Amarte es mi capricho -
Capítulo 49
Capítulo 49:
Al verme llegar, enseguida me atienden, saben a que vine y me indican la habitación donde esta ella. No tienen que darme indicaciones, conozco este hospital como la palma de mi mano, puesto que es mío. Al dar vuelta en uno de los pasillos me topo con mi hermana.
“¿Dónde está?”, le pregunto mientras mi voz tiembla.
Mi hermana se muerde el labio, estoy desesperado por tener una respuesta, maldita sea, necesito verla.
“Elian, necesito que te calmes”.
“¡Con un carajo! ¿Cómo me voy a calmar si no se lo que sucede? Apenas hace unas horas estuve con Catrina”.
“Elian, por favor hermano, ven conmigo”.
Al ver su rostro mi espalda se tensa y comprendo por que quiere que la acompañe. Mis ojos se enrojecen. Me abraza, el llanto se apodera de mi y los dos lloramos. Me aparto de ella.
“¿Cat?”, pregunto esperando lo peor.
“Ella esta bien, está estable, pero”.
“Mi hijo”.
Sally aprieta los labios. Llevo el rostro a la pared donde le doy un puñetazo tratando de ahogar el dolor que siento en mi pecho.
¡No! Todas las ilusiones que tenía de ser padre, se han esfumado, me doy vuelta apoyando la espalda en la pared.
“Elian acompáñame”.
Camino con mi hermana hasta su consultorio, me anima a sentarme. Lo hago por inercia. Tengo un nudo clavado en mi garganta. Llevo las manos al rostro, respiro profundo tratando de ser fuerte.
“Elian”.
Miro a mi hermana, ella me mira con lastima.
“Tuvimos una pelea”, me lamento.
“Pero no pensé que fuera motivo como para querer suicidarse, no se que pasa con nosotros Sally, estábamos tan bien”.
“Es que no creo que haya querido quitarse la vida”, titubea, entrecierró los ojos mirándola con atención.
“¿A que te refieres?
Sally inhala una bocanada de aire.
“Elian, debes ser fuerte ante lo que te voy a decir, cuando llegamos por Catrina, yo misma revisé la habitación, había pastillas… para abortar”.
Abro por completo los ojos. Me pongo de pie, una ola de ira se va apoderando de mi cuerpo al mismo tiempo que mi corazón bombea la sangre.
´Ella quiso abortar, no quería quitarse la vida, quería deshacerse de nuestro hijo´.
Aprieto los dientes con fuerza.
Puedo ver en el rostro de mi hermana el miedo que le proyecto. Nunca pensé que Catrina fuera capaz de querer deshacerse de nuestro hijo.
Esto jamás se lo perdonaré. Jamás.
Sin decir palabra, paso de largo a un lado de Sally. Salgo del consultorio ella me toma de la mano, me pide que me tranquilice primero antes de ver a Catrina, no puedo contener todo esta furia que siento, necesito respuestas. Me zafo de su agarre caminando más rápido.
El estruendo de la puerta al abrirla hace que Catrina abra los ojos de manera repentina, me mira desorientada. Su rostro inocente hace que mi furia se acreciente de manera veloz.
“Elian, nuestro bebe!”, musita.
“¡Eres una asesina!¡Tú lo mataste!”, me abalanzo sobre ella estrujando su cuerpo debilitado mientras lagrimas escurren de sus ojos.
Mi hermana intenta apartarme, pero no me quito, quiero hacerle pagar el daño que me ha causado. Ella no tenía derecho a decidir de esta manera sobre nuestro hijo.
“Yo nunca, yo no lo haría, yo amo a mi bebé”, llora desconsolada pero no le creo, esta fingiendo o esta arrepentida por lo que acaba de hacer.
“¡No mientas!”, trato de estrangularla, mientras escucho la voz de mi hermana que me pide que la deje, no puedo, es como si mis manos tuvieran vida propia quiero vengar a mi hijo, él no se merecía esto.
“Mi bebé”, sigue llorando, comienza a ponerse pálida dejo de apretar su cuello cuando se desmaya entre mis manos.
“¿Qué has hecho?”, grita mi hermana.
“¡Ayuda! ¡Ayuda!”, sale al marco de la puerta.
Tomo sus signos vitales, esta respirando solo se desmayó ya que aún tiene pulso.
La miro, escogí a Catrina para ser mi compañera de vida, pensé que era una buena mujer, pero veo que no la conocía del todo bien. Mi hermana alterada regresa.
“No esta muerta si es lo que quieres saber, se ha desmayado”, le digo sin atisbo de emoción en mi voz. Mi hermana me observa,como si estuviera frente a ella alguna especie de monstruo.
“Elian”.
“Me voy a casa, no te preocupes por mí”.
Mi hermana no mé sigue. Camino sintiéndome un zombi. Quisiera dormir ypensar que todo esto ha sido una pesadilla, Pero es la realidad.
´Te haré pagar Catrina, por haber asesinado a nuestro hijo´.
POV Catrina Vidal
Abro los ojos. La habitación donde me encuentro esta vacía. No se si lo que estoy viviendo es una pesadilla. Me siento débil, todo mi cuerpo me duele, no estoy segura de lo que esta pasando por que no recuerdo nada. Mi mente trata de recordar que fue lo que paso pero el último recuerdo es el que tengo cuando salí del edificio de Nubak hacía el cementerio.
Tal vez mi mente ha bloqueado los demás recuerdos. Miro hacía abajo, estoy en una camilla de hospital, con una bata puesta, cateters y mangueras conectadas a bolsas de suero. Mi garganta esta seca, quiero moverme, pero es muy difícil.
Sally entra con un expediente en la mano. Su rostro es gélido. La observo.
“¿Cómo te sientes?”, pregunta con tono de voz seco.
“No lo sé, ¿Qué paso Sally? No recuerdo nada”, le digo llevándome las manos al rostro, lo froto con fuerza no recuerdo nada, por más que intento.
Sally comienza a revisar el catéter conectado a mi mano mientras me dice.
“Ingeriste una gran cantidad de pastillas para abortar, pusiste en riesgo tu salud y… no pudimos hacer nada para salvar a mi sobrino”.
´¿Para abortar?´. Lagrimas comienzan a escurrir de mis ojos.
“Yo no lo hice”, lloro.
“Jamás haría algo en contra de mi bebé”.
“Catrina, yo misma vi el frasco de pastillas a tu lado”.
La miro desconsolada, mi pecho comienza a arder, es muy fuerte el dolor que siento en estos momentos, es dolor emocional, no físico.
“Mi bebé”, mi labio comienza a temblar.
“¿Por qué Cat?”, pregunta Sally de nuevo con los ojos llorosos.
“¿Por qué lo hiciste? Elian esta devastado. Elian”.
“Es que yo no fui, te lo juro Sally, por el amor que le tengo a tu hermano”.
Ella niega.
“Elian dice que pelearon antes de encontrarte inconsciente”.
“Si peleamos, pero yo iba camino al cementerio, es lo último que recuerdo, no recuerdo nada más2.
Sally suspira.
“No lo sé Catrina, quisiera creerte pero también debo apoyar a Elian, el dueño del motel dice que llegaste sola en el auto”.
“¡Eso no puede ser cierto, por que yo no lo recuerdo! ¿Dónde esta Elian?, tengo que explicarle”.
Sally se aleja un paso de la cama, preparándose para salir .
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