Amarte es mi capricho
Capítulo 19

Capítulo 19:

“Así se llama la ex de mi hermano y es hija del gobernador”, detengo la búsqueda del vestido en mi closet por un momento, quisiera preguntarle tantas cosas a Sally pero no se si obtendré respuesta, tal vez Elian le dijo que no me contará como lo hizo con Idelina, me limito a asentir.

“Cat déjame ayudarte a elegir el vestido perfecto para ti, estoy segura que serás la chica más hermosa de todo el evento, incluso derretirás a mi tarado hermano”.

“No se como ella pudo haberle sido infiel”, suelto.

“Es una tonta Cat, Angelica es una persona malintencionadea, egoísta, se aprovechó de los incontables viajes que el trabajo como senador y empresario le demandaban a Elian, y se metió con uno de sus amigos”.

Abro los ojos como platos.

“Lo último que supe fue que ella intento reconquistarlo después de la pelea, él le pidió que se dieran un tiempo, ella se fue de vacaciones por Europa esperando que a su regreso mi hermano la recibiera con los brazos abiertos, lo que ni se imagina es que mi hermano le dará la sorpresa de que ahora esta casado”.

“Esa era la venganza”.

“Supongo que si”, Sally se muerde el labio.

“Venganza o no venganza tu tienes que ser la envidia de todas las mujeres y no por estar con el Senador Brin, si no por que eres mujer, eres joven y hermosa Cat, cualquier hombre estaría feliz por estar con alguien tan valiosa como tú”.

Más que darme ánimos, las palabras de Sally me dan para abajo.

“Lo dices por que Elian no me ama”, refuto. Sally me toma de ambas manos.

“Te lo digo por que veo como lo miras, con ojos de amor, me agradas Cat, no quisiera que  sufrieras”, abrazo a Sally, ella también me abraza.

“Gracias”, musito.

Sally es buena amiga, se que sus palabras las dice con la mejor intención.

Nos decidimos por un vestido negro, sin escote, pero con espalda descubierta. Me puse unos pendientes de brillantes, así como una pulserita que hacia juego  con mi anillo de bodas, Sally me ayudo a peinarme, me hizo un recogido en forma de cebolla, me maquille en tonos marrón.

Apenas terminé de ponerme el labial, vi a través del espejo que Elian estaba parado en la puerta. Me gire para verlo. Llevaba puesto un smoking muy elegante, pero el corbatín lo lleyaba en la mano.

“¿Alguna de ustedes me puede ayudar a ponerlo?”, pregunto con cara de niño.

“Ven acá”, le dijé.

Sally dijo que tenía cosas que hacer, sabía que se iba para dejarme a solas con su hermano. Tomé el corbatín de sus manos y me dispuse a acomodarlo.

“¿Cómo es que sabes?, pregunta curioso.

Le respondo sin dejar de concentrarme en lo que estoy haciendo.

“Tuve que aprender para ayudar a papá en muchas cosas cuando mi madre murió”.

Elian me ve con esa suavidad que me envuelve y me estremece. Esa mirada que me hace tiritar de emoción descontrolada. Desvio la vista ahora que se que un ´nosotros´ no va a haber. Él sujeta mi barbilla para que lo mire.

“Te vez hermosa Cat, gracias por hacer esto conmigo”.

Sonreí levemente. No podía dejarlo solo sabiendo que por ahí ahí una mujer malvada que le hizo mucho daño en el pasado. Tenía que defenderlo, no dejaría que alguien volviera a lastimar a mi Elian. Elian me ofreció su mano para que la tomará, lo hice y bajamos escaleras para salir de casa.

“¡Mi niña te ves hermosa!”, exclamo Idelina que nos esperaba en la puerta.

“Gracias Idelina, me sonrojas”, le digo con una sonrisa.

“¿Verdad que si Elian, Cat se ve hermosa?”.

Volteo para ver de reojo a Elian, quien me ve de forma divertida.

“Cat se ve muy hermosa”.

Mi cuerpo se tensa cuando acerca sú rostro a mi oído y susurra.

“Y antójable también”.

Lo miro incrédula, un mar de emociones se cierne sobre todo mi ser, desembocando en la parte intima de mis piernas, su sola voz ha hecho que sienta bochorno. Me sonrojo al instante. Elian sonríe de satisfacción al ver todo lo que ha provocado en mi su pequeña acción.

Me despido de Idelina con un beso en la mejilla y camino disparada hacía el auto. Elian me alcanza abriendo la puerta. Una vez dentro del auto mientras conduce no puedo más y la bomba que he contenido durante días estalla.

“¿Por qué eres así?”, de pregunto con reproche.

Elian me mira fijamente, para después regresar su vista al frente. Hace una mueca como si sonriera, él sabe a lo que me refiero.

“No entiendo”, se excusa.

“Por que eres lindo conmigo, como si quisieras conquistarme, Elian no me amas”, mis palabras resuenan en mis oídos, pero es la verdad, aunque me duela.

Elian se detiene en un semáforo.

“¿No te gusta que sea lindo contigo?,  pregunta seria.

Me muerdo el labio, por que carajos es tan pero tan lindo.

“Si me gusta”,  suelto arrepentida.

Sorpresivamente él toma mí mano acariciándola  mientras la observa hasta que nuestras miradas se cruzan.

“Una cosa es amar y otra muy diferente es gustar, tú me gustas Cat”.

´Tú me gustas Cat´, repito en mi mente, si supiera que eso no me hace sentir mejor, al contrario. Deslizo mi mano de la suya poniéndola sobre mis piernas, fingiendo que miro a través del cristal por que soy una reverenda cobarde. Elian no dice más y pisa el acelerador. El resto del camino no volvemos a tocar más el tema.

POV Catrina Vidal

El evento era en uno de los lugares más conocidos de la ciudad en la Torre Elite. Al bajar del auto sentí una especie de escalofrios, sentía temor ante lo que fuera a ocurir el día de hoy. Elian me tomo de la mano, sentía como todas las miradas de los presentes se posaban sobre nosotros.

Elian apretó mi mano con suavidad manteniéndome junto a él en todo momento. De pronto un hombre de unos cincuenta y tantos mas o menos, se acerco hasta nosotros. Elian me soltó y paso su mano por mi cintura, yo trate de sonreír con gentileza.

“Senador Brin, me complace que me acompañes en este día tan importante para mí, pero no sé si viste que la invitación sólo llevaba tu nombre”.

Frunzo el ceño.

Elian sonríe con diversión.

“De ahora en adelante las invitaciones que me  haga deben llevar el destinatario a Señor y Señora Brin, le presento a mi esposa, Catrina Brin”.

Justo cuando Elian termino de hablar, el sonido de una copa chocar con el suelo se escuchó. A lo lejos una mujer rubía con cabello lacio y suelto, vestido dorado semitransparente con tacones altos me miraba con verdadera furia.

Por la mirada de supuse que ella sería Angelica. Se acerco a paso lento hasta nosotros mientras que todos los invitados nos veían inmóviles desde sus lugares, esta situación era muy incómoda para mí, pero al ver el rostro relajado de Elian trataba de tranquilizarme.

“Elian, cariño, dime que escuché mal”, su voz se agudizaba como si fuera un silbido.

“¿Cómo esta eso de que te casaste si tu y yo estamos comprometidos?”.

Mis ojos se abrierón como platos.

Mire de nuevo a Elian, el no decía nada. Esto se estaba poniendo mal, muy mal.

“Sabes lo que este acto de rebeldía de tu parte puede afectarte en tu campaña como mi sucesor, aún así te atreves a venir a mi fiesta con una mujerzuela que sabe Dios de con donde la sacaste, diciendo que es tu esposa, tiene que ser una broma”, dijo el hombre completamente furioso mientras que la rubia no dejaba de mirarme.

“Catrina es mi esposa, exijo que se le trate con respeto”, dijo él.

El labio inferior de la rubia comenzó a temblar.

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