Capítulo 183:

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“No recuerdo nada”

Manifestó con frustración.

“Tengo todo el derecho de saber qué fue lo que me ocurrió. Pónganse en mi lugar”.

Su respiración se agitó.

El padre de Guillermo introdujo su mano en el interior del bolsillo de su chaqueta, y presionó dubitativo el dije que llevaba en su interior.

No tenía la certeza de si hacía lo correcto.

Pero lo tenía que hacer.

Tenia que arriesgarse.

Sin pensarlo más mostró el anillo de promesa que colgaba aquella cadenita.

La mirada de Guillermo se centró en aquella argolla.

Arrugó el ceño, mientras su iris seguía los ligeros movimientos del colgante, entonces, sus ojos se abrieron tan grande como pudo.

“¿En dónde está Isabella?”

Preguntó con zozobra.

Desde que había despertado, ella no lo había visitado, ni tampoco llamado.

Su respiración comenzó a agitarse, y su cabeza a dar vueltas, ante la ráfaga de imágenes que golpeaban su mente.

“¿Y mi familia?”

Tuvo que tomar asiento, al sentir que perdía las fuerzas.

Aquel mensaje que recibió su mujer en la oficina, en cuestión de minutos al estallido.

El vehículo volcado, su pequeño inconsciente; a pesar de que intentó protegerlo.

Todo lo que recordaba parecía salido de una película de horror.

Personas corriendo, intentando protegerse, hasta que otro estallido anunció la fatalidad, para los que también estaban por ahí, polvo, una gran humareda.

Su mirada se llenó de lágrimas, justo cuando llevaba algunos metros de distancia, la camioneta estalló, en ese instante, la ropa que llevaba puesta comenzó a prenderse, sentía como la temperatura subía, lo único que le importaba era poner en algún lugar a su hijo en donde estuviera a seguro.

Morir ya no le importaría, si él se salvaba.

En ese momento un hombre se acercó, mientras él ponía al pequeño en el piso e intentaba retirarse su sacó, al percibir que comenzaba a quemarse, un hombre apareció frente a él y le apuntó, sabía que no se detendría y acabaría con su vida.

Para su fortuna, Henry uno de sus mejores amigos y agente especial, se atravesó en su potente Harley y acabó con él.

Hasta ahí llegaron esos recuerdos.

Elevó su rostro y enfocó su mirada en sus padres.

“Necesito saber de mi familia”.

Se llevo las manos a su cabello lleno de frustración.

“Después de aquel atentado, no hemos tenido noticias de Isabella, ni de María”

Respondió su papá.

“Debido a la magnitud de aquella desgracia, no tenemos la certeza, si está viva o muerta. Henry está a cargo de su búsqueda”.

“Por tu seguridad, te sacamos del país y…”

Virgine miró con tristeza a su hijo, sus ojos se llenaron de lágrimas.

“Te hicimos pasar por muerto”.

Pasó saliva con dificultad.

Su corazón dio un fuerte pinchazo.

Sabía que con aquella noticia Isabella buscaría proteger a María, la mejor forma, era desapareciendo tal y como lo hizo, cuando salió de la residencia Weber.

“Están con vida”

Guillermo se refirió con gran seguridad.

“No tengo idea de cómo lo sé, pero estoy seguro de eso”

Limpió sus mejillas.

“¿Y mi hijo?”

Preguntó con el corazón agitado.

“¿Está bien?”

Indagó al no verlo por ahí.

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