Ámame maldito CEO -
Capítulo 30
Capítulo 30:
“Así es, solo estarán mi abuelo, mi Tía Patricia; mi prima Lynda, su esposo, y mi primo Orson, también el abogado de la familia, así que debemos dar una buena impresión”.
“¿Es porque eres g&y y no quieres que lo sepan?”
Exclamó de pronto y esa pregunta incluso logró angustiarlo.
Sean bebía de su té, pero al escuchar sus palabras casi se atraganta y tosió con fuerza.
“¡¿Qué dijiste?!”
Exclamó con voz ronca.
Su voz de pronto sonó como un gruñido.
Merybeth sintió algo de temor.
Era como si hubiese dicho algo incorrecto.
“Yo… yo… bueno, es que contrataste a una esposa, cualquier otro hombre como tú, hubiese conseguido una prometida sin problema”.
“¿Cualquier hombre como yo?”
Dijo con ojos severos. y mirándola bien.
“Guapo y rico”.
“¿Crees que soy guapo?”
“Sí, pero amargado, no te hagas ilusiones, no me gustas”
Dijo levantando la barbilla con fingida indiferencia.
Sean la escudriñó bien.
Luego esbozó una sonrisa.
“No soy g&y, pero este matrimonio por contrato me conseguirá el acceso total a mi herencia”.
Merybeth abrió bien los ojos.
Había algo de sorpresa en su mirada.
“Entonces, ¿Lo haces por eso? Buscas dinero, eso le explica todo.
“Mi madre me heredó una fortuna en vida y otra cuando muriera, pero, ella quería que estuviera casado, y feliz, así que, se le ocurrió dejar una cláusula, debo estar casado y enamorado, esa es la razón de la tonta fiesta familiar, así que, debemos fingir muy bien, Merybeth, de eso dependen tus veinte millones de dólares”.
Ella le miró atónita.
“¿Qué tengo que hacer?”
“Fingir ser una gran esposa, una gran esposa enamorada”.
Merybeth sintió que esas palabras la asustaban.
Sus ojos eran enormes y asustados.
“¿Podrás hacerlo? ¿Podrás fingirme amor, Merybeth?”
ÉL fijó sus ojos dorados en ella.
Merybeth guardó silencio.
De pronto el recuerdo de Joe vino a su mente.
‘Él fingió amarme, nadie puede amarte y en dos meses reemplazarte, nadie que amé de verdad puede hacerlo, fingió, se volvió un gran actor, y no lo intuí, ni una vez’
Pensó con dolor.
“¿Merybeth?”
“Seré la esposa más amorosa, Señor Antártida, por veinte millones, incluso puedo ser como una cucharada de miel para usted”
Aseveró sonriente, pero Sean tenía el rostro severo.
Ella caminó a llevar los platos para lavarlos.
‘Claro que sí, conozco bien a las mujeres como tú, y como Anne, son capaces de vender su alma al diablo, solo por dinero’
Pensó con dolor y cuando Merybeth lo buscó, él ya no estaba ahí.
Merybeth miró su móvil.
Recordó la voz de Joe.
De pronto una llamada resonó.
Sintió unos nervios al ver ese nombre en el identificador.
[Madre]
Merybeth respondió-
“Hola, madre”.
“Merybeth, escucha; la siguiente semana es la fiesta de compromiso de tu hermana; quiero que vengas. A casa”.
“No iré a esa fiesta de compromiso, seria patético, madre, ¿Por qué no piensas ni un poquito en mí?”
Exclamó ella desesperada.
“Joe y los Carson no estarán aquí”.
Ella se quedó perpleja.
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