Amarte es mi capricho
Capítulo 44

Capítulo 44:

“Nuestro hijo será muy afortunado de tener un padre como tu esposo mío”.

“Siempre pensé que debía estar preparado para ser padre, pero la verdad es que me emociona mucho poder serlo, ahora que nuestra vida esta a punto de cambiar, seré gobernador, tu la primera dama del estado, tendremos un hijo y tengo todo lo que amo conmigo”.

Esbozo una sonrisa llena de felicidad.

Después de asearnos bajamos al comedor para desayunar, para nuestra sorpresa Sally estaba en casa, sonriente como siempre.

“¿Cómo amaneció la pequeña cosita de carne que llevas en tu vientre?”, pregunta apenas nos ve.

Elian pone los ojos en blanco mientrás me ofrece la silla para sentarme.

“Creo que bien, aún no es pataditas, ¿Es normal eso?”.

Elian y Sally se miran.

“Es normal cariño, apenas tienes unas semanas de embarazo, los movimientos del bebé aparecerán después del cuarto mes, tal vez”, Elian toma asiento en su lugar del comedor.

Hago un puchero, toco mi estomago que apenas se puede ver ligeramente abultado. Estoy tan entusiasmada con el embarazo que cambie mi café de las mañanas por un jugo y fruta, quiero estar lo más sana posible para que mi bebé venga saludable a este mundo.

“Buenos días, Camila”, saludo a mi suegra quien me dirige una sonrisa forzada.

“Buenos días Catrina”, dice y sigue comiendo

“Estuve leyendo en internet sobre que los gatos no son buenos para estar cerca de una mujer embarazada, pienso que tal vez deberías alejar un poco al gato no quiero que mi nieto sufra por ese pedazo de pelos”.

Frunzo el ceño.

“No es gato, es gata y se llama Cookie, y nocreo Camila, que sea cierto eso de que los gatos hacen daño durante el embarazo, no entiendo como un ser tan tierno puede hacer daño”.

Camila tuerce los labios con disgusto.

“¿Tu que opinas Elian? Eres doctor hijo, y el padre del niño que esta mujer inconsciente lleva en el vientre”.

Cuando dice la palabra ´inconsciente´ siento como una ola de furia nace dentro de mi ser. Jamás sería una madre inconsciente. Fulmino a Elian con la mirada mientras carraspea.

“Los gatos si pueden transmitir una enfermedad a las mujeres embarazadas, se llama toxoplasmospeirso, pero el riesgo de que Cookie contraiga el virus es casi nulo, ya que para que un gato se infecte debería comer carne cruda y tener deficiente higiene, nuestra gata esta limpia y la asean correctamente, así que no hay tal riesgo madre”.

Sonrio satisfecha con la respuesta de Elian. Mi suegra bufa.

“Como quieran, luego no digan que no les advertí”.

“Mamá, sabemos que te preocupas por tu nieto, todos estamos emocionados, pero Elian y Cat son los padres y los que deciden como llevar su embarazo y en un futuro la crianza de su hijo,  nosotras estaremos sólo para malcriarlo”, Sally finaliza con una risita traviesa.

“No dejare que malcríes a mi hijo, Sally, crecerá siendo un mimado”, le reprocha Elian.

Observo divertida como los dos pelean como si fueran niños pequeños, no cabe duda de que son hermanos.

Escuchamos el timbre de la puerta. Vemos como Idelina pasa corriendo en dirección de la puerta. Unos segundos más tarde escuchamos el taconeo de unos zapatos altos y Angelica aparece en la habitación.

“¡Buenos días familia!”, dice mientras deja a un lado de mi plato una cajita de celofán con un gran moño rojo, en el interior se puede ver que tiene galletas.

“Para la futura madre”, esboza guiñándome un ojo.

Arqueo una ceja.

Angelica me sorprende, su actitud ha cambiado mucho, sin embargo, no pienso comerme estas galletas ya que son de dudosa procedencia.

Esperare a que se vaya para que Idelina haga algo con ellas.

“Buenos días al futuro padre”, los celos me invaden al ver que le da un beso inesperado a mi marido en la mejilla. Elian me mira de inmediato y yo lo amenazo con la mirada.

“¿A que debemos tu visita tan temprano Angelica?”, pregunta mi marido en tono serio.

“Papá me comento que con todo lo que sucedió hace unos días en la toma de posesión la candidatura, necesitas un asesor de campaña y quiero tomar el puesto”.

Miro a Angelica con desconfianza. Elian se queda serio

Sally al igual que yo, creemos que hay algo extraño en esa actitud demasiado amable.

“Siéntate Angelica, toma té con nosotros”.

“Hola Camila, gracías por la invitación”, rodea la silla de Elian y sorpresivamente se sienta a lado mío. Mi cuerpo sé tensa por completo al sentir su vibra, Estoy confundida si toda esta amabilidad es sincera o es un engaño.

Elian mira su taza de café pensativo. Luego alza la vista.

“Tengo que pensarlo, por ahora he movido mi oficina a Nubak ya que la policía se encuentra investigando, si te contratara como asesora de campaña tendrías que estar trabajando desde ahí”.

“¡Claro que si! ¡Contratame por favor! Quiero demostrarle a papá que mi titulo de leyes no ha sido en vano”, chilla.

Elian me mira buscando una aprobación. Me encojo de hombros.

“Si es por Catrina, me he disculpado con ella por las actitudes que tuve antes, he reflexionado y aceptado que ella es quien esta contigo ahora”.

“Y ¿Entonces por que quieres trabajar justamente con Elian, Angelica?, la cuestiona Sally de repente.

Angelica sonrie.

“Por que Elian necesita un asesor de campaña y yo quiero ayudarle”.

Siento que Sally no se va a dar por vencida, Elian comienza a poner rostro de impaciencia y yo intervengo.

“Si son unos meses no creo que haya problema, espero que seas profesional Angelica, que tus intenciones sean solo para ayudar”.

“De eso no te quede duda Catrina”.

“Bien, entonces serás mi asesora, te espero en una hora en la oficina”, le dice Elian.

El rostro de Angelica se ilumina.

Escuchamos que alguien llama a la puerta, pongo atención y mi corazón da un vuelco cuando a lo lejos escucho la voz de Javier. Inmediatamente me levanto de mi silla.

Elian se levanta y camina detrás de mí.

“¡Javier regresaste!. Digo llena de emoción de poder tener noticias sobre mi padre.

“Catrina”, me detengo en seco al  ver su rostro.

“¿Paso algo? ¿Dime que papá es inocente?”, Javier se queda en silencio.

Siento el brazo de Elian que rodea mi cintura, pero me deslindo y camino hacía Javier.

“Javier dime que viste a mi padre”, le suplico una respuesta ante lo callado que esta.

“Si lo vi”, dice y baja la mirada haciendo que mi espalda se tense.

“¿Entonces?”.

Toma mis brazos con sus manos y los aprieta con suavidad.

“A parecer no era el único que sabía donde esta tu padre, ya que un día después de que hablamos apareció muerto en su casa, lo siento mucho Catrina”.

En ese instante mi corazón se rompió en mil pedazos, comencé a sentir como mis nervios  colapsaban, lleve mis manos al cabello moviendo instintivamente mi cabeza a ambos lados en forma de negativa.

“i¡No!! ¡¡No!! ¡¡No!!”.

Comencé a gritar, mientras que mis piernas flaquearon pero Elian me detuvo en el aire, me abrazo con todas sus fuerzas mientras lloraba desconsolada.

Mi papá, tenía la esperanza de volver a verlo pero estaba muerto, me negaba a creerlo, ¿Por qué?

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