Ámame maldito CEO
Capítulo 284

Capítulo 284: 

Orson estaba ansioso.

Estaba emocionado.

Quería ver a su bebé, sería la primera vez que lo vería.

Jane sintió que sus manos temblaban.

Su rostro estaba cubierto de un rubor intenso.

Quería calmarse, pero era imposible.

Ver a Orson ahí, a su lado, era incómodo.

Ni siquiera sabía por qué estaba alIí.

La doctora se apuró a poner el gel y a comenzar la ecografía.

Jane estaba tumbada, mirando al techo, mientras Orson no perdía ni un solo instante.

Sus ojos eran tan ilusionados, admirando la pantalla, escuchando cada cosa que decía la doctora sobre el bebé.

“Parece estar muy bien, tiene buen peso, se ve saludable”.

“¿Podemos saber el se%o del bebé?”, exclamó Orson, y tomó la mano de Jane.

Ella enderezó la cabeza y escuchó cuando la doctora dijo que sí, no pudo evitar poner tanta atención, contener su aliento, esperando.

“Esperemos tener un poco de suerte, y… ¡Es Una niña!”, exclamó con alegría Orson.

Luego abrió ojos enromes, y sonrió.

Sus ojos se volvieron cristalinos.

Estaba tan emocionado.

Jane se quedó callada.

Parecía impresionada, cuando se miraron notó las Iágrimas que caían por el rostro de Orson, ella las limpió.

“Orson…”

ÉI acunó su rostro.

“¡Estoy tan feliz, me haces tan feliz!”, exclamó emocionado, y le dio un beso sin que ella pudiera rechazarlo.

Salieron de la consulta, y Orson llevó a Jane a casa.

ÉI notó su seriedad.

Ella rechazó salir a cenar, e incluso fue silenciosa durante todo el camino, estaba por entrar a casa, cuando ella se detuvo.

Jane tenía la mirada melancólica, y se giró a mirarlo.

“Orson, no vuelvas a besarme”.

Orson sintió un temor ante sus palabras.

“Jane…”

“Ayer, estuve hablando con mi ex novio, él volvió de Canadá, quiere verme, sabe mi situación, no le importa; él dice que aúname ama, quiere volver conmigo, Orson, yo no te amo, no siento nada por ti, pero Justin es diferente, sé que sentí algo por él, saldré con él, mañana, en una cita, quería que lo supieras por mí, no, por tu hermana”.

Orson la miró con dolor.

Luego tragó saliva y asintió.

“Que tengas una buena cita con tu ex”.

Orson tenía la mirada tan desilusionada.

Jane le miró con temor.

ÉI dio la vuelta, subió a su auto y arrancó tan rápido, que Jane tuvo miedo de que algo malo le pasara.

‘¡A mí que me importa! ¿Por qué habría de preocuparme por él?’ pensó, pero la angustia no disminuyó de su mente.

Entró en casa y supo que Lynda ya estaba durmiendo.

Se sentó sobre el sofá y pensó en Orson.

¿Por qué no era capaz de corresponder a su amor?

¿Por qué tenía tanto miedo de ser feliz, que se saboteaba a sí misma?

“ÉI es un hombre bueno, es un hombre feliz, es perfecto para cualquier mujer, ¿Por qué me elegiría a mí? A mi lado, solo arruinará sus ilusiones y yo veré como otra historia que pudo ser bonita se volverá pasado”.

Mientras tanto en otro lugar…

Merybeth llevaba una botella de champagne, y dos copas, con un mantel.

Sean la llevaba por los extensos jardines de la mansión Carson, alejándola de todo.

“Entonces ¿Tú creciste aquí?”

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