Ámame maldito CEO -
Capítulo 74
Capítulo 74:
Merybeth sonrió con mofa.
“¿Así que estás para poner su mundo en orden? Lástima, querida, que solo sirvas para eso, no te preocupes, no todo en la vida es trabajo, menos para un hombre tan rico como Sean, ahora vete de mi casa, te llamaré si necesito que vengas a ordenar nuestro desastre”
“El gusto te durara poco, no debes olvidar que solo eres una esposa por contrato”.
Merybeth sonrió-
“Sí, puede ser, pero el contrato no termina, y quizás, no termine nunca, ahora lárgate de mi casa, te llamaré si quiero que vengas a ordenar nuestra ropa sucia, o tal vez limpiar la casa”.
Merybeth sonrió y Lucy la miró con rabia, salió de prisa.
Cuando ella subió a la habitación, encontró a Sean recostado en su cama.
“Entonces, ¿Irás conmigo a la cena con mi familia?”
Sean abrió los ojos y la miró bien.
Ella parecía tener una súplica en su mirada.
“¿Para qué quieres que vaya?”
Merybeth se sentó en la esquina de la cama.
“Porque, si tú vas, ellos me van a respetar, no me van a humillar, ni me tratarán mal”.
“¿Para qué vas si te tratarán así? Olvídate de ellos, no los necesitas”.
Merybeth hizo un gesto de fastidio.
“¡Son mi familia, Sean! Además, ellos me harán un favor, por eso debo ir”.
Sean la miró con seriedad.
“Ya veremos, no puedo prometer nada, depende de la carga laboral”.
“Tomaré eso como un sí, y punto final”
Sentenció y sonrió.
Estaba por irse, y se devolvió.
Se acercó a él y le dio un rápido beso.
Sean no tuvo la oportunidad siquiera de responder.
Cuando ella se había ido como una ráfaga de viento, solo le quedó el dulce sabor sobre sus labios, que acarició con la yema de sus dedos.
….
Jane bajó del auto y miró a Orson.
Él iba detrás de ella.
Le abrió la puerta como todo un caballero y ella le miró extrañada.
Ningún hombre era como ese tipo raro.
“Gracias”
“De nada, Jane, quiero disculparme, de verdad, si me porte mal contigo, no fue mi intención, lo siento, me arrepiento”.
Ella le miró confusa.
“No entiendo, ¿Te arrepientes de tener se%o conmigo?”
“¡Oh, no, no!”
Exclamó y de pronto se ruborizó al instante, provocando la risa de la mujer.
“Está bien”.
“Me refiero a que, tal vez fui muy brusco esta mañana, no debí ser así”.
“No te preocupes, todos tenemos malos despertares, bueno, supongo que esta es la parte donde cada uno se va, y jura que se volverán a ver, pero, ni intercambian teléfonos, ni se vuelven a ver jamás”
Dijo con ironía.
“A mí si me gustaría volverte a ver”.
“A mí no, lo siento, pero mira te seré sincera, yo soy una mujer muy independiente, trabajo para mí, y vivo para mí, soy egoísta, y me gusta divertirme, no busco una familia, tampoco busco una relación seria, sé cómo son los hombres, todos decepcionan, y tú, pareces hecho de otro material, sinceramente no terminaremos bien, así que, que te vaya bonito”.
Jane no dio pie a réplica.
Solo entró al edificio y lo dejó perplejo.
¡Qué mujer tan extraña!
Y lanzó un suspiro.
…
Mientras tanto en otro lugar…
Sean salió más tarde a la cena, y Merybeth lo vio irse.
Ella había creído que él la llevaría, pero lo vio salir, sin siquiera despedirse.
“¡Qué miserable, ya lo pagará!”
Exclamó furiosa.
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