Amarte es mi capricho -
Capítulo 28
Capítulo 28:
“¿Cuántas veces tiene que llamar tu madre para que le contestes Elan?”, le pregunto de manera acusadora sentándome sobre la cama a un lado de él abrazándome de las rodillas. Pero él abre sus brazos y me atrae de nuevo a su cuerpo.
“¿En verdad tienen una relación tan mala?”.
“No es que no me lleve con mi madre, la quiero, pero cree que por ser mi madre puede decidir sobre mi vida”.
Arqueo una ceja.
“¿A qué te refieres?”.
Lo abrazo con fuerza, me besa en la frente.
“Esta enfadada por que me case sin habérselo dicho”, sonríe de medio lado.
“Um”.
“Tranquila, sólo estará, unos días, nunca le ha gustado La Capital, ni por que sus hijos vivimos aquí”, refunfuña.
“Solo te pido que la aguantes el tiempo que este en casa”, acaricia mi mejilla y me besa.
“No me gustan las peleas, sabes”.
Me encojo de hombros.
“No creo que sea difícil, además”, lo miro directo a los ojos, sus ojos cólor miel son tan hermosos que haría todo lo que él me pidiera sin pensarlo.
“No me importa si no le agrado a tu madre, a mi me basta y me sobra que tú me quieras, nada más”.
Elian sonríe satisfecho con mi respuesta. Mi estomago gruñe y ambos reimos.
“Deberíamos bajar a desayunar es algo tarde”, dice de manera apacible pero niego con la cabeza, recuerdo el arcón de botanas gourmet que nos regalaron en el restaurante. Me levanto voy por él y regreso a la cama, lo pongo en medio de los dos. Elian me mirá entrecerrando los ojos.
“¿Nunca has desayunado desnudo?”, pregunto.
Me doy cuenta de que me siento cómoda, esta es mi manera de ser, simple, me gusta la Cat que soy cuando estoy con él.
No tengo que pensar en comportarme, en medir cada uno de mis movimientos para parecer una mujer recatada, la esposa perfecta, puedo ser yo por que a el le gusta mi manera de ser, lo compruebo cada vez que sonríe cuando digo o hago algo que normalmente no haría, pero es atrevido.
“Lo he hecho”, gesticula con rostro gélido, micorazón me alerta que tal vez esta recordando algún momento con su ex y los celos me invaden de repente, no debi abrir esa herida.
Me pregunto si Elian aún la sigue amando.
“Esta canasta tiene solo bocadillos y dulces, nada nutritivo”.
“¡No seas aburrido marido! A veces se vale comportarse como niños para disfrutar un poco de la vida, no todo es aburrimiento o sufrimiento”.
Mis ojos se humedecen al recordar algunas cosas de mi pasado. Elian me mira, me mira y me mira.
“Eso es lo que me gusta de ti Cat, lo autentica que eres, lo alegre a pesar de las circunstancias eres una persona fuerte”.
Toma una fresa de un recipiente pequeño, al parecer han conservado su frescura, la sumerge en el recipiente de chocolate liquido que ha encontrado en la canasta, la sumerge pasándola entre mis dos senos y va embarrando de chocolate mi piel, mientras que mis piernas se contraen ante ese acto.
Elian acerca su rostro, me da a morder la fresa, luego él la termina y se inclina para desaparecer con su lengua todo rastro de chocolate en mi piel. Mi respiración esta a tope.
¿Puede Ellan ser aún más sensual? Si, si puede.
Tengo que pasar saliva cuando cruzamos nuestras miradas. Introduce un dedo en el recipiente de chocolate nuevamente, masajea paciente mi pecho,tengo que respirar profundo. La humedad entre mis piernas me ha invadido y no sé cómo él convirtió un acto tan inocente como desayunar en la cama en algo tremendamente sensual.
Nuevamente, besa y mordisquea, me siento a tope, siento que no puedo más, tomo el arcón con mi mano dejándolo caer en el suelo y me monto sobre su cintura. Me mira fijamente, pone sus manos en mis caderas. Lo miro como un cazador a su presa.
´Eres mío Elian Brin´ le hago saber a través de mi mirada de dominio. Él sonrie, me esta retando, quiere que le muestre de lo que soy capaz. Me muevo un poco acomodando mi cuerpo hasta que arqueo mi espalda, jadeando al sentirlo dentro.
Pero en un acto de juego de poder, me toma y me gira quedando sobre mi cuerpo. Eso es algo que no me lo esperaba. A Elian le encanta tener el control, hasta en nuestra cama.
Sonrio lasciva, Suelto tremendo jadeo con el primer empuje. Elian gruñe. Besa mi cuello mientras el ritmo del movimiento de sus caderas se va haciendo constante, aferro mis brazos a su espalda que parece de acero, jamás lo he visto hacer ejercicio, ¿El sexo contará como ejercicio?
“Mirame”, gime.
Pone sus manos en mi rostro, sigue empujando, siento su cuerpo húmedo al igual que el mío.
“Elian”, suspiro, arqueo mi cuerpo.
“Dilo… no te contengas… Cat”.
“Me encanta como me lo haces”, suelto con la voz entrecortada por la excitación que sus movimientos me provocan, se vuelven más rápidos y menos delicados, más rudos y eso me incita, me descontrola.
“Me encanta como me posees, como me haces tuya”.
“Eres mía Cat”.
“Si”, gimo.
De pronto mi cuerpo colisiona, siento mil y una sensaciones, pequeñas contracciones que emanan desde el interior de mi intimidad. Tiemblo como gelatina. Elian se viene también. El esta agitado, puedo sentir su piel húmeda de sudor.
“Me dejas exhausto”, se mofa en mi oído con voz entrecortada.
Sonrío.
“Tu, me haces temblar como gelatina”, suspiro.
Besa mi cuello, me hace cosquillas, tener su cuerpo sobre el mío me hace sentir pequeña. Pero encajamos tan bien. Elian se mueve a un lado para después ponerse de pie.
“Deberíamos regresar a casa, hay asuntos que necesito arreglar en Nubak y tu aceptaste mi oferta de trabajo, no me gustan los empleados holgazanes”, lo aniquilo con la mirada, mientras ríe burlón.
“¿La esposa del propietario de la empresa no tiene consideraciones?”, pregunto con falsa inocencia.
Niega.
Le aviento una almohada directo a la cabeza, da directo en el blanco ni si quiera la vio venir, río a carcajadas.
“Oye”, dice entre risitas, luego se deja caer sobre mí.
“Si quieres consideraciones tendrás que ganarlas, hay dos opciones, la primera trabajando muy duro jovencittae, lo advierto soy un jefe exigentela, otra es”.
Acaricia con sus dedos mi monte de venus. Abro los ojos enormes, aparto su mano de inmediato.
“¡Por Dios, eres un corrupto!”.
Elian suelta una carcajada, su risa es como melodía para mis oídos me encanta verlo sonreír.
“Los políticos tienen fama de ser corruptos, mi pequeña gatita”.
´Pequeña gatita´.
“Ese hecho no quiere decir que tu lo tengas que ser, ¿Eres corrupto Elian?”.
Le preguntoacusándolo con la voz, de pronto el miedo me invade, no quisiera perdera Elian por algún mal negocio como perdía a papá. El es todo lo que tengo en mi vida,y no se que sería de la mía si no estuviera en ella. Elian acaricia mi mejilla dándose cuenta de mis pensamientos.
“No soy corrupto, nunca he tenido necesidad de serlo, todo lo que tengo es producto de mi esfuerzo y trabajo, no tienes por que temer”.
Me regala una hermosa sonrisa que me tranquiliza al instante.
“Vamos a bañarnos”, me jala de una mano.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar