Amarte es mi capricho -
Capítulo 58
Capítulo 58:
“¿Crees que después de esa perdida en mi familia yo podría seguir los pasos de mi abuelo? Me he cuidado siempre de que no se me relacione de esa manera, pero ahora todo se acabó, felicidades Catrina, toda mí carrera se ha arruinado”.
Siento como una daga atraviesa mi pecho, mi corazón se contrae. No se por que una especie de culpa me envuelve. Yo no quería perjudicarlo y yo lo quiero y nunca le haría daño. Pero necesitaba hacer esto para limpiar el nombre de mi padre, se lo debía, ahora todos sabían que él era inocente, Pero ahora.
“Si sabías que los Salinas no eran completamente las personas honestas que predicaban ¿Por qué no te alejaste por completo de ellos? ¿Por qué contrataste a Angelica? ¿Por qué aceptaste el apoyo de su padre?”.
“Angelica no tiene nada que ver en esto”, sentencia, por un momento siento envidia de como siempre la defiende.
“Ta vez, tal vez no, pero lo que si es que ella se la pasa metiéndose en tu vida, tal vez ya hasta en tu cama, ella también nos terminará arruinando nuestro matrimonio”.
“Nuestro matrimonio ya está arruinado”, suelta, quedándome como piedra.
No digo nada, sólo lo miro salir de la habitación.
Me quedo inmóvil repitiendo sus palabras en mi cabeza, él piensa que nuestro matrimonio ya esta arruinado. Mi corazón se parte en mil pedazos al instante, la única esperanza que tenía de que las cosas pudieran mejorar entre nosotros ahora se ha esfumado.
De pronto, unas ganas de seguirlo se apoderan de mi corro hacía las escaleras para alcanzarlo. Pero justo cuando llego a ellas me detengo al ver a Angelica como viene subiendo con premura dirigiendo una mirada asesina hacía mí.
“¡Tú maldita! Por tu culpa mi padre esta en la cárcel”, me dice cuando apenas faltan unos pasos para estar a la misma altura.
Aprieto los puños con fuerza.
“Tu padre es un delincuente que merece estar preso, por su culpa mi padre tuvo que huir y ahora está muerto”.
“Tu padre era un inútil”, gruñe y yo abro los ojos como platos de la sorpresa.
Preguntándome si Angelica conocía a mi padre. Luego un escalofrío recorre por todo mi cuerpo atando cabos. Everardo Salinas no trabajaba solo, Angelica tiene mucha experiencia siempre ha sido su mano derecha, entonces ella también estaba involucrada.
“¡Tú!”, musito. Sonrié de manera macabra.
“Pobre Catrinia, que lastima que te quedaste huérfana, pobrecita también por haber perdido a ese bebé que sólo era un estorbo”.
“Tú”, repito dando un paso atrás, mis manos y labios tiemblan, la miro aterrada, ella casi me esta confesando que también hizo parte en la muerte de mi bebé.
Aprieto los puños y de una le dejo caer una cachetada con todas mis fuerzas que no ve venir.
Sólo se escucha un fuerte un ¡Ploof! De lo fuerte del golpe gira su rostro llevándose la mano a la mejilla enrojecida.
“Ahora te toca a ti morir”, suelta a la vez que me toma de los brazos queriéndome aventar escaleras abajo, ella es más alta que yo, pero no más fuerte ya que ahora más que nunca no dejaré que me haga daño, no ahora que me ha confesado que es culpable de la muerte de mi hijo. Comenzamos a forcejear. Ella grita.
Escucho la voz de Elian que dice.
“¡Ya basta las dos!”, pero en ese instante en menos de un par de segundos puedo jurar que yo no hice nada, ella se dejo caer. Mire con pavor como dio varias vueltas hasta llegar al suelo mientras Elian corría arrodillándose en el suelo.
“¡Angelica!”, parecía inconsciente, trato de reanimarla. Yo no me podía mover de la impresión. Estaba asustada.
Vi desde arriba como comenzó a removerse con dolor, mi cuerpo se tenso por completo cuando ella dijo.
“Catrina me empujo”.
La mirada acusadora de Elian se cruza con la mía.
POV Catrina Vidal
Angelica se quejaba del dolor en los brazos de Elian mientras él la revisaba con rápidez.
“Estarás bien”, escuché que dijo, mientras di unos pasos abajo tratando de acercarme, sentía que mis pies se encajaban en los escalones, mi cuerpo se había vuelto pesado y no podía creer que Angelica se hubiera caído de esa manera.
“¡Gómez…!”.
Angelica chillaba del dolor mientras se quejaba diciendo que yo la había empujado, En ese momento sentí el verdadero miedo.Yo no lo había hecho con intención, traté de defenderme. Ella se dejo caer, yo no la empujé.
“¡Dios mío! ¿Qué ha pasado aquí?”, exclamo Camila a mi espalda mientras bajaba a toda velocidad hacía donde Elian sostenía a Angelica.
“Se cayó de las escaleras”, dijo Elian.
“Catrina me empujo”, añadió Angelica llena de coraje al mismo tiempo que se retorcía del dolor.
Camila me miró con odio, con pavor.
“¡No puedo creerlo!”, exclamo sin dejar de mirarme.
“Sabía que tú eras una mala mujer, sólo has venido a hacernos daño”, se puso de pie pidiendo que le trajeran un teléfono.
“Llamaré a la policía”.
Mi cuerpo se estremeció por completo, yo no quería ir a la cárcel.
“Yo no”, musite, pero la voz no salía del miedo que tenia en ese momento, Estaba en shock.
Elian levanto en sus brazos a Angelica.
“Nadie va a llamar a la policía, primero necesitamos saber que Angelica esta bien, ven conmigo mamá”.
“Esta bien, esto es el cólmo, espero que con esto termines por darte cuenta de que esta mujer no te conviene”.
“¡Ya madre por favor!”.
De pronto como si yo fuera invisible todos salieron de la casa. Dejándome a mí de pie en las escaleras mientras observaba aquella escena. Baje poco a poco, Idelina me miraba con preocupación.
“Yo no se que paso nana, ella se dejo caer, ¿me crees verdad?”.
“Mi niña”, me acaricia el cabello como si yo no tuviera salvación.
“Yo no quiero ir a la cárcel, ella se dejó caer a propósito”, no podía ni imaginar la maldad en el interior de Angelica como para arriesgar su propia vida con tal de alejarme de Elian, era realmente una locura, mientras ella estuviera cerca de nosotros me seguirían ocurriendo tragedias por que lo que ella quería es que me alejará de mi esposo.
Tenía que hacer algo, no sabía si debía huir o esperar a saber noticias, esperar a la policía a que viniera por mí.
POV Elian Brin
Me dolía la cabeza al escuchar la voz a mi madre tratando de convencerme de llamar a la policía para que se llevaran a Catrina. Comenzaba a exasperarme, hasta que ya no pude más y me puse de pie frente a ella.
“¿Estás consciente que quieres que se lleven presa a mi esposa, madre?”, rugí.
Ella me miró con un atisbo de temor, pero luego entrecerró los ojos regresandome esa mirada furiosa que claramente heredé de ella.
“¿Piensas protegerla?”, pregunto sorprendida. Apreté los dientes. No pensaba responder esa pregunta.
“Si los medios se dan cuenta de este escandalo me hundiré mucho más, así que por mi bien te sugiero que guardes silencio que ya de por si, aún no se si me dejarán continuar con la campaña de elección”.
Mi madre totció la boca no quedándole de otra, me volví a sentar masajeándome las sienes. No puedo creer que mi carrera y mi vida se estén derrumbando de esta manera. Todo por lo que trabaje durante años se fue de la nada. Catrina no puede ser tan cruel como para haber empujado a Angelica, tal vez fue el calor del momento.
Ellas dos se odian a morir. Froto mi rostro con las manos.Veo como mi hermana sale de la habitación donde Angelica esta internada. Me pongo de pie enseguida mientras mi madre le pregunta si puede entrar a verla. Ella le dice que si que ya está estable. Cuando nos quedamos a solas, camino hasta su consultorio para hablar con ellá, en privacidad.
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