Ámame maldito CEO
Capítulo 326

Capítulo 326: 

“¿Cómo qué no? Dijeron que desapareció en el mar”, dijo la mujer confundida.

“Sí, pero él logró salvarse, todo está bien, Merybeth y él están a salvo, y estoy feliz por eso”, explicó él.

“¿Feliz? ÉI es tu rival, Joe, si él no estuviera aquí, Merybeth estaría a tu lado, siendo tu esposa, cuidándote, Sean Hyland te lo ha quitado todo, te quitó el amor de tu abuelo, así como su maldita madre me robó a mi familia feliz”.

“¡Basta! Nadie te roba lo que no es tuyo, si mi abuelo lo quiso más a él, era porque tenían muchas cosas en común, cosas que no tuvo conmigo. Además, tú siempre nos separaste, eso provocó una distancia mayor, y sobre la madre de Sean, el único culpable fue papá que decidió engañarte sin pensar en el dolor que causó, ya basta, madre, deja de sembrar el odio, ¿No estás cansada de todo esto?”

Regina hundió la mirada.

“Todo lo que he hecho, lo he hecho por ti, por tu bienestar, hijo, para que seas feliz”

Ella intentó acunar su rostro, y él se alejó furioso.

“Pero; ¡Yo no te pedí nada! Solo quería estar en paz, y eso es loque menos tengo, madre, y mucho te lo debo a ti”.

“¡Hijo!”

Exclamó, pero fueron interrumpidos, ante la llegada de Sean.

Ella lo miró perpleja.

No lo podía creer.

¿Era real?

¿Era un fantasma?

¿¡Cómo podía estar vivo!?

“Hola, buenas tardes”, dijo Sean llegando de pronto.

Luego miró a Regina, quien lo veía con ojos enfurecidos, casi al borde del llanto, víctima de la rabia que sentía por haber fallado en su plan de acabar con él.

“Regina, querida, te alegras mucho de verme, ¿Verdad?”

“En realidad, me da lo mismo, lo que te pase”, aseveró rencorosa.

Sean esbozó una gran sonrisa.

“Debes sentirte muy frustrada, de que hayas fracasado en tu intento de matarme”.

Regina le miró asustada y Joe abrió ojos muy grandes

“¡¿Qué demonios dices?! ¡Eso es una blasfemia! Mientes, yo nunca haría algo así, no le creas, hijo”, dijo ella.

Sean sonrió malicioso.

Luego le mostró el video a Joe.

AI verlo, él abrió ojos enormes.

Era su madre, y estaba encima en la cama con Matthew.

Joe la miró con asco y con decepción profunda.

“¡No, hijo!”

De pronto, aparecieron los policías.

Tenían detenido a Matthew.

“¡Soy inocente, yo no hice nada!”

“Señora, debe acompañarnos a la comisaría, ahí podrá declarar”.

“¡No lo haré! Yo no hice nada, ¡Matthew es el culpable de todo! Yo soy inocente”, gritó desesperada.

Matthew le miró impactado.

No podía dar crédito en lo que esa mujer decía, lo estaba inculpando.

“¿Qué soy el culpable de todo? Yo he seguido las órdenes de esta mujer por años, por eso maté a Rony Blas, para que Sean Hyland fuera a prisión, por eso maté a Anne Phillips, su propia sobrina política, ¿Por qué? Esa mujer quería matar a Sean Hyland para que no peleara la herencia, el muerto debió ser él, pero Anne lo impidió salvándolo con su vida”.

Sean abrió ojos enormes.

Joe miró a su madre.

Sus ojos eran tan grandes y estaban al borde del llanto.

Tenía un gran dolor y una decepción en él que lo estaba matando.

“¡Madre!” gritó Joe.

“No, hijo, no le hagas caso, él miente, él está loco, obsesionado conmigo, yo soy incapaz, él actuó por su propia decisión, yo no hice nada”, exclamó Regina.

“¡ÉI mató a tu padre!”

Joe miró a Matthew con terror.

“¡Fue un accidente, Joel nos escuchó hablar de matar a Sean! Intentó ahorcar a Regina, yo la salve, fue ella quien me obligó a poner el cadáver en las escaleras del jardín y fingir que se había caído por un accidente”.

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