Ámame maldito CEO
Capítulo 36

Capítulo 36: 

“No, ¿Acaso no sabes lo que es un no, por respuesta?”

“No”

Dijo y le puso el chocolate cerca de los labios de modo que el hombre ya no puedo evitarlo y mordió el chocolate.

El sabor dulce invadió su boca.

Mientras masticaba el dulce, la miraba con enfado.

Ella tomó una servilleta.

Luego comenzó a limpiar su boca.

Estaban tan cerca.

Él no dejaba de mirarla con severidad.

Cuando lo sintió, ella se asustó un poco y dejó de tocarlo.

“Lo siento, ¡Qué carácter!”

Dijo con desdén.

Merybeth envolvió el chocolate y lo dejó a un lado.

Luego siguieron el camino.

Ella se fue quedando dormida y cuando menos lo pensó, Sean sintió que ella se recargaba sorbe su hombro.

Sentirla cerca era algo imposible para él.

Por un lado desesperante y por otro lado, aunque quería negarlo, se sentía demasiado bien.

Muy bien.

Al final, y en vista de lo incómoda que estaba, la dejó dormir en su regazo.

Aunque no era la posición más cómoda.

Ella quedó recostada con el rostro bocarriba.

Él podía mirar sus delicadas facciones.

Escuchar su respiración.

Ella era muy bella.

Lo suficiente para tentarlo.

Cuando se encontró pensando en eso, se sintió fatal.

Desvió la mirada, dispuesto a dejar de verla.

Lejos de ahí, en el pueblo de Genesee, Joe llegó a casa.

Al hacerlo encontró a Sophie en el salón, junto a su madre Arabella, y Regina.

“Carson”

Dijo con una sonrisa.

“Hijo querido, ¡Qué bueno que estás aquí!”

“¿Dónde estabas?”

Exclamó Regina.

“Dijiste que fuiste a la empacadora Carson, amor, ¿No lo hiciste?”

Reclamó Sophie Joe se quedó silencioso.

“No, tuve otros asuntos que atender”.

Sophie se puso seria.

“¿Qué hacen aquí?”

“Revisamos cosas de la-boda; querido, planeamos la fiesta de compromiso, la entrega de regalos dijo Arabella”

“Bien. Bueno, debo ir a arreglar mi maleta, debo viajar mañana a Nueva York”.

“Voy contigo, amor”

Dijo Sophie y lo siguió.

Ambos subieron a la planta alta y llegaron a la alcoba.

Él guardó algo de ropa en una pequeña valija.

“Te voy a extrañar”

Dijo Sophie abrazándose a su cintura.

Joe Carson tenía el rostro sobrio.

Era como si no sintiera nada.

Ella envolvió su rostro con sus manos y lo besó, pero pronto se dio cuenta de que él no correspondía.

“¿Es cierto que Merybeth está casada?”

Sophie se alejó y le miró con ojos enormes.

“¿Qué has dicho?”

“Dice que se casó, con un hombre muy rico, dice que la mima y la cuida mucho, incluso luce una sortija exclusiva de la joyería Giacomi, debe costar más de cien mil dólares”.

Sophie parecía tan sorprendida.

No podía creerlo.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar