Capítulo 72:

🍙 🍙 🍙 🍙 🍙

Al llegar a su habitación, hizo que los pies de Isabella tocaran el piso, deseaba poder apreciar su angelical rostro antes de hacerla suya, y fue así cómo pudo apreciar sus ruborizadas mejillas y sus penetrantes ojos color chocolate reflejándose en su mirada.

“Te deseo tanto”

Su penetrante mirada la recorrió, sin ocultar lo que despertaba en él.

Isabella tomó una de las manos de Guillermo y la colocó cerca de su corazón, deseando que sintiera los fuertes latidos que le provocaba.

“Nunca había sentido esto por nadie”

Confesó con un fuerte destello en su mirada.

“Eres tan especial, tan distinto…”

Guillermo ladeó su rostro y con uno de sus dedos la silenció.

“He aprendido lecciones importantes, la muerte fue mi maestra”

Declaró.

“Aprendí con honores, no puedo desperdiciar ni un solo día de mi vida”

Acarició sus mejillas con la tibieza de sus manos.

“La lección más importante que me costó aprender es: disfrutar cada día como si fuera el último”.

“Lección muy importante”

Respondió acercando sus labios a los de él.

“Lo es”

Respondió mientras sus gruesos dedos, comenzaron a deslizar la cremallera de su vestido, dejándolo caer al piso, quedando al descubierto la sexy lencería de seda y encaje que llevaba en tono azul marino, permitiendo que las finas curvas de su cuerpo, resaltaran.

“Eres tan… hermosa”

Manifestó con la voz enronquecida.

Sus ojos se fijaron en sus clavículas, deseando recorrerla con sus labios.

Inhaló profundamente al escucharlo, la forma tan cálida en la que la miraba, le provocaba que la sangre le reverberaba.

Sus ojos se centraron en las manos de él, al comenzar a desabrocharse los botones de su camisa.

No pudo evitar pasar saliva con dificultad al ver su labrado abdomen.

En verdad era perfecto.

Se acercó a ella, y la abrazó, con una sola intención despojarla del sujetador.

Ardía por acariciar sus perfectos pechos.

Quería recorrer cada centímetro de su piel y hacerse uno solo.

Ladeó los labios, divertido, al percibir el ligero arqueo del dorso de ella al darse cuenta que se lo había desabrochado.

“Después de esta noche, no habrá marcha atrás, estaremos más unidos que nunca, me pertenecerás por completo”

Expresó mirándola a los ojos.

“A cambio de todo eso, prometo que mi corazón y todo mi ser, serán tuyos por siempre”.

“Es lo que más deseo”

Manifestó con voz temblorosa.

Retrocedió un par de pasos y terminó de desnudarse.

Guillermo no se pudo contener, y con rapidez se despojó de todas sus prendas, y se acercó a ella, para tomarla entre sus brazos y recostarla con delicadeza sobre el lecho.

Sus manos recorrieron con parsimonia su talle, al tiempo que sus labios la besaron con una carga de frenesí desesperante, rozando la humedecida lengua de ella, de forma apasionada.

Se acomodó con cuidado sobre su cuerpo, apoyándose con sus antebrazos.

“¿Estás lista?”

Indagó con voz inestable y el corazón a punto de salirse de su pecho.

“Lo estoy”

Contestó entrelazando sus manos a las de él.

Se acomodó entre sus piernas y poco a poco comenzó a empujar su virilidad en la calidez de su interior.

Estaba disfrutando de la manera en la que se iban haciendo uno solo.

Isabella liberó un par de lágrimas al percibir la forma tan cuidadosa en la que la iba colmando.

Emitió un dulce jadeó ante su firme intrusión y presionó con fuerza sus labios ante el placer que la hizo sentir.

Su profunda mirada, se centró en sus ojos, los cuales parecían un par de estrellas brillantes, que titilaban desde el firmamento sin cesar, intentando decir, lo que las palabras no podían expresar.

“¿Todo bien?”

Indagó antes de proseguir con la danza más sensual que estaba por bailar, al ritmo de sus caderas.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar