Ámame maldito CEO
Capítulo 297

Capítulo 297: 

Regina asintió, aún en shock.

No se creía lo que había pasado.

Todo paso tan rápido.

“Está bien”.

“Ahora, deme las llaves, cerraremos este lugar con llave, yo limpiaré el desastre, y me llevaré el cuerpo, hasta ese lugar, actúe normal, y suba a su alcoba”.

Ella salió de ahí.

Regina caminó rumbo a su alcoba y Joe la alcanzó

“Madre, ¿Has visto a papá?”

Regina le miró asustada.

¿Qué le iba a decir?

¿Le contaba la verdad?

¿Y si mentía y él la descubría?

¿Iría a prisión?

¿Cómo reaccionaría su hijo?

Era un momento difícil y ella todavía estaba en shock.

No estaba lista para actuar.

“No, no lo sé”, respondió.

Viendo que su hijo la observaba, siguió con su excusa.

“Creo que estaba en la habitación, le dolía el estómago, ¿Qué pasa, hijo?”

Intento cambiar le tema para desviar su atención.

No quería ser descubierta.

Tenía que ganar tiempo.

Tiempo para pensar en una mejor excusa que cubriera todo esto.

“¿A mí? Más bien a ti, te ves extraña, madre, ¿Ocurrió algo?”

Regina sonrió y negó.

¿Cómo lo había notado?

¡ÉI era un idiota!

¿Por qué tenía que ser tan atento en un momento como este?

“Nada, solo estoy preocupada, ya sabes, los gastos, los préstamos de tu padre, y sean Carson fastidiándonos la vida”.

“Dirás Sean Hyland, resulta que mi hermano, no es un Carson ya, se cambió el apellido y es el gran heredero de la fortuna Hyland”.

Joe explico todo esto con inocencia, pero para ella…

Este fue un muy duro golpe.

Un golpe que le molesto mucho.

“Ese malnacido…”, se quejó.

“Todo tiene que irle bien, siendo el hijo de una mujerzuela; tiene tal suerte, que ni siquiera necesita la fortuna Carson, lo hacer por vengarse de nosotros, hijo”.

“Basta, madre, él no tiene culpa de eso”.

“¿Ahora lo defenderás? Cuando actuó vengándose de ti, junto a Merybeth. Deberías divorciarte de la inútil de Sophie, y pedirle a Merybeth que se divorcie de ese infeliz, para que vuelva contigo, estoy segura de que aún te ama y tiene una herencia muy grande hijo, y tú la amas, aunque me lo niegue”.

“No sabes de lo que hablas, Regina, déjame tranquilo”, sentenció Joe y subió a su alcoba con rapidez.

Regina tocó su cabeza, sintió que estaba por explotarle.

Luego también fue a su habitación.

Cuando Joe llegó a su alcoba, Sophie estaba ahí, la miró con desprecio

“¿Qué haces aquí?”

“Permitiste que corrieran a mi madre, Joe”.

“Tu madre no merece nada”.

“Quiero que hagas que vuelva”.

“Si quiere volver, debe rogarle a Merybeth, ella es la nueva dueña y señora de la casa, ella es la que decide, pero, creo que ya le hizo ver a Arabella que solo volverá como una criada, ella decide”, explicó él.

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