Capítulo 80:

🍙 🍙 🍙 🍙 🍙

Ya había dado por hecho de que ella era su pequeña nieta.

En verdad, que la familia de Guillermo era excepcional.

Cálida, como lo era él.

Estaba tan agradecida con los cielos, por haberla llevado a encontrarse con él.

Salió de sus pensamientos al sentir la mano de Guillermo sobre la suya.

“Parece que mis padres ya tienes a su primera nieta”

Murmuró observándolos, pues su madre había ordenado que le sirvieran otra rebanada de tarta de manzana, a lo cual Isabella no se había atrevido a contradecirlos, a pesar de que sabía que María se activaría y no dormiría por tanta azúcar.

“También te diste cuenta”

Murmuró bajito, su mirada se rozó ligeramente ante la emotividad del momento.

“Sí”

La atrapó con la yema de sus dedos la lágrima solitaria que rodó por la mejilla de su chica.

“Ahora son parte de esta familia”.

Depositó un tierno beso sobre la zona de su sien.

La cena fue en completa calma.

Nadie ni su hermana Melisa, se atrevió a volver a preguntar nada, ya que Maritza le había arruinado el momento de anunciar su compromiso, por lo que decidieron esperar a que ellos retomaran el curso de reunión.

En cuanto el café y el postre les fue llevado, Guillermo se puso de pie con Isa a su lado.

“Como ya se dieron cuenta, le pedí a mi mamá que organizara una cena especial, de lo cual le estoy muy agradecido, ya que deseamos compartir con ustedes nuestra felicidad, pues le pedí hace un par de días a ella que fuera mi esposa y… aceptó”.

En ese momento Isabella, les mostró su anilló.

Los padres de Guillermo se pusieron de pie y se acercaron a felicitarlos, al igual que su única hermana.

“Deseo que sean muy felices”

Dijo Virgine.

“al ver a mi hijo tan feliz, me hace estar tranquila al saber que eres la mujer indicada para él”.

Limpió sus lágrimas.

“Muchas gracias, por aceptarnos en su familia, les aseguro que dedicaré cada uno de mis días en hacerlo feliz”

Expresó con emotividad Isa, estando segura que una vida plena les esperaría.

Al menos eso es lo que creía.

La cena fue en completa calma, su familia se puso feliz, al saber que estaban comprometidos, después de un par de abrazos, comenzaron a hablar sobre los planes de la boda.

Al llegar al piso de ella, Guillermo la ayudó a recostar y arropar a la pequeña, y se encaminó hacia la habitación de ella y se acercó abrazándola por la espalda.

“Me muero por poder estar a tu lado y no tener que separarnos nunca”

Susurró cerca de su oído.

Isabella sonrió al escucharlo, presionó sus labios, ante todo lo que ese apuesto hombre de mirada color chocolate, despertaba en ella.

“También yo”

Confesó con dulzura.

“Deseo convertirme en tu esposa, y despertar cada mañana entre tus brazos”.

Confesó, girando para poder mirarlo a los ojos.

“Estar a tu lado en todo momento… es un sueño”

Con la yema de sus dedos, recorrió sus carnosos labios, observando cómo su mirada se iluminaba luego de hablar.

“Hay que comenzar con los trámites lo antes posible”

Expresó con la voz pastosa.

No pudo resistirse ante la forma tan dulce en la que lo veía.

Acercó sus labios a los de ella y la besó con fervor, percibiendo como una especie de corriente eléctrica lo recorría.

Isabella correspondió a su manera tan sugestiva de incitarla a pasar a la siguiente base, disfrutando de la forma en la que comenzó a recorrerla con sus manos.

“Me parece buena idea”

Contestó, dirigiendo sus manos hacia los botones de la camisa de Guillermo, palpando con parsimonia el recorrido que daba a la firmeza de su pectoral.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar