Amarte es mi capricho -
Capítulo 11
Capítulo 11:
“¿Crees que puedes rayar mi puerta como vándala sin pagar las consecuencias?”, sus palabras hicieron que todo mi cuerpo se estremeciera.
“¿Por qué quieres que te suelte?”.
Antes disfrutabas tanto estar entre mis brazos.
“¡Cállate! ¡Te odio! ¡Todo lo que me pasa es por tu culpa!”, gritaba más fuerte para que las personas a nuestro alrededor supieran que tipo de basura. Pero a las personas a nuestro alrededor les valía un comino. Carlos estaba ebrio y no pretendía soltarme.
“¡Cat ire por Alex, él te ayudará!”, escuche la voz de Cristal.
Forcejeé de nuevo con Carlos hasta que la sangre se me bajo hasta los pies. Casi me desmayo cuando veo qué Elian viene a le lejos dando zancadas enormes. Su mirara de furia me aterroriza. ¿Cómo supo dónde estaba?
“¡Suelta imbécil!”, grito con furia Elian. Carlos me soltó y en ese momento ni si quiera vio venir el potente golpe que le propino Elian directito a la quijada, fue tal que cayo al suelo a la primera. Después dirigió su mirada llena de furia hacía mí,
Me abracé a mi misma, ahora si estaba en verdaderos problemas.
“Tu vienes conmigo, ahora”, ordeno autoritario.
“¡Espera! Puedo explicarte”, le suplique haciendo ojitos chiquitos, pero ni eso funciono. Sin importar que estuviéramos entre un montón de gente, me levanto como un costal de papas a su hombro y comenzó a caminar hasta la salida del bar.
“¡Bájame, Elian! ¡Bájame!”, gritaba avergonzada al ver todas esas miradas clavadas en nosotros. Pero Elian no me hizo caso. Pasamos por un lado de mis amigos y ellos solo me dijeron adiós a la distancia, baje la vista con derrota.
Una vez fuera del bar Elian me bajo. Me veía como si quisiera asesinarme, pero no me importo, siempre fui boca suelta y esta vez no me iba a contener.
“¡Eres posible que un bárbaro! ¡Un salvaje! ¿Cómo es hayas hecho eso frente a todos?”.
Soltaba una cosa, tras otra, tras otra… Elian solo me veía cruzado de brazos.
“¿Ya terminaste?”, dijo apenas me detuve.
Nos miramos.
“Ahora es mi turno”, sin mover un solo musculo de en su rostro se acerca a mi.
“Que sea la primera y última vez Catrina, que sales a una fiesta sin mi permiso, ¡Te mande a la universidad no a que vinieras a socializar a un bar!”, estaba realmente furioso lo podía notar en lo rojo de su rostro, cada vez que decía algo mi cuerpo entero se estremecía.
“Ahora tendré que llevarte yo mismo, ir por ti yo mismo, como si fueras una niña pequeña, quisiera pensar que a mala hora me equivoque en elegir una niña como esposa”.
Eso último atravesó mi pecho como daga.
“Entonces, ¿Por qué me salvaste Elian? ¿Te di lastima?”, comencé a llorar de la impotencia.
“¿Por qué te casaste conmigo si no soy la esposa que tu quisieras que fuera?”.
Elian me observa sin expresión en su rostro . Mira hacía un punto fijo imaginario, se que piensa soy una niñita mimada, pero es que no entiende que soy una persona que le han destrozado hasta el último pedazo de felicidad que tenía.
“Vamos a casa”, ahí terminaremos hablar, dice tomándome del brazo. Me zafo de su agarre y de mala manera entro al auto.
POV Carina Vidal
Apenas llegamos a casa, como pude me quité los zapatos quedando descalza corrí escaleras arriba hasta mi habitación, dando tremendo portazo y dejándome cáer boca abajo sobre la cama. Elian entro enseguida de mí. Me gire para verlo. Pensé que me quitaría el móvil por que comenzó a hurgar dentro de él.
“¿Qué haces?”.
“Enlazo todas tus redes sociales con las mías”, dice sin mirarme.
Lo miro con furia, una vez que termina, avienta el móvil a la cama y sale de la habitación, dando igual, un portazo. Hundo el rostro en mis manos sintiéndome culpable, tal vez no debí haber asistido a esa fiesta.
Elian me da muchas cosas, es verdad que debería ser un poco más consiente y tratar de comportarme cómo la esposa de un senador. Pero a la vez, al ver sú cara de enfado comprendí que ahora más que nunca no puedo quedarme con los brazos cruzados. Tuve muchos lujos y los perdí de la noche a la mañana, perdí a mi familia.
Paso saliva.
Podría perder a Elian también si lo hago enojar demasiado, entonces si eso pasa, ¿Qué será de mi vida? Necesito tener algún ahorro o un trabajo que me pueda solventar: Elian ya me da techo y comida, podría solventarme los otros gastos del dinero que reciba de algún trabajo.
A la mañana siguiente, decidí revisar mi móvil antes de bajar a desayunar. Grande fue mi sorpresa cuando me encontré con que muchas personas que estuvieron presentes en el bar subieron las fotos cuando Elian me llevaba cargada sobre su hombro.
Sentí verdadera vergúenza.
En todas las publicaciones hablaban sobre la chica misteriosa del senador Brin. Leía notá tras nota, cada vez nerviosa.
Elian estará hecho una furia. Baje con miedo hasta el comedor. Pero para mi fortuna la Señora Idelina me dijo que Elian salió temprano, hoy tenía mucho trabajo.
“Elian dijo que me llevaría a la universidad”, suspire.
Me senté en mi silla mientras la Señora Idelina me servía jugo de naranja con mis adorados wafles.
“Te llevará el chofer Cat, por eso no te preocupes”, sonreí ligeramente.
Era extraño no desayunar con Elian. Pero él tenía trabajo que atender. Era un senador poderoso y yo, una simple estudiante. Se me revolvió el estómago al escuchar las palabras que había dicho la noche anterior sobre que tal vez se equivocó al elegirme como esposa.
Mi día en la universidad fue normal a excepción de que todos cotilleaban sobre como Elian me había defendido de Carlos y me saco cargada sobre su hombro. Ya todo mundo sabía que él era mi esposo a pesar de que cuando llegaba a la universidad guardaba el anillo de bodas que me había dado.
Todo estaba en internet y de internet nada se escapa.
Vi al chofer que ya me esperaba en la puerta.
“¿Me puede llevar al Centro Comercial Linda Vista por favor?, le digo cuando me paro frente a él. Pero niega con la cabeza.
“Tengo ordenes explicitas del Señor Brin que la lleve directo a casa”.
Frunzo los labios con enfado. Saco mi móvil y tecleo un mensaje.
[Cat Vidal: Señor Brin, después de la universidad planeaba ir a conseguir trabajo, pero su chófer me dice que tiene ordenes de llevarme directo a casa, le podría decir por favor que me lleve a donde le he indicado].
No escribi Elian, estaba enfadada con él. Me había hecho sentir mal. Por eso es que de ahora en adelante lo llamaría señor, porque no éramos un matrimonio, no nos amábamos ni mucho menos, solo fui una esposa que se compro y que acepto por que no tenía donde vivir.
Mi móvil vibro. Una notificación con remitente [esposo] me llegó, se me había olvidado que ayer estuvo hurgando en mi móvil, lo más seguro es que haya cambiado el nombre en el contacto.
[Esposo: No necesitas trabajar, ve a casa]
Un mensaje corto y contundente, pero no me daría por vencida.
[Cat Vidal: Para que quiero estar en casa aburrida esperando a que llegué un hombre que se arrepiente de haberse casado conmigo, quiero trabajar para ser independiente si un día decides echarme de tu casa].
Enseguida me llego una respuesta.
[Esposo: El chofer te llevará a donde le digas].
[Cat Vidal: Gracias Y].
El chofer me llevo al Centro Comercial Linda Vista, ahí me dispuse a caminar,entre todos los locales que había con la esperanza de que en alguna tienda estuvieran solicitando empleadas.
Faltaba un mes para que me graduara así que mientras tanto no podría conseguir trabajo en una oficina, me conformaba con un trabajo de medio tiempo, pero que me mantuviera ocupada.
Pensé en las cosas para las cuales era buena, me gustaban las matemáticas así que podía trabajar de dependienta, también me gustaba hacer manualidades, me gustaba la cocina.
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