Amarte es mi capricho
Capítulo 12

Capítulo 12:

Hubo un tiempo en la preparatoria que estaba obsesionada con asistir a cursos de cocina. Me encantaba cocinar, bien podía trabajar en un restaurante.

Mis ojos se iluminaron cuando en el aparador de una cafetería vi un anuncio que decía [se solicita empleada], este debía ser mi lugar. No lo pensé dos veces y me fui a pedir trabajo. La gerente se porto realmente bien conmigo, casi le suplique por que me diera este trabajo. Le dije que podía estar una semana de prueba por eso no había problema, ella muy feliz acepto.

Dejé mi mochila en el locker, me puse el uniforme que la gerente me dio y mi delantal. Comenzaría como mesera, ese no era problema para mí.

Le envie un mensaje al chofer de Elian para que regresara a casa, le dije que podía venir por mi al finalizar mi jornada. Estaba muy emocionada por tener un trabajo, este era mi primer trabajo formal.

Pero mi emoción termino cuando vi entrar por la puerta de la cafetería a Elena Silva aquella mujer que conocí el día que culparon a mi padre por fraude, estaba casi segura que fue ella quien puso algo en aquella bebida que tomé, no había ingerido esa noche otra cosa más que eso, ella era la culpable de todas mis desgracias y debía pagar por lo que había hecho.

Apreté la quijada.

En cuánto se sentó me dispuse a ir a tomar su orden.

“Señorita, ¿Desea ordenar algo?”, le pregunte fingiendo que no recordaba quien era.

En cambio, ella si me recordaba perfectamente. Sonrío de manera malévola.

“Quiero un café late sin espuma, con cinco shot de cafeína, sin espuma, leche de almendras por supuesto y a una temperatura de 98 grados centígrados”, dijo Elena.

La mire sin inmutarme, me estaba probando seguro, pero aquí esta vez no ganaría.

“Eso es muy caliente”, dije.

“¿Estás diciéndome que esta cafetería no puede traerme lo que he pedido? ¿Es que acaso eres igual de inútil que tu padre?”, al decir eso tuve que contenerme con todas mis fuerzas para no abalanzarme sobre ella y darle una lección, tenía que ser paciente, estaba llegando su hora.

“Esta bien, a 98 grados será”, caminé hasta la máquina de lates, calenté lo más que pude el café.

Pero tampoco a una temperatura que pudiera generarle quemaduras de segundo grado. Cuando estaba a punto de llegar a su mesa hice como si me fuera a tropezar y el café fue a dar directo a su ropa, ella salto al sentir el líquido caliente en su piel se retorcía como gallina mojada mientras yo reía.

“¡Pero que has hecho estúpida! Me has arruinado mi uniforme, ya no podré regresar a la oficina”, chillaba.

“Eso te pasa por ser una buscona”, le dije con total satisfacción.

La gerenta de la cafetería llego enseguida.

“¿Pero que ha pasado aquí? Discúlpeme señorita por favor”.

“Fue un accidente”, dije encogiéndome de hombros.

“No se volverá a repetir”.

“¡Exijo que la despidan en este momento!”.

Abrí los ojos como platos al ver la manera autoritaria con la que ordenaba a la gerente de la cafetería.

“Catrina, espérame en la bodega por favor”,  asentí, pero antes de retirarme le mostré la lengua a la tal Elena, esto sólo sería el principio de mi venganza.

Espere unos minutos en la bodega, sentada arriba de unas cajas hasta que la gerente de la cafetería se presentó.

“Catrina, lo siento mucho, pero esta cafetería tiene una reputación qué mantener; nosotros nos debemos a nuestros clientes, así que temo que debo despedirte”.

Para nada me sorprendía la reacción de aquella mujer, sabia que me despediría.

“No se preocupé, no es su culpa, gracias por haberme dado trabajo”.

Me quito el delantal y lo dejo sobre la caja en la que estaba sentada hace un momento. Salgo de la cafetería deambulando por las calles hasta que decido tomar un taxi que me lleve a casa.

POV Catrina Vidal

Llego a casa hambrienta, me voy directo a la cocina a prepararme un sándwich. Veo que la Señora Idelina está limpiando y decido ayudarla un poco.

“No tienes por qué hacerlo niña”.

“Déjeme ayudar”, tomo un trapeador y comienzo a lustrar los pisos.

Después de ayudar a la Señora Idelina voy a mi habitación a tomar un baño, me siento tan cansada y soñolienta que presiento que hoy dormiré como una roca. Salgo del baño, me visto y  me enfundo en las sábanas de la cama. Estoy un rato viendo mi móvil, hasta que el sueño me vence.

No sé qué horas son, pero el ruido de la puerta al chocar con la pared me despierta y me pone alerta en seguida.

Veo a Elian de pie en el marco de la puerta.

Enciende la luz, se quita el saco y se afloja la corbata. Lo analizo con la mirada, Me pongo de pie y me acerco a él. Huele a tabaco, mezclado con alcohol y con perfume de… mujeres. Eso me hace enfurecer.

“¿Bebiste?”, le pregunto con desdén.

“Un poco, tuve la presentación oficial de Nubak como nuevo dueño”, explica mientras me toma por la cintura y trata de besarme, pero me niego.

“¿Cómo es que traes ganas?  ¿Qué  no te la a quitado la mujer con la que estabas?”.

Me  mira fijamente, no dice nada, veo como sus mejillas se tornan de un color rojo intenso al igual que su frente. Si estuvo con otra mujer. Debo averiguar quien es antes de que me pueda abandonar en la calle de nuevo sin estar preparada.

“¿Cómo te fue hoy? ¿Conseguiste trabajo?”,  pregunta cambiando de tema, me suelto de sus brazos y me aparto de él.

“Me corrieron…”, Elian sonrie divertido.

“Pero tu dime, como es que eras virgen antes de estar conmigo y ahora pareces todo un experimentado”.

Elian clava su mirada en mí.

“No tengo que explicártelo”, dijo sin más el muy desvergonzado.

Sabía que no me amaba, sabía que solo era algo que había comprado, pero me enfadaba que estuviera con otras mujeres, me sentía engañada. Sabia que a los hombres se les da muy bien eso de querer hacerlo cuando están borrachos pero no era tan ingenua para caer esta vez.

“Lo siento no puedo hoy”, dije cruzándome de brazos.

“¿Por qué?”, soltó escudriñándome con la mirada.

“Por que estoy en mis días”, mentí. Esperaba que se tragara la mentira, si no este sería mi fin.

Mi cuerpo  se tensó por un momento pensé que no me había creído, pero luego dijo.

“Está bien”.

“Tendrás cinco días de descanso y luego regresaremos a lo nuestro”.

Me burle internamente, Elian estaba loco si pensaba que, podía tenerme cuando se le antojara. Ahora que había descubierto que tal vez estaba con otra mujer me dedicaría primero a saber quién era. De eso dependía si agregaba o no a mi lista de venganza.

A la mañana siguiente, como el día anterior, Elian se fue al trabajo ántes que yo. Esto me ponía a pensar, si seguíamos así, alejados, pronto terminaría por echarme de su casa. Tenia que conseguir otro trabajo, pero ¡ya!

Después de clases Cristal y yo aprovechamos para ir a almorzar ya que Alex tenía algunas cosasque hacer con su padree, el era un empresario dueño de una empresa que daba servicio automotriz a coches de lujo.

“Comes muy rápido Cat, ¿tienes prisa?”, dijo Cristal observándome detenidamente, Negue con la cabeza mientras pasaba la comida que tenía en la boca.

“Lo que pasa es que después del almuerzo voy a salir a buscar trabajo”.

“¡Trabajo tú? ¿Pero que el guapetón de tu marido no te mantiene?”, el rostro de Cristal  estaba perplejo, ella sabía que Elian tenia mucho dinero, no entendía como por que tenía que buscar trabajo.

“Mmm… te contaré algo Cristal, hay cosas que estoy previniendo entre Elian y yo, el matrimonio es algo así como un acuerdo, el me da a cambio de que le haga al papel de techo y comida esposa, aunque nunca me ha presentado como tal”, muerdo mi labio pensativa.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar