Amarte es mi capricho
Capítulo 16

Capítulo 16:

“Gracias fortachón”, lo abrazo del cuello.

Subimos a su audi de lujo. Condujo hasta la casa de Cristal donde Elian tuvo que bajar a saludara la Señora Georgina, subí a la habitación por Cookie y me despedi de ambas agradeciéndoles sinceramente por haberme dado hospedaje esos días.

Mientras conducía a casa Elian veía a la gatita color café,  que era una mezcla de amarillo y blanco. La había encontrado un día antes cuando caminaba hacia la pastelería, cerca de la universidad, se veía tan solita y vulnerable que mi corazón no pudo resistirse a ayudarla.

Llegamos a casa y Cookie enseguida salto de mis brazos comenzando a explorar su nuevo hogar. El móvil de Elian comenzó a sonar, al ver la pantalla dijo.

“Espera un segundo, contesto”, mientras hablaba sobre asuntos gubernamentales.

Elian me jalo de la mano hacía el interior de su despacho, y yo me recargue de pie en su escritorio mientras veía entretenida como el hablaba por teléfono, al mismo tiempo que hacia acrobacias para quitarse el saco con una mano, aflojarse la corbata y desfajarse la camisa, de vez en cuarido me dirigía una mirada lasciva que hacía que se me erizara toda la piel.

Después de colgar la llamada, me miró fijamente, se acercó a mi y puso una mano. en cada uno de mi costado sobre la mesa de escritorio. Su rostro estaba apenas a centímetros del mío.

“¿En que nos quedamos?”, pregunto con voz sexy.

“Em”.

Sello mis labios con los suyos. Se separa un poco para controlar la respiración, también me siento agitada.

“Ya recorde, el mejor sexo es después de una reconciliación”.

Apretó mis piernas con sus manos, subiéndome a la mesa de escritorio. Separo con delicadeza mis piernas y comenzamos a besarnos de manera frenética, mientras que cada una de nuestras prendas iban volando en el aire una tras otra hasta quedar desnudos.Así fue que comprobé el dicho que dice que el mejor sexo es después de una reconciliación.

Después de algunas horas de ardiente ejercicio y ponernos al tanto de los días que no nos vimos. Elian y yo terminamos dormidos en mi cama, abrazados [como te extrañe Elian, no me dejes ir nunca más] pensé entre sueños,.

POV Catrina Vidal

Al día siguiente desperté con una pierna desnuda de Elian por encima de mi cadera, su mano rodeando mi cintura y sU rostro pegado a mi espalda. Cheque el reloj y ya era hora de levantarnos.

“Extrañaba el aroma de tu cuerpo Cat”, escucho que ronronea aspirando aire a la altura de mi cuello.

Me remuevo por las cosquillas que sus movimientos me ocasionan. Pero sonrío como tonta de felicidad. En eso una pequeña bola de pelos, salta justo en medio de nosotros a la cama.

Comienzo a acariciar a Cookie quien ronronea cariñosamente, Elian mueve su mano de repente y Cookie piensa que está jugando, casi me da el infarto cuando veo que intenta morderlo. Elian mira a Cookie con cara de pocos amigos. Se levanta de la cama rápidamente.

“Deberías llevar a ese gato al veterinario, que cheque que tenga todas sus vacunas y le corte las uñas, no me molestan los animales, pero si los animales que arañan o muerden”.

Me pongo de pie y camino hasta él, abrazándolo.

“Gracias por dejarme tener a Cookie conmigo”, eres un amor Elian.

Veo con satisfacción como mis palabras lo deleitan, he aprendido en lo poco que conozco a Elian que le encanta que lo adulén, que le hagan sentir que es único en el mundo, me pregunto si eso vendrá de algún trauma de la infancia o algo por el estilo.

Cuando Elian se despide de mi para ir al trabajo, después del desayuno le exijo que lo haga con un beso, complaciente lo hace, péro también me aprieta el trasero y me sonrié lascivo.

[Para que no me extrañes tanto] dice.

Cookie y yo lo despedimos desde la puerta, levanto la garrita de Cookie para que le diga adiós a su padre hasta que desaparece.

Los días pasaron muy rápido ahora que las cosas entre Elian y yo iban de maravilla. Estaba muy entusiasmada ya que faltaba poco para celebrar mi graduación. Por fin sería Licenciada, ya no me sentía tan triste y sola porque Elian prometió que ese día estaría conmigo.

Mantenía contacto con Javier, me estaba ayudando a averiguar el caso de mi padre. Me contó que era claro que alguien lo había inculpado y que debido a la historia que le había contado de mi familia, se le hacía muy raro que mi padre hubiera cometido esos fraudes, lo que me ponía a pensar que tal vez alguien lo estaba amenazando para que no regresara al país.

Papá jamás me hubiera abandonado sola de esa manera, quería creer que así eran las cosas, tenía la esperanza de que algún día todo se aclarará.

Un domingo por la mañana justo durante el desayuno, alguien llamo la puerta. La Sra. Idelina corrió apresurada a abrir. Mientras, Elian miraba  atento el periódico y yo comía unos hotcakes con fruta y revisaba mis mensajes.

“¿Mi niña, que sorpresa que has venido!”, los gritos de Idelina hicieron que Elian se levantara al instante, hice yo lo mismo. Noté como toda su mandíbula se tenso.

“Quédate aquí me ordeno”, de manera fría.

Se quito la servilleta de un jalón y la aventó sobre la mesa. Abri los ojos intrigada, ¿Quién era esa persona que había llegado?

¡Ah no ni loca te hago caso! Caminé detrás de él, pero me mantuvea la distancia. Me sorprendí al ver a una mujer de cabello castaño, ojos cafés, llevaba ropa muy bonita y casual, unos jeans y un blazer negro, con unos lentes de sol sobre el cabello que caía. en unas ondas producidas.

“¿Qué haces en mi casa?”,  le preguntó Elian con desdén.

No sabía ellos, ¿Quién era ella? Que estaba ocurriendo entre ellos.

Fruncí el ceño cuando vi que llevaba una enorme maleta a su lado.

La chica sonrio traviesa.

“Hermanito, ¿Así recibes a tu hermana favorita?”.

¿Hermano? ¿Ella era Sally? Mi vista pasaba de uno a otro y de regreso, no se parecían en nada, ella era demasiado hermosa, por un momento dude que ellos dos fueran hermanos gemelos.

Elian suspiro poniendo los ojos en blanco.

“Eres mi única hermana Sally”, se acerco a ella y al fin se abrazaron, una sonrisa se me escapo del rostro ya que la escena era demasiado tierna.

“Siento haber venido sin avisar,  se que necesitabas tiempo para estar solo y reponerte de lo que paso”, entrecerré los ojos, que ha dicho, algo paso, ¿reponerse de qué?

“Pero es que Santiago esta de viaje por negocios y bueno yo no me quería quedar sola y aburrida en casa teniéndote tan cerca, ¡Vivimos en la misma ciudad y casi no nos vemos! ¡te pasas hermano!”.

“Debiste avisar Sally”, dice Elian frotándose las sienes con expresión incomoda.

La mirada de Sally se dirige directo a mí, me mira curiosa.

“¿Ella quien es?”, me apunta con el dedo.

Miro a Elian de manera acusatoria, ¿Qué su familia no sabe que se ha casado?

Elian esboza una sonrisita nerviosa.

“Sally ella es”, arrastra las palabras como si no quisiera decirlo, lo cual me molesta.

“Soy su esposa, mi nombre es Catrina Vidal, tu debes ser mi cuñada Sally”, digo firmemente con una sonrisa de oreja a oreja y extendiéndole la mano de manera amigable, por lo visto mi confesión le ha tomado por sorpresa por que mira a Elian inmóvil, los dos se miran como hablando en una especie de código que no puedo descifrar.

“¿Tu esposa Elian?”, se pone las manos en la cintura.

“Es mi esposa”, reafirma él con sequedad.

“¿Cuándo te casaste que no me invitaste  a la boda Elian?, ella le sigue lanzando preguntas.

“Hace unas semanas”, dice el rascándose la nuca.

“¿Qué sucede aquí?”, increpo dudosa.

“Nada”, me calla.

Toma a su hermana del  brazo y le dice.

“Te explicaré todo en privado”.

Abro aún más los ojos cuando los dos se encierran en la habitación con llave. Miró a la Nana Idelina que desvía rápidamenltae mirada, esta nerviosa puedo sentirlo.

“Nana, presiento que tu si sabes que está sucediendo, ¿verdad?”.

Ella se muerde el labio para después jugar nerviosa con sus dedos, ese gesto hace que me ponga tensa.

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