«¿Qué es esto?» preguntó y cogió el sobre y lo abrió, pero luego lo volvió a lanzar con el doble de fuerza. «¿Qué significa esto?» preguntó furioso sus manos apretando y soltando furiosamente, su mandíbula crispada y la furia en sus ojos decían otra, historia. Por el dinero, pensé que se preocupaba por mí pero a quién quiero engañar, cuando se trata de él todas mis suposiciones se van por el desagüe «No puedo hacerlo más y ya lo he firmado» abrí el paquete y saqué un cheque con 4 millones de dólares. «Esto es todo lo que te debo hasta ahora»

Nunca le había visto tan enfadado, echaba humo literariamente «¿por qué ahora?» preguntó por lo bajo empezando a mirar el documento como si quisiera prenderle fuego «quedan pocos meses para que acabe el contrato, ¿por qué ahora?

«No quiero vivir una mentira». Dije con tanta tristeza que podría romper el corazón de cualquiera «no creo que pueda vivir como la falsa señora Price, nunca más» no habló durante un minuto entero y luego dijo «Muy bien, entonces»

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