Capítulo 112:

🍙 🍙 🍙 🍙 🍙

Melisa llegó a su apartamento, frunció el ceño al observar a Mason, sentado sobre el piso, esperándola.

Antes de que llegara a su puerta, dio una mirada hacia su móvil viendo que no tenía mensajes de él.

Eso la tranquilizó al saber que no lo había dejado esperando.

“Buenas noches”

Dijo al llegar.

“¿Olvidé alguna cita?”

Inquirió, inclinando su rostro.

Mientras elevaba su rostro, su verdosa mirada fue recorriendo su cuerpo, pasando desde sus largas piernas, hasta centrarse en su provocativo escote.

Se moría por poner encima sus grandes manos sobre ellos.

“Hola”

Sonrió.

“No, claro que no olvidaste nada, deseaba sorprenderte”

Se puso de pie al contestar para poder quedar frente a ella.

Acercó sus manos a sus hombros anchos y lo abrazó, dibujando una amplia sonrisa.

“Me alegra mucho verte”

Manifestó con entusiasmo ante la sorpresa de su visita.

Sonrió ladeando los labios de forma perversa, la haría pagar por todo lo que ocurrió en la oficina de Guillermo.

Se sentía más caliente que una fogata encendida, luego de haber vuelto a ver a Isabella, se veía distinta, más mujer, con mayor seguridad.

Deseaba que lo mirara con ese brillo que tenía en su mirada.

En cuanto llegó a la sala, la tomó por la cintura y la acercó a él, besándola con ferviente deseo.

“Eres tan bonita”

Susurró con su gruesa voz y la recostó apoyando su rodilla sobre la almohada.

“Deseo que seas mía”.

Suplicó.

“Llevamos tiempo saliendo, ya no puedo resistirme”.

Deslizó su lengua sobre la suavidad de su cuello.

“¡Hazme tuya!”

Dijo con una sonrisa.

Mason ladeó los labios de forma perversa.

Estaba a punto de lograr la primera parte de su perverso plan.

Victoria bebía una copa de whisky, en la comodidad de la sala de su jardín.

Estaba muy preocupada, pues ninguno de sus hijos había llegado a dormir, además que no le respondían las llamadas, ni sus mensajes.

“¿Dónde rayos están?”

Cuestionó mirando su teléfono.

“¿Acaso no saben para que se inventó la tecnología?”

Resopló.

“Señora La chica de limpieza la sacó de sus pensamientos”.

“¿Qué deseas?”

Preguntó con molestia.

“La busca el abogado de la Vega”

Explicó con nerviosismo ante su molestia.

“¿Guillermo está aquí?”

Cuestionó con extrañeza.

“Sí, solicitó entrevistarse con usted”.

De inmediato se puso de pie y se acomodó su vestido en tono champagne.

“Hazlo pasar a mi oficina, enseguida voy”

Expresó.

En cuatro la muchacha se retiró, volvió a tomar su móvil para llamar a Oliver, deseando que respondiera, pero no lo hizo.

“Todo lo tengo que hacer yo…”

Gruñó caminando.

Minutos después, al entrar a su despacho, arrugó el ceño al verlo sentado acompañado de una mujer.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar