Ámame maldito CEO
Capítulo 88

Capítulo 88: 

Merybeth le miró con algo de decepción.

“¿Cuándo será el día que no calientes el horno, y me dejes así?”

Él la miró impactado y rio de ella.

“Merybeth, cuando tenga menos trabajo, termina tu baño, y duerme, descansa, lo necesitas, volveré tan pronto como pueda”.

De pronto, él se le quedó viendo.

Ella le miró con duda.

“¿Qué pasa?”

“Nada”

Dijo él.

Ni siquiera lo quería reconocer, que ella le estaba importando más que nada en su vida.

Salió de ahí y miró a Lucy.

“Señor Hyland, vino una cliente muy importante”.

“Lita Ramos, la exesposa del Infante del Mediterráneo, ¿Quiere quitarle a su hijo?”

“Peor, dice que el niño, no es hijo de sangre del Infante, y quiere usar esa carta para por fin hacer que le devuelvan a su hijo”.

Sean negó con fastidio.

“¡Imposible! Esa mujer solo quiere joder al mundo, no aceptaremos el trabajo, prefiero incluso perder casos, pero no trabajar con embusteros, ni traidores.

Sentenció, y salieron de la casa para irse de ahí.

Merybeth estaba a punto de comenzar a cocinar, la empleada se había marchado y en la residencia solo estaban ella, y el señor Cyrus, cuando recibió aquella llamada, respondió de prisa.

“¡Merybeth!”

Exclamó Jane.

Su voz parecía preocupada.

“Hola, Jane, ¿Cómo estás?”

“¿Y tú? Ayer tu marido vino aquí a buscarte, lo sé todo, dime, ¿Cómo estás?”

“Entonces, ya sabes lo que me hicieron mis padres, bueno, ¿Qué puedo decirte, cariño? Ambas sabemos que provengo de una familia de subnormales y malvados, estoy bien, a salvo, pero por primera vez en la vida, realmente, tuve miedo de Arabella Hansen”

Dijo con la voz apagada.

“Cariño, debo decirte algo urgente, espero que estés bien para escucharlo”.

“Escucharé lo que sea”

Dijo Merybeth al oír su tono voz que la angustió.

“Vino a verme Joe, se acaba de ir hace unos instantes, estaba tan irritado que incluso lo desconocí, no es el mismo Joe que solíamos conocer, es como si tu hermana lo tuviera embrujado, no lo sé, pero me amenazó, exigió saber dónde estabas, me negué, obviamente”

Dijo.

“¿Y luego? ¿Qué más pasó?”

“Bueno, se puso furioso, y me dijo cosas terribles sobre ti, él piensa que esto de la denuncia a tu madre, es obra de… ¡Despecho! Dice que los has hecho por su futura boda, y dijo que no permitiría que lo hicieras, lo peor, Mery, es que, dijo que, ¡Iría a buscar a tu marido al Bufete Hyland y asociados! Iría hablar con tu esposo para explicarle que todo lo que pasó, fue obra de tu despecho porque él te dejó”.

“¡No! Él no puede hacer eso, ¡No puede!”

Exclamó Merybeth asustada.

“¿Qué pasa?”

“No lo sabe, Jane, ¿Entiendes? Sean Hyland no sabe nada de que estuve comprometida con Joe Carson, ¡Él no puede decir eso! No lo permitiré, te llamó más tarde”.

Merybeth colgó la llamada y salió apurada de ahí.

Encontró a Cyrus en el jardín.

“Señora, ¿Está bien?”

“No. ¡Llévame al despacho de mi marido!”

“Pero…”

“¡Ahora mismo! ¡Es una orden!”

Exclamó con firmeza.

Cyrus asintió.

Joe Carson bajó del auto y observó ese lujoso edificio.

Todo pertenecía a Hyland y Asociados, era una empresa que había emigrado de Nueva York a Genesee, pero que tenía una gran fama y poder.

Entró y miró a la recepcionista.

“Soy Joe Carson, avísele a Sean Hyland que estoy aquí, y que exijo hablar con él”.

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