Ámame maldito CEO -
Capítulo 48
Capítulo 48:
Merybeth se alejó de ahí.
Sintió que la cabeza le dolía.
Las palabras de Lucy la habían devuelto a la realidad.
Una donde no debía fingir.
¿Quién era ella?
Solo la perfecta actriz que interpretaba ahora a la esposa falsa de un CEO billonario, que no la amaba; y ella tampoco lo amaba.
‘Estoy cometiendo error tras error desde que perdí a Joe Carson, esto es como si hubiese perdido mi vida, y fuera un náufrago en alta mar’
Pensó con tristeza.
Cuando escuchó aquellas voces se detuvo analizándolas.
“Sí, abogado, le aseguro que todo es una farsa, el matrimonio de Sean Hyland es una auténtica mentira, ya lo verá, en unos minutos descubrirá el cruel engaño, Sean se comportará como es, y verá que desconocerá a su propia esposa”
Dijo Gael.
“¿Por qué está tan seguro?”
Exclamó el abogado Coleman intrigado.
“Lo sé, solo lo sé, ya lo verá con sus propios ojos”.
Merybeth sintió unos nervios rotundos, y corrió, alejándose para volver con Sean, quería advertirle, quería irse de ahí.
Cuando llegó a donde estaba Sean, se acercó a él.
“Oye, Sean”.
“Ah, mira, ¡Mi hermosa esposa!”
Exclamó con voz emocional.
Ella se quedó perpleja ante sus palabras, sin saber siquiera que le sucedía, creyó que se había puesto ebrio.
Pero cuando vio sus ojos tan grandes, tuvo un mal presentimiento.
“Sean… ¿Qué hiciste?”
Exclamó preocupada.
“Nada, nena, buscarte, te buscaba, no sé cuánto te busqué”
Dijo y de pronto la tomó de la cintura y la besó con pasión.
Ella quiso alejarse, pero él era inevitable.
“¡Qué cariñosos!”
Dijeron los presentes.
Merybeth tenía el rostro enrojecido, pero Sean no dejaba de besarla.
Si no eran sus labios, eran sus mejillas, su cuello, todo en el parecía arder en pasión.
“Querido, contrólate”
Masculló entre dientes, pero él no parecía obedecer.
Era como si Sean no estuviera ya en sus cinco sentidos.
“Tía Patty, sabe algo, estamos cansados, iremos a descansar a nuestra cabaña”.
Patricia sonrió con algo de mofa.
“Los entiendo, recuerdo cuando era una recién casada, vayan y descansen”
Dijo guiñándoles el ojo, y Sean se echó a reír a carcajadas.
“Parece que se le han pasado las copas”
“Estará bien”
Dijo Merybeth, y lo forzó a caminar.
“¡No! ¡No! A dónde me llevas, vamos a bailar, báilame, así como en aquel bar, quiero verte bailar”.
“No, cállate, señor Antártida, vamos a la cabaña a dormir”.
“¡¿A dormir!?”
Exclamó y se echó a reír.
“Yo no voy a dormir”
Sentenció y sus palabras le dieron algo de miedo.
Entraron en la cabaña y ella cerró bien.
No quería que Sean fuera a armar algún escándalo y miró bien sus ojos, sus pupilas eran tan grandes y dilatadas.
‘Está ebrio o está… ¡Dr%gado!’
Ella recordó las palabras de Gael y pensó si ese tipo sería capaz de algo así.
Pero, ¿Por qué?
‘Por la herencia, quizás piense que, si hace quedar mal a Sean, él pueda tener derecho cuando le pase algo de dinero a Lynda’
Pensó.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar