Ámame maldito CEO -
Capítulo 282
Capítulo 282:
“Quiero mucho dinero, Arabella”.
“¡No te daré nada!”, sentenció rabiosa.
“¡No tengo nada de dinero!”
“Tengo a la mujer”.
“¿Qué mujer, Tom? ¿De qué demonios hablas?”, exclamó frustrada.
“Mary BelI Riley está conmigo, la tengo en mi poder, te la daré”.
Arabella abrió ojos muy grandes.
“¡¿Qué?! ¿Dónde?”
“Querida, no seré tan idiota para decírtelo, si la quieres, deberás pagar mucho dinero por ella, escuché que pagan veinte millones por ella, si la quieres, debes darme cincuenta millones, y la tendrás contigo, de lo contrario, se la entregaré a Sean Hyland”.
“¡No te atrevas, Tom! Yo te daré el dinero, yo te daré todo para tener a Mary BelI en mis manos”, dijo ella.
Luego colgó la llamada.
‘¿Ya lo ves, Merybeth? Sigue riendo, pero el que ríe al último ríe mejor, convertiré tu risa en Iágrimas’, pensó.
…
Mientras tanto en otro lugar…
Mary BelI y Octave estaban encerrados en un cuarto al fondo de una bodega a las afueras de Allegany.
ÉI tenía miedo de que Mary no tomara su medicación y empeorara, además se preocupaba de que no había comido, ni bebido.
Era un lugar oscuro, frío, no era bueno para ella.
“¡Tranquila, Mary! Estoy aquí, estamos juntos, estaremos bien, te prometo que te sacaré de aquí, que seremos libres”.
Mary asintió, tomando su mano con fuerza.
Escucharon que abrieron la puerta, encendieron la luz.
Sus ojos tardaron en adaptarse de nuevo, y cuando vieron a Tom TarrelI, Mary que le temía mucho, atinó a retroceder, empujando su cuerpo atrás, haciéndose un ovillo, asustada.
Octave se levantó tan rápido como pudo, estaba a punto de golpearle, cuando el hombre empuñó una pistola en su contra.
“¿Serás capaz de matar a tu propio hermano? ¿Podrás acabar con tu propia sangre?”
“Contigo no, tal vez, por el recuerdo de mamá, pero con ella… sí”.
Mary chilló aterrorizada, y Octave dio un traspié, cubriéndola con su cuerpo, como si fuera su escudo.
“¡No le hagas daño! ¿Qué es lo que quieres, Tom? ¡Déjanos en paz!”, exclamó.
“¡Escucha, hermanito todo es por tu culpa! Es tu culpa que Sean Hyland me haya denunciado, por lo de su esposa, seguro tú me denunciaste, ahora me cerraron Park King y encima, estoy en juicio, un juicio que perderé y me condenarán a prisión, ¡Me quedaré sin nada! No estoy dispuesto a irme sin nada”.
“¡Eso no es mi culpa, ni de Mary!”, dijo él.
“Aceptaste que la esposa de Hyland fuera a ese lugar, en contra de su voluntad, todo por la maldad de terceros, tú eres su cómplice, lo hiciste por dinero, ahora pagarás lo que hiciste”.
“¡Cállate! Yo que iba a saber que esa mujer era esposa del Señor Hyland, ahora descubrieron muchas cosas de mí, no solo lo de tu Mary, si no de otras personas más recluidas en contra de su voluntad, por eso, estoy seguro de que querrán enviarme a prisión, pero, ¡No lo permitiré!”, gritó él molesto.
“¡No tienes opción, Tom!”, dijo Octave.
“¡Claro que sí!”, dijo sonriente.
“Esa mujer, es mi tabla de salvación”.
2¡No te atrevas a lastimar a Mary BelI, antes te juro que pasarás por mi cadáver!”
“Como tú lo quieres”.
“O antes te mataré”.
“¿Matarás a tu único hermano; por una mujer? ¿Tanto la amas?”
“¡No me provoques!”, exclamó Octave con voz feroz.
“Escúchame bien, está mujer vale oro, resulta que la hija que perdió, ¡Si existe! Y es la esposa de un hombre muy rico, ni más, ni menos que el mismo Señor Hyland, y está dispuesto a pagar millones por ella, por esto está aquí, cuando tenga el mejor postor que pagará por su libertad, la entregaré”.
Tom dio la vuelta y salió, Octave sintió un profundo terror.
Se sintió frustrado.
Tom volvió y puso bolsas con comida y agua.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar