Ámame maldito CEO
Capítulo 324

Capítulo 324: 

Sean le miró atónito, pero aceptó.

Luego le dijo que la vería en cinco horas, en el puerto.

Joe se acercó a Sean y lo miró con desconcierto.

“¿Qué quería Sophie?”

“Nada importante, supe que le pediste el divorcio, ¿De verdad lo quieres?”

Joe le miró con duda.

“¿Por qué me lo preguntas? Sí, quiero divorciarme de Sophie, ella es una persona terrible, no quiero estar cerca de ella”.

Sean le miró con temor, pero supo que Joe no merecía estar casado con una mujer como esa.

“Te ayudaré a conseguir el divorcio”.

Joe le miró atónito.

“¿Por qué lo harías?”

“Porque sí”.

Orson y Edward se acercaron a Sean.

“Edward, ¡Gracias! Hiciste un gran trabajo, te daré el diez por ciento de acciones”

Edward sonrió feliz.

Lynda y Jane que recién llegaron estaban muy felices.

“¡Sean!”

Lynda abrazó a Sean y él le pidió que no llorara más.

“Nada de Iágrimas, lo peor ha pasado, ahora todo está bien”.

Sean le contó todo a Merybeth.

Ella fue dada de alta, y fueron junto a Mary BelI a la casa de Sean.

“Madre, siéntete como en tu casa. Usted también, señor Octave, nunca podré terminar de agradecer lo mucho que ha cuidado a mi madre, gracias por dejarla escapar”.

Octave sonrió.

“Lamento mucho el daño que les hizo mi hermano, es triste saber que su muerte, significa la felicidad y libertad de otros”.

“Es lamentable, pero, estoy segura de que, habrá pagado sus culpas, solo los cielos pueden juzgarlo ahora”, dijo Merybeth.

Ella llevó a su madre a su habitación.

“Gracias, hija, amo llamarte así, me siento un poco cansada, mareada, han sido días tan…”, ella hizo una pausa.

Parecía que empezaba a divagar.

Sacudiendo su cabeza, ella volvió al presente.

“A veces mi mente no es tan Iúcida, a veces me siento fuera de la realidad, pero prometo que estaré bien”.

Merybeth la abrazó, se recostó a su lado; y Mary BelI la arropó

“Nos robaron tanto tiempo, hija, pero ahora estoy aquí, ni siquiera quiero dormir, para no perderme ni un segundo a tu lado”.

Merybeth sonrió.

Las Iágrimas cayeron por su rostro.

De pronto, sintió como su madre acariciaba su cabello.

“Estaré aquí, madre, siempre estaré aquí a tu lado, te cuidaré, me cuidarás, el tiempo no vuelve, pero lo haremos valer como la fortuna más incontable del mundo, lo juro”.

“No quiero perder un momento sin ti, quiero verte siempre, quiero hacerte feliz, mi hija, no quiero volver a extrañarte, quiero saber que el amor ganó, que nunca volveremos a ser víctimas de los malos”.

Merybeth la abrazó con fuerza.

Luego besó su mejilla y su frente.

Mary BelI se rindió y se quedó dormida.

Estaba agotada.

Merybeth salió un momento, encontró a Sean y él la abrazó

“Mi amor, te extrañé tanto”.

“Sean, no tengo palabras para agradecerte que me hayas devuelto a mamá, ¡Soy tan feliz! Te amo”, dijo feliz.

ÉI acunó su rostro.

“Debo ir a entregar el dinero a Sophie”.

Merybeth se puso ansiosa.

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