Ámame maldito CEO
Capítulo 275

Capítulo 275: 

“¿Qué pasa? ¿Te duele saber que tu padre dejó a tu mamita en ese lugar?”

“¡Has sido tú!”

“Los dos lo hicimos, éramos dos estafadores, mientras yo intentaba seducir a un viejo rico, él sedujo a la tonta de Mary BelI, su trabajo prosperó, él mío no, vinimos a Nueva York, apostando todo por eso, luego, cuando naciste, fuiste el dolor de cabeza más grande de nuestras vidas, tu madre fue enviada a ParK King…”

“Pero, te salió mal, no esperabas que el dinero fuera todo para mí, creíste que yo lo cedería al ser adulta, y mira nada más donde estamos ahora fallaste Arabella nunca más vuelvas a jugar contra mí, ahora te tengo en mis manos”.

Arabella bajó la mirada llena de rencor.

‘Está por verse, esto aún no acaba, Merybeth’, pensó.

“Que tu tonta hija, comience a limpiar mi nombre en redes. Mujer, apúrate, mientras busco a mi madre, al volver, cuando todo esté listo, volveré con los papeles que te hacen dueña de la herencia Hansen”.

“¡Más te vale que sostengas tu palabra, Merybeth!”

“Sí, lo haré, tenemos un trato, mujer”.

Merybeth dio la vuelta y salió de ahí.

Sean miró su rostro.

Ella se abrazó a él, llorando.

“¿Qué pasa, amor?”

“¡Mi madre está en Park King! ¡Mi madre está viva, Sean!”

“¿De qué hablan? ¿Por qué dices que tu madre está viva, Merybeth?”

Ellos rompieron el abrazo y vieron a Joe detrás, mirándolos con intriga.

Merybeth miró a Joe.

Sintió rabia solo al verlo ahí.

Luego de ayer no quería verlo más.

¡Quería que solo desapareciera!

“No es de tu incumbencia”, espetó Sean con enojó.

Estaban por irse, pero él los detuvo.

“¡Quiero saberlo! ¿Es otra de sus tretas?”

“¿Tretas?”, exclamó Sean-indignado.

“No somos tú, ni tu maldita familia”.

“¡Ten cuidado…!”, exclamó Joe.

“Mi madre no es Arabella Hansen, todo este tiempo he vivido una mentira, Joe, y tu adorable esposa lo sabía todo”.

Joe le miró con ojos grandes y perturbados.

Parecía imposible para él creer tal cosa.

“¡¿Qué dices? ¿Cómo es posible?”

“Mi madre es la verdadera dueña de toda la fortuna Hansen, Félix le robó todo, y me apartó de su lado, enviando a mi madre a un hospital psiquiátrico, pero ahora sé la verdad, buscaré a mi madre, aunque sea todo lo que haga en la vida, y enviaré a Arabella a la cárcel”.

Joe la miró con ojos impactados.

“¡No sabía nada! No puedo creerlo, ¿Cómo pueden ser tan malas?”

“¡Tú como siempre, Joe! Defiendes a los malos, y lastimas a los buenos, eso es típico de ti, pero, no te preocupes, Merybeth me tiene a mí para defenderla, cuidarla, y hacer que los que la dañaron paguen con creces todo su dolor”.

Joe le miró con rabia, y vio como sus manos se entrelazaron, salieron de la casa, caminando como si fueran todopoderosos.

Joe sintió una nostalgia.

recordó cuando él llevaba a Merybeth de la mano, entonces ella era suya, al menos él lo creía, jamás imaginó que ahora estaría en la situación que ahora vivía.

Sean y Merybeth subieron al auto.

Ella parecía muy emocionada.

“¡Pronto estaré ante ella! ¿Verdad que sí? ¿Verdad que pronto veré a mi madre?”

Sean sonrió y acunó su rostro.

“Sí, mi amor, así será, no descansaré hasta que estés frente a ella y puedas abrazarla”.

Merybeth besó sus labios.

“Todo es por ti, Sean, de verdad, eres lo mejor que me ha pasado, la mejor mosca que voló en mi cara, me alegro de que hayas volado encima de mí”.

ÉI rio de sus palabras, y encendió el auto.

“Te llevaré con Jane, y luego iré a al bufete, necesito arreglar un par de cosas”.

Merybeth asintió.

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