Ámame maldito CEO
Capítulo 47

Capítulo 47: 

De pronto, simplemente saltó al agua.

Sean la miró como si fuera una loca.

De pronto ella empezó a gritar, mientras se hundía.

“¡Me ahogo, Sean, sálvame! ¡Me ahogo!”

Exclamó en un grito Sean tuvo mucho miedo, apenas logró lanzar su móvil al suelo, saltó tras ella, y un segundo después la escuchó reír como si fuera una loca.

“¡Merybeth!”

“¡Te lo creíste! Si sé nadar”

Dijo ella burlona.

Sean la miró con enojo y ojos pequeños.

Luego con su mano le lanzó agua al rostro.

Ella le miró impactada y también lo imitó.

Luego comenzaron a jugar, mientras reían y nadaban.

Gael los observaba desde lejos con ojos recelosos.

‘Bonita pareja de recién casados, parece que la luna de miel no ha terminado, pero que te compre, quién no te conoce, Sean Hyland, algo ocultas, nunca quisiste a ninguna mujer, así que averiguaré por qué cuando cobrarás el dinero de mamá se te ocurre de pronto enamorarte, y casarte de forma tan rápida, ¿Has querido la herencia? Bueno, no te dejaré esos miles de millones de dólares libres solo para ti, eso sería demasiado egoísta. No, les demostraré a todos que tu maldita boda sole es una farsa, y que la mujerzuela que tomaste como esposa, espera recibir un dinero por actuar como la esposa perfecta’

Pensó con ojos maliciosos.

…

Por la noche, Lynda se esforzó por la cena frente a la fogata, prepararon una comida deliciosa, y comieron bombones asados.

“Merybeth, dinos, ¿Qué es lo que más te enamoró de mi sobrino?”

Merybeth sintió que se ponía de mil colores.

Miró a Sean, y sintió algo de temor de fallar.

“¡Todo de él me ha enamorado!”

“Imposible, siempre hay algo que nos enloquece del amor de nuestra vida”.

Merybeth sonrió.

“Bueno, sí, claro, pues…”

Ella tragó saliva.

Sintió que su mente se quedó en blanco total.

Ella no sabía que decir.

Nada se le ocurría por primera vez.

Cuando Sean miró sus ojos, supo que ella estaba perdida.

Todas las miradas estaban sobre ellos, y él sintió algo de temor.

“Creo que mi hermosa esposa necesita recordar mis cualidades”

Dijo Sean Hyland.

De pronto tomó el rostro de Merybeth entre sus manos, y la besó con dulzura Los ojos de Lucy se abrieron enormes al ver lo que había hecho.

Sintió como una espina en su corazón y se levantó alejándose.

Entonces, Orson la siguió, mientras los demás presentes festejaban aquel romántico beso.

Cuando él detuvo el beso, ella lo miró fijamente.

Sus mejillas estaban cubiertas de rubor.

“¿Y bien? ¿Ahora ya sabes que viste en mí?”

Ella sonrió.

“Sí, Sean es como un rayo de sol, ¿Lo han visto? Él brilla con su propia luz, y cuando me vio, supe que había encontrado exactamente un hombre a mi medida, eso es difícil de encontrar, y así fue supe que era el hombre perfecto para mí”.

Sean escuchó sus palabras.

Había algo de sorpresa en su rostro.

No dejaba de mirarla con seriedad, mientras Lynda y Patricia decían que eran las palabras más románticas que habían escuchado, Sean se levantó con rapidez, y fue a tomar una copa.

Ella lo siguió y bebió con rapidez el whisky Merybeth camino por el lugar aun bebiendo, necesitaba pensar.

De pronto observó a Lucy llorar abrazada a Orson Hyland.

Ella se puso tras un frondoso árbol, escuchándolo todo.

“¡Yo lo amo! No es justo que una aparecida venga y me lo robe todo, él ni siquiera la conoce, ella tampoco lo conoce, yo sé quién es Sean Hyland, él es un hombre perfecto, es disciplinando, responsable, un líder nato, es generoso, humilde, aunque todos digan que es arrogante, él ayuda a gente pobre, sin tener que gritarlo al mundo, y eso habla de su buen espíritu, ¿Y ella que sabe de él? ¡Ella no sabe nada! ¡Ella no lo merece!”

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