Capítulo 60:

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Isabella lo miró a los ojos.

“¿Qué cosa?”

“Ahora que estoy trabajando a tu lado, deseo buscar un apartamento para María y para mí, tengo la ilusión de darle el hogar que mi hija se merece”.

“¿Deseas mudarte?”

Frunció el ceño con extrañeza.

“Sí”

Respondió con sinceridad.

“Deseo tener nuestro propio espacio”

Refirió.

“Quiero saber que se siente poder vivir en un apartamento, amueblarlo lindo para nosotras”

Su mirada brilló.

“Me parece muy bien, conocido, que se encarga de eso, su esposa es decoradora, voy a pedirle que nos recomiende algo”.

La joven sonrió, era exactamente lo que deseaba pedirle su consejo para encontrar un lugar que se adecue a sus necesidades.

Victoria se dejó caer de sentón sobre la cama de Mason, su cabeza dolió al comprender lo que quería decirle.

Durante varios segundos, se quedó en completo silencio.

Aquellas escenas en las que Oliver los encontró en la cama y la sacó a empujones, apareció en su mente.

“La idea original, era que le hicieras creer a tu hermano que te acostaste con ella. Eso fue lo que te indique”

Dijo intentando jalar aire para respirar, Mason sacudió el rostro.

“Eso no es verdad, ¿Acaso ya lo olvidaste?”

La confrontó.

Dijiste que hiciera lo que quisiera, con tal que Oliver se decepcionara y la sacara de su vida.

“Jamás te pedí que la embarazas, ¿Acaso no te protegiste?”

“No, no lo hice, no creo que te interesé saber, el motivo por el que no lo quise hacer”

Respondió tajante.

“¿Ahora qué vamos a hacer?”

Se llevó las manos a la cabeza.

“Sí esa niña es mi nieta, la quiero viviendo aquí”.

“Tendremos que hacer una prueba de ADN, para saber quién de los dos es el padre”.

“Va a ser otro terrible golpe para tu hermano, me preocupa mucho. Últimamente no le veo interés en nada, no me agrada eso”.

“Tu hijo es un hombre débil, parece un niño chiquito, no debiste mimarlo tanto”

Mason rodó los ojos.

“Siempre fue muy enfermizo, lo único que hice fue darle los cuidados que necesitaba”.

“Y tener pegarlo a tus…”

Manifestó con molestia.

“Nunca lo enseñaste a defenderse solo, siempre te metías a defenderlo y ahora ve las consecuencias, es un hombre débil, incapaz de defender lo que quiere”.

“Basta”

Victoria se puso de pie.

“No te metas con tu hermano. Será mejor que por el momento no le digamos nada del tema, hasta no tener a la niña en su casa. Lo primero que haré será cambiarle el ridículo nombre que lleva; se va a llamar Victoria, como yo”

Elevó el mentón con altivez.

Mason rodó los ojos.

“María, Victoria, Emma, me da igual, lo único que espero es saber quién es su padre”.

“Yo también”

Dijo y se puso de pie para salir de la habitación.

“Una cosa más te recuerdo que te di un plazo para presentarme a la mujer con la que sentaras cabeza y el tiempo sigue corriendo y no has traído a nadie”

Salió.

Presionó sus puños con fuerza.

“Si supieras en quién he puesto mis ojos”

Ladeó los labios sonriente.

Isabella salió de una tienda, luego de comprar un par de cafés, esperaba la luz verde del semáforo, para poder atravesar la avenida.

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