Amarte es mi capricho
Capítulo 17

Capítulo 17:

“El Señor Elian me pidió que no dijera nada”,  suelta Idelina, trago saliva, al sentir algún tipo de traición, que están ocultándome y por que no puedo saber.

Frunzo mis labios.

“Idelina podrías prepararme un té de tilo por favor, tanta angustia y secretos terminarán matándome”.

“Enseguida Cat”.

Idelina se va dejándomea solas, ha caído perfecto en mi trampa, me apresuro para llegar al despacho, tengo que saber por que estos dos se han encerrado. Pego mi oreja a la puerta para escuchar, pongo mucha atención.

“Elian, deberías decirselo, pobre chica”.

Mi corazón se comprime en ese momento, tengo que poner mi mano en el pecho, ¿Ques es lo que me tiene que decir? ¿Por qué no entiendo nada?

“Lo sabrá en su momento, por ahora prefiero que las cosas sigan así”, dice él.

De pronto nadie de los dos vuelve a hablar, doy un paso atrás y en ese momento la puerta se abre. Me encuentro con  la mirada penetrante y oscura de Elian. Desvio la mirada hacia su hermana que me mira con lastima. Antes de que pueda decir algo corro hacía mi habitación.

“¡Catrina!”, escucho la voz de Elian pero no me detengo.

Cierro la puerta con llave para evitar que entre y me dejo caer en el suelo. Pensé que todo estaba bien, ahora ya no sé, este dolor en el pecho no se detiene, lo siento siempre que algo malo sucede en mi vida. ¿Por qué Elian me oculta cosas?

“Catrina abre por favor”, escucho su voz pausada del otro lado de la puerta, esta vez no me dijo Cat como siempre. Cookie viene y se pasea por entre mis piernas, sube a ellas y la abrazo.

“Tú eres la única en quien puedo confiar Cookie”, comienzo a llorar.

“Catrina, por favor, abre, te explicaré”.

“¡Qué me explicarás Elian! ¿Qué tu familia no sabe que te has casado? ¿O los secretos que cotilleas con tu hermana?”.

Hubo un momento de silencio. Suspire.

“Te oculté algo, hice mal desde el principio al no decirte, pero te lo diré si me dejas entrar”.

Tuve que tragarme todo el orgullo, porque desde un principio fui yo quien acepte este maldito trato, estaba atada a un hombre que tal vez no conocía. Dejé a Cookie,me puse de pie, limpié las lágrimas de mí rostro y abro la puerta.

POV Catrina Vidal

Nuestras miradas se encontraron, sus pupilas son tan abismales y profundas que me causan confusión.

“Déjame explicarte Cat”, su voz es tan ronca y pausada que me estremece.

Como puedo me hago a un lado y le doy paso para entrar, él cierra la puerta una vez dentro. Me abrazo a mí misma recargándome en uno de los buros altos de la habitación, esperando que tire el flechazo que sé que terminará por destruir mi corazón.

Elian se sienta en el taburete frente a mí. Frota su rostro con sus manos como si se sintiera perturbado, verlo así me genera cierta angustia que comienzo a morderme las uñas de las manos.

“Hay una razón por la que te propuse matrimonio”, dice mirando al suelo, mi gesto se contrae, no estoy preparada para escuchar lo que viene, no sé porque, pero mis ojos se humedecen.

“Quería venganza”, alza la vista y me mira  fijamente.

“Como la que tu querías en contra de las personas que te dañaron, hay una mujer que me hirió mucho en el pasado, ella no sabe que me he casado, pero cuando se enteré estaré ahí para ver su cara, para ver su derrota, se arrepentirá por lo que me hizo Cat”.

¿Mujer? Toda mi cabeza comienza a dar vueltas atando suposiciones.

Paso saliva atreviéndome a preguntar.

“¿La amas?”.

Elian desvía su mirada, eso me hace pensar que sí. Todo mi corazón se hace añicos en un segundo.

Toda la ilusión de los días pasados también, hemos vuelto al principio donde sólo éramos dos desconocidos.

“La amé, demasiado, hoy sólo le guardo rencor”, se pone de pie, puedo notar que no le gusta recordar a esa mujer.

¿Qué fue eso tan cruel que ella hizo para herir a mi Elian? En este momento quisiera abrazarlo, consolarlo, ¿Pero quien lo hará conmigo? Si me ha dejado en claro que solo soy una herramienta para llevar a cabo su venganza con esa mujer. Contengo frente a él las lagrimas que luchan por salir.

Elian me mira esperando que diga algo.

“Te pediré un favor”.

Suspiro derrotado.

“Te ayudaré con lo que sea que planees hacer, ayúdame a vengarme de Carlos y de Elena, y me iré, nuestro trato ahí finalizara”.

Elian traga saliva, asiente en silencio.

“Lo siento Cat, debí habértelo dicho antes”.

Elian sale de la habitación, no lo detengo, aunque me muera de las ganas por preguntarle si algo significaron todas esas noches que hemos pasado juntos, fue eso, ¿Sólo sexo?

Quisiera que fuera entre semana así podría huir a la universidad o a mi trabajo, pero es fin de semana y tengo que quedarme en casa. En la casa de Elian.

Toda la mañana me la paso encerrada, mirando mi móvil. Intercambio algunos mensajes con Cristal que me comenta que ha ido de camping a un lugar cercano de la ciudad con Alex, me dice que si deja de contestar, es por que ha fallado la señal.

Se me ocurre una idea, Elian es una figurapública por ser político, si quiero respuestas sobre su vida antes de conocerme, deberían estar en internet, incluso podría saber quien es esa mujer que tanto daño le hizo.

Tecleo su nombre completo en el buscador, pero sorpresivamente no  encuentro nada, como es que una persona no tiene ningún dato sobre su vida privada en internet, sólo puedo ver algunas notas de la cámara de senadores  y cosas que no entiendo de política, pero de su vida nada. ¿Será que es él quien no quiere que nadie sepa sobre su pasado?

Resoplo, dándome por vencida. Hundo mi rostro en el colchón de mi cama. Peino a Cookie, le pongo un moñito rosa muy cute con el que se ve divina, doy unas cuantas vueltas como zombie dentro de la habitación hasta que siento que explotaré de la desesperación y aburrimiento.

No soy capaz de quedarme encerrada, necesito algo de ruido, algo que me distraiga de tener en mis pensamientos, el maldito rostro perfecto de Elian.

Guardando la poca dignidad que siento que tengo, me cambio de ropa, me pongo unos jeans, una blusa y un suéter con unos tenis deportivos. Tomo mi bolso y bajo las escaleras. Justo cuando abro la puerta para salir. Escucho la voz de Elian.

“¿A dónde vas?”, pregunta con autoridad.

“Por ahí, compraré algunas cosas que necesito”, trato de que mi voz no se corte.

Veo que su hermana viene hacía donde hosotros.

“¿Puedo ir contigo Cat? ¡Así te dicen verdad?”, asiento, me muerdo el labio con duda.

“Emm… si quieres”, contesto rogando internamente por que diga que no, pero se gira para darle un beso a Elian en la mejilla y le dice.

“No nos esperes pronto, haremos cosas de chicas”.

Subimos al auto que Elian me había dado, el Prius. Como el lo dijo me daba lujos y buena vida, estaba en mi saberlos aprovechar, así que ya no sería aquella tonta que le diera sexo gratis. Conduje como maniaca, tratando de desquitar todas las emociones negativas que sentía en este momento.

La hermana de Elian no decía nada, solo se limitaba a sujetarse temerosa de donde podía cuando frenaba de repente en algún semáforo. Cuando llegamos al centro comercial de Distrito Y, aparque el auto y salimos.

“¿Qué te parece si vamos a tomar algo Cat? Yo invito”.

“Mejor te invito yo”, dije sintiéndome poderosa cuando le mostré la tarjeta dorada que me dio su hermano, mi plan ahora era chupar todo el dinero que pudiera de Elian, le costaría caro, no haberme dicho sus razones de casarse conmigo primero.

Llegamos al  Restaurante Bar que conocía por que aquí Carlos me había traído en  algunas ocasiones, era costoso y eso le daba puntos extra para venir aquí.

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