Ámame maldito CEO
Capítulo 72

Capítulo 72: 

Ella se volvió a recostar en su pecho.

“Te odio, Señor Antártida”.

“¿Sabías que solo se odia lo amado?”

Ella no respondió a su pregunta.

Estaba dormida.

Sí, muy dormida.

Sean miró su rostro.

“No te pareces en nada a Anne, ella fingía ser tan buena y dulce, pero era una máscara, era una hipócrita, pero a ti no te importa hacerme saber que me odias, tú no tienes doble cara, ni ocultas nada, ni siquiera tu interés o superficialidad, pareces ser distante a todas las demás, pero eso no te hace buena para mí”

Sentenció.

…

Cuando ella abrió los ojos, ya era el amanecer.

Estaba tendida ahí en la cama, pero Sean Hyland no estaba.

De pronto salió vestido del cuarto de baño.

“Ya levántate, es tarde, debemos volver a Genesee, tengo trabajo que hacer”

Ella se levantó.

La visión que observó, desnuda, fue fascinante, incluso ella logró alterar sus sentidos.

Él tuvo que contener todos sus impulsos y ganas de poseerla.

“Señor Hyland, tengo una cena con mi familia este viernes, ¿Puedes venir conmigo?”

“No”

Espetó con rapidez.

Ella le miró casi con furia.

“¿Por qué no? Yo te acompañé con tu familia”

“Es diferente, eso era necesario para los dos, pero lo de tu familia, no tiene nada que ver conmigo”.

Ella estaba enojada.

Lo podía ver en su rostro.

Él aún pudo descender su mirada, admirando su cuero y tragando saliva para contener sus deseos.

“Anda, alístate, debemos irnos”.

Ella dio un pataleo en el suelo y entró al cuarto de baño con su ropa, cerrando la puerta con fuerza.

Cuando Jane abrió los ojos, sintió que su mente estaba en blanco, no podía recordar nada de ayer, y eso fue tan frustrante, de pronto sintió un temor en su interior.

¿Qué había hecho?

Miró a un lado y encontró a ese hombre durmiendo en la misma cama.

Era… ¡Orson Hyland!

Lanzó un grito.

Intentó alejarse, y solo consiguió caer de la cama Orson.

Se levantó ipso facto, mirando a todos lados, encontrándose en cueros, y luego ella levantó la cabeza, mirándolo casi con pavor.

Orson tenía la misma cara de sorpresa y angustia.

“¡Cielos! ¿Qué pasó aquí? ¿Qué hicimos?”

Exclamó, tocó su cabeza que dolía como si se fuera a caer.

“¡No recuerdo nada!”

“No hay que ser muy listos para saberlo”

Espetó Jane.

“Sé nos han pasado las copas y hemos… ¡Demonios!”

Exclamó y tomó sus ropas.

“¿Eh? ¿Qué? ¿Acaso esto te pasa muy seguido?”

Ella le miró con ojos pequeños y afilados.

“¿Qué dices? ¡Ten cuidado como me hablas!”

“Bueno, nos embriagamos y terminamos teniendo se%o, eso pasó, yo… no quise faltarte al respeto”.

“¡Mejor cállate! Esto fue un error, un desastre”

Exclamó.

Ella entró al cuarto de baño, y se metió a la regadera.

El agua fría terminó por despertarla.

‘¡Que hice! Nunca he bebido tanto, ni siquiera nos cuidamos, ni siquiera puedo recordar si fue algo bueno, ¡Diablos! Bueno, pero, seguro no pasa nada, no es mi periodo fértil, así que, solo tomaré la pastilla de emergencia, es la primera vez que la tomaré, pero, es mejor eso que nada’

Pensó, mientras se duchaba.

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