Amarte es mi capricho -
Capítulo 32
Capítulo 32:
Camila se retuerce del coraje, me asesina con la mirada y exclama cuando me barre con la mirada
“¡Eso jamás!”.
Sale de la oficina dando un portazo.
Me dejo caer en mi silla resoplando. Giro la silla para ver a través de la ventana, el día ésta nublado, parece que lloverá, este clima me hace momentos tristes que he pasado y sin Elian aquí conmigo me siento aún peor. Me abrazo a mí misma sintiéndome cansada. Lo único que anhelo es llegar a casa a darme un baño con agua caliente.
POV Catrina Vidal
Gómez conducía hacia la residencia de los Brin.
El día se oscuro y se había convertido de uno soleado a uno lluvioso, era aproximadamente las ocho de la noche. Estaba demasiado cansada y hambrienta. Mi estomago clamaba por un plato de sopa caliente de los que hacía Idelina.
En cuánto estaciono el auto salí disparada hacía la puerta de entrada, pero estaba cerrada. Fruncí mis cejas.
Idelina siempre la dejaba abierta. Yo no tenía llave de la casa ahora que recuerdo, nunca la había necesitado.Voltee a ver a Gomez quien esperaba en el auto.
“¿Pasa algo señora?”, pregunta con amabilidad.
Asiento.
“La puerta de la casa esta cerrada, ¿De casualidad tiene alguna llave que pueda abrir?”, le pregunto casi desesperada.
Mi cuerpo vuélve a la tranquilidad cuando veo que Gomez saca del auto un juego de llaves.
“Son las llaves de la casa, señora”.
Introduzco las llaves una por una, pero ninguna encaja. Lo miro de nuevo.
“No puedo abrir completo”, le digo.
Gomez abre por los ojos. Esta igual de sorprendido que yo.
“Permítame intentarlo”, dice tomando las llaves de mis manos, me hago a un lado para darle espacio. Igual, trata de introducir una a una las llaves, pero nada, ninguna encaja.
Me mira completamente atónito.
“Estas son las llaves señora, he abierto esta casa una multitud de veces con estas llaves,no se que está sucediendo”, espeta preocupado.
Muerdo mi labio.
“Lo único que sucede es que mí querida suegra cambio la cerradura”.
Él me acabo de mirat sorprendido de la acusación que hacer.
“La señora Camila”.
“Si ella me odia, no encuentro otra explicación, llamare a la casa para que Idelina me abra”.
Marco el número de la casa, pero quien me responde es otra voz.
“¿Qué quieres niña tonta?”.
Aprieto los dientes. No estoy para juegos en estos momentos.
“!Quieró entrar a la casa ahora!”.
Escucho su risa al otro lado de la línea.
“Esta es mi casa y mientras Elian no este, yo decidió a quien dejo entrar o no”.
“¡También es mi casa por que soy la esposa de Elian! ¡Soy Catrina Brin le guste o no!”.
“¡Ni en tus sueños!”, exclama para luego colgar.
Trato de pensar con la poca cordura que me queda, la lluvia nos esta mojando, estoy a punto de agarrar a patadas la puerta de la desesperación. Doy un respiro y marco el número de Sally. A ella si le agrado tal vez pueda ayudarme. La madre de Elian no me puede dejar en la calle.
“Hola”, escucho su animada voz me hace sentir un poco de esperanza.
“¡Sally!”, la saludo.
“Cat, ¿Cómo estás? Elian me dijo que salió de viaje”.
“Si, si por eso te llamo, ¿Dónde estás?”, le pregunto ansiosa.
“Estoy en el hospital, me quedaré toda la noche hemos recibido casos muy puntuales que debemos atender, pero dime, que necesitas”.
Muerdo mi labio, estoy a punto de decirle lo que sucede con su madre, pero sería ponerla en contra de ella.
“Pensé que estabas en casa, olvídalo, Sally, no tiene importancia”, frunzo los labios al ver la mirada acusante de Gomez, puedo ver que espera que le diga a Sally que sucede.
“Okey esta bien, nos vemos mañana Cat.”
“Si”, cuelgo.
Miro a Gomez, pobre al igual que yo estamos empapados. Comienzo a sentir mucho frío.
“Llévame a un hotel por favor”, le pido derrotada. No tiene caso forzar las cosas por que se que la madre de Elian no siente piedad por mi y no me dejará entrar.
Por ahora me quedaré en un hotel.
Llegamos al Hotel Gran Plaza, de los más lujosos de la ciudad. Pido una habitación y pago con la tarjeta dorada que Elian me dio. Bendigo el haberla conservado conmigo.
Me dirijo a Gómez quien espera de pie junto a la salita de recepción.
“¿Podría conseguir algo de ropa por favor? No tengo nada”, digo mordiendo mi labio con vergúenza.
El señor Gómez asiente compasivo, sabe lo que estoy pasando por que ha sido testigo. Le entrego la tarjeta, pero me la rechaza.
“El Señor Elian me ha entregado una tarjeta para cualquier cosa que la señora necesite”.
Abro los ojos con sorpresa, otra vez Elian anticipándose a las cosas, siempre vienen a mi como si fuera mi héroe, por eso lo amo.
“Descuide, pediré que traigan ropa de las mejores tiendas”.
“También compre para usted”, le digo, merece algo de gratitud después de todo lo que ha hecho por mí, pero niega de manera seria.
“Yo me cambiaré en casa señora, cualquier cosa que necesite solo llame y en cinco minutos estaré aquí”.
“Gracias, una última cosa, por favor no le diga a Elian lo que ha pasado, cuando regrese yo misma se lo dire”.
Me despido de Gómez con una sonrisa para luego subir por elevador hasta la suite junior que pedí. Aunque al ver la tarjeta y el nombre en ella.
Me ofrecieron la suite presidencial, aunque no tenía caso ya que era yo sola, adémás podía conformarme con una simple habitación que tuviera cama.
Apenas entre a la habitación me deshice de mis zapatos. Se sentía tan bien pisar la alfombra descalza. Comencé a quitarme la ropa que estaba húmeda. Un resfriado seguro, el qué tendría después de la mojada de hoy. A punto de enfundarme en una de las batas que encontré en el baño, mi móvil sonó. Era Elian.
“Hola cariño”, lo saludéme, sentía más tranquila aquí no tendría que estar viéndole el rostro a la pesada de mi suegra.
“¿Dónde estás?”, pregunta ni si quiera me saluda.
Muerdo mi labio indeciso.
“En la casa”, miento.
“Se que estas en un hotel”, añade, pongo los ojos en blanco.
“Gómez es un chismoso, le advertí que no te lo dijera”, suelto con molestia.
“El le debe lealtad a su jefe, y soy yo”.
“Entonces, por que preguntas donde estoy si ya lo sabías”, le reclamo.
Me siento en el borde de la cama.
Suspiro.
“Me enternece las cosas que haces para no tener problemas con mi madre, te compensaré cuando regresé”.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar