Amarte es mi capricho
Capítulo 46

Capítulo 46:

Esta vez más dolida no puedo estar. No conformes con el dolor que siento por la muerte de mi padre también asesinaron a mi Cookie. Aprieto los puños con fuerza, me giro y a las primeras personas que miro es a Idelina, Angelica y Camila.

“Cat… tranquila”, me dice Elian adivinando que es lo que estoy a punto de hacer.

“Fuiste tu Camila verdad”, mi voz suena llena de furia. Camila niega de inmediato poniendo rostro de indignada.

“No, ni siquiera me acerque a ese gato”.

“¡No mientas! Tu no querías a cookie”, mi voz se quiebra.

“¡Yo no mataría un gato!”, se excusa.

“¿Fuiste capaz de hacer eso madre?, Elian gruñe al igual que yo le duele la muerte de Cookie, era nuestra gatita, también la quería.

“No Elian, jamás lo haría, no me agradan los animales, pero no lo haría”.

“¡No mientas!”, grito furiosa, en medio del llanto. Siento que ya no puedo más. Idelina me abraza.

“Mi niña, cuánto lo siento”, escucho que dice mientras me acaricia la espalda.

“Mi Cookie”, lloro.

“Gómez checa todas las cámaras de la casa, encontraremos al culpable. ven Cat”.

“No”, sentencio.

“Quiero saber quien fue, ¡Si fue tu madre la quiero fuera de esta casa!”.

“Cat vamos”, dice.

Pero no me muevo.

“Elian tienes una reunión en media hora, llegaremos tarde”, dice Angelica, la miro con furia.

“Ahora no Angelica, tengo que estar con mi esposa”, le dice, como ve que no pretendo moverme me carga como si fuera un bebé entre sus brazos.

“Elian”, le replico.

“Necesitas descansar”, dice.

Pego mi rostro a su pecho sin importarme que pueda mojar su camisa con mis lágrimas. Elian entra a nuestra habitación y se sienta en la cama, no me suelta.

“Lo siento Cat, si fue mi madre prometo que yo mismo la sacaré de la casa”, dice, pega su frente a la mía.

“No sabes el dolor que me causa verte sufrir, quiero estar contigo, expresarte mi apoyo, pero no sé cómo”.

“Sólo abrázame”, le pido, cuelgo mis brazos a su cuello y el oprime mi cuerpo a su pecho.

Narrador omnisciente

Después de que Camila y Angelica se quedaron a solas fuera de la residencia de los Brin. Camila fulminó a Angelica puesto que ella no había sido quien mato a la gata de su nuera.

“¿Qué?”, exclamo Angelica al sentir el peso de la mirada acusativa de Camila.

“No pensé que serias capaz de matar un gato para para fastidiar a Catrina”, espeta de forma seria cruzándose de brazos.

“Yo no fui”, Angelica se defiende poniendo cara de indignada.

Camila para nada le cree, la conoce demasiado bien.

“Después de que le fueras infiel a mi hijo en su propia casa, Elian mando poner cámaras de seguridad por todas partes,si se entera que fuiste tú, no tendrás ni una sola oportunidad de volver a acercarte a nuestra familia”.

Angelica frunció los labios. Ella sabía perfectamente lo de las cámaras de seguridad las había visto por casualidad, a pesar de que estaban escondidas en puntos estratégicos de toda la casa.

Por ello su plan perfecto no podía fallar, ella no fue quien le dio alimento envenenado a la gata de Catrina, si no que aún había una empleada fiel a la que pudo chantajear con mucho dinero para que por la noche mientras nadie veía le diera el alimento envenenado al gato.

Luego le dije que después de unos días desapareciera de la residencia de los Brin sin dejar rastro.

La empleada al principio dudo, pero como fue Angelica quien la contrato en un inicio para trabajar en la  residencia de los Brin cuando vivía con Elian se sintió en deuda con ella. Por eso fue que lo hizo.

POV Catrina Vidal

Después de rato, de tranquilizarme un poco en los brazos de Elian. Gómez apareció en nuestra habitación. La puerta estaba abierta por lo que carraspeo. Ambos lo miramos y baje de sus piernas, poniéndonos de pie.

“Señor, he encontrado algo, pero no estoy muy seguro, la única persona que se ve en las cámaras que le dio algo de alimentao Ccookie fue Karina, la empleada domestica del turno de la tarde”.

“Manda llamar a Karina”, dice Elian de forma seria.

“Señor, Karina renunció el día de ayer, dijo que tenía un problema familiar que ya no le permitiría seguir trabajando con nosotros”.

“¿Qué razón tendría Karina para hacerle algo a Cookie?”, exclamo.

“¿Hubo alguien más cerca de Cookie Gómez?”, le pregunto desesperada.

“No señora, nadie más, Karina solía dejarle alimento a Cookie todas las noches por lo que es poco probable que haya sido ella quien la enveneno, lo siento, no sabemos que pudo haber pasado”.

Frunzo los labios.

Miro a Elian.

“Lleva a Cookie a cremar, Gómez”.

Gómez asiente.

“Si señor”, y se retira de la habitación.

“Lo siento Cat, esta es una pesadilla de la cual saldremos adelante, lo prometo”.

Mis ojos están tan rojos que creo que ya no me quedan más lagrimas por derramar. Mi corazón esta dolido. No se como me voy a recuperar, papá y Cookie no merecian esto.

Pasaron varios días después, poco a poco comenzaba a salir de la habitación. Idelina no se daba por vencida conmigo, trataba de que no me sintiera sola mientras Elian estaba trabajando.

Me llevaba a la cocina, comíamos juntas y no me quitaba la vista hasta que comiera lo suficiente. Siempre me recordaba que tenia que estar fuerte por mi bebé.

Le agradecía mucho a Idelina por estar conmigo en estos momentos. Ella de alguna manera hacía que mis días fueran más llevaderos.

Un día por la mañana recibí una llamada de Cristal.

“Amiga, ¿Cómo has estado? Te extraño muchísimo, el trabajo en la empresa me esta consumiendo, ¿Cuándo regresarás?”.

Me quede en silencio por unos segundos.

“No lo se amiga, no tengo ánimos de nada, Elian se desespera al verme triste y a veces peleamos por eso, siento que mi vida se esta derrumbando”.

“¡Amiga! No digas eso… por favor… yo te quiero mucho y estoy contigo para lo que necesites, por favor regresa a la empresa”.

“Pasa algo que me quieras decir”, le pregunto al escuchar su insistencia en que regrese.

Hay un silencio.

“Necesito decirte algo Cat, soy tu amiga y debo velar por que estés bien, desde que Angelica se instalo en Nubak, se cree la dueña y señora de la empresa, se que estas pasando por un momento difícil, pero reconozco a las zorras cuando las veo, necesitas hacer algo antes de que pueda hacerte una mala jugada con Elian”.

Frunzo el ceño.

Últimamente Elian y Angelica pasaban mucho tiempo juntos, era por la campaña. Aunque anteriormente Angelica había dicho que lo hacía por ayudarlo, podía ser que se pudiera aprovechar de que últimamente hemos estado distanciados.

De pronto los celos me invadieron.

No permitiría que también me quitaran a mi marido.

“Regresare a Nubak, Cristal”, añadí.

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