Amarte es mi capricho -
Capítulo 51
Capítulo 51:
“¿Al fin pudiste hablar con Elian? Idelina me dijo que no se hablaban”.
“No, no hemos hablado”.
“Cat que te parece si paso por ti, después del trabajo y vamos a la pastelería de mamá, le diré a Alex que vaya hace mucho que no estamos los tres juntos”.
“Si, gracias Cristal, me hará bien distraerme”.
Por la tarde, Cristal paso por mi en su auto. Cuando llegamos a la pastelería Alex ya nos esperaba sentado en una mesa. Me dio nostalgia ver cuando Cristal le planto un beso manera alegre en los labios. Me daba gusto que su relación fuera viento en popa. Ellos se querían mucho.
“Cat, Cristal me dijo lo que te paso, lo siento mucho”.
“Esta bien Alex, lo estoy tratando de superar”.
Cristal me abraza.
“Estamos aquí para ti Cat, eres como mi hermana y si en algún momento lo necesitas sabés que eres bienvenida en mi casa”.
Sonrio de manera amarga. ´Cuando Elian me eche de la casa´.
“Gracias lo tomaré en cuenta”.
Estuvimos platicando buen rato sobre cosas triviales, se me ocurrió preguntarles si pensaban en boda a lo que ellos sonrieron con complicidad.
“Tendremos que esperar un poco, ya que papá me ha ayudado a conseguir trabajo en el edificio municipal de la ciudad de Monte Verde, el presidente de la ciudad amigo de él, voy y vengo seguido a ver a Cristal como hoy pero mientras ella no se quiera mudar conmigo o yo encontrar un trabajo aquí en la Capital tendremos que esperar”.
“Felicidades por tu nuevo trabajo Alex”.
Él sonríe.
“El presidente es buena onda, es muy joven y visionario, de hecho, acaba de ganar la candidatura a gobernador de ese estado, sólo que aún no toma posesión del puesto”.
Cristal llega a la mesa con tres rebanadas de pastel y tres frapuchinos, Mientras comemos. Una de las empleadas de la pastelería enciende el televisor. Vemos que es un programa de noticias locales. Están hablando sobre el candidato a la gobernatura Elian Brin y su asesora de campaña Angelica Salinas.
Entrecerré los ojos poniendo atención a lo que escuchaba. Hablaban sobre lo bien que se ven juntos, sobre que hay especulaciones de que estén saliendo, eso no podía ser.
“Apagaré el televisor”, dice Cristal levantándose enseguida.
“No”, de pido.
“Cat, no tienes que ver eso, son solo chismes, Elian es tu esposo”.
“Tal vez deberías decirle Cristal”, dice Alex mientras bebe del frapuchino.
Cristal se vuelve a sentar.
“¿Qué deberías decirme?”, pregunto confundida.
Titubea.
“Lo que pasa es que hay muchos chismes sobre que Elian te es infiel con Angelica, lo cuál yo nunca he visto que se besen o cosas así en la oficina”, se muerde el labio dudosa.
“Lo que si es que pasan horas encerrados en la oficina, pero seguro es por trabajo, no tengo pruebas de nada”.
Ahora comprendía por que Angelica el día anterior acariciaba la mano de él y él no se molesto en quitarla. Ellos eran amantes. Mi estomago se revolvió, sentí como si me faltara el aire. Me puse de pie y me despedí.
“Tengo que irme, nos vemos luego chicos, discúlpenme”.
“¡Pero Cat!”.
“Te llamo luego Cristal”.
Salí de la pastelería lo más rápido que pude. Cruce la calle, mirando el edificio que tenía a unos pasos era el bufete de abogados de Javier. Nunca pude hablar con él sobre el asunto de mi padre. Había pasado ya algo de tiempo y necesitaba saber que fue lo que habló con él.
Cuando estuve dentro no hubo necesidad de presentarme ya que Javier estaba despidiéndose de un cliente. Me sonrío a lo lejos, di unos pasos acercándome para saludar.
“Buenas tardes”, salude.
Me quedé boquiabierta al ver como el hombre con el que estaba se giro para verme. Era de presencia imponente, mirada pesada, porte perfecto. De esos hombres cuya presencia hipnotizan. Cabello oscuro, barba de candado afeitada perfectamente. Parpadee varias veces mientras el me miraba divertido.
“¿Usted es?”, me dijo ofreciéndome su mano a manera de saludo.
“Ca… Catrina Vidal”, respondí nerviosa.
“Mucho gusto Señorita Vidal, soy Danilo Ferrer”, cuando sujeto mi mano sentí una especie de calidez reconfortante.
“Es Señora Vidal”, Jayier carraspeo, ambos lo miramos.
“Catrina es la ésposa del senador Elian Brin”.
El señor Ferrer sonrío divertido lo que no entendí.
“Que suerte para el Senador Brin tener una esposa tan bella como usted, no podría decir lo mismo Señora Vidal para usted el tener un esposo como Brin”.
Arqueé una ceja.
El señor Ferrer se despidió dejandome con la duda.
“¿Por qué dijo eso?”, le pregunte a Javier.
“Danilo Ferrer es el Presidente de Monte Verde, también será el próximo gobernador del Estado Florencia, conoce a tu esposo creo que no se llevan, muchos piensan que tu marido es muy egocéntrico”.
Puse los ojos en blanco.
“Yo también lo creo”. Javier sonrie.
POV Catrina Vidal
Javier me invito a tomar asiénto en la pequeña salita donde solía recibir a sus clientes. Le pidió a su secretaria que nos trajera un té para hablar. Por un momento su mirada pacifica se convirtió a una compasiva.
“Siento mucho tu pérdida CaT, no imagino el dolor por el que estás pasando lo siento mucho”, toma mi mano y la aprieta con suavidad. Trato de contener las lagrimas que luchan por salir.
Niego.
“Gracias, estoy aprendienda o vivir con ello, aunque no creo que algún día desaparezca el dolor”.
“Animo, también quiero pedirte perdón por no haberte buscado antes, por la situación de tu padre ya que bueno tu marido no me dejaba acercarme, llamé, pero me dijeron que no me podías atender, supongo que fue por lo sucedido en las últimas semanas”.
“Supongo que sí”, dije pensando en que Elian, tal vez no lo dejó acercarse por que Javier no le agrada, por que sabe que tiene sentimientos hacia mí, aunque él es sólo mi amigo y ya habíamos hablado sobre eso.
“De hecho, por eso he venido Javier” , bajo la vista por un segundo.
“Quiero saber los detalles de lo que paso con mi padre, que fue lo que te dijo, si pudiste verlo, quiero saber”, dije en un hilo de voz al final.
Javier paso saliva, se puso de pie, fue a su escritorio y trajo con él un Ipad en sus manos. Lo mire fijamente al obseryar que estaba buscando algo. Me entrego el Ipad en las manos, era un video. Mis manos temblaron cuando pulse play.
“Hija, hijita mía, mi pequeña Cat”, mis ojos se humedecieron cuando vi la imagen de mi padre en pantalla lleve una mano tocándolo a través del cristal, nunca jamás lo volvería tocar en persona.
“Tal vez estás confundida, pero quiero que sepas que no te abandone por que quise, yo te iba a traer conmigo ese día, pero el tiempo se me termino, no te encontraba y tenía que irme antes de que vinieran por mí, por favor perdóname tu no tienes la culpa de nada de lo que esta pasando, quiero que sepas que soy inocente y regresaré pronto para aclarar mi situación legal, te amo hija nunca lo olvides”.
Me quede en silencio.
“¿Estás bien?”, pregunta Javier acercándome un pañuelo que tomo para limpiar mis ojos.
Asiento.
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