Ámame maldito CEO
Capítulo 232

Capítulo 232: 

“¿Me ayudarás?”

“No te mentiré, si te ayudo es porque quiero ser un abogado de Hyland y Asociados”.

“Hecho”, dijo tendiéndole la mano.

Edward la tomó como una promesa de que así sería.

…

Mientras tanto en otro lugar…

Joe escuchaba a Arabella.

Ambos estaban en el funeral, velando a Félix Hansen.

“No puedo creerlo, es que, Merybeth de verdad enloqueció, no puedo creer en lo que se ha convertido”, dijo Joe con ojos grandes y una decepción en su pecho.

“Ella siempre fue mala, Joe; tú nunca lo notaste, por favor. ayúdanos, no permitas que su marido rico nos haga daño. Sean Hyland nos amenazó, dijo que acabaría con nosotros”

“¡Nunca permitiré una injusticia tan atroz!”, dijo Joe.

Unos hombres entraron a la casa y Arabella los miró con terror.

“Tengo un mensaje de Sean Hyland”, dijo el hombre acercándose a Arabella.

“Debe abandonar la casa, ya que está se encuentra como garantía de la fábrica. Así que, tiene dos días para abandonarla”.

“¡¿Cómo se atreve?!”, exclamó Joe tan enfurecido.

No lo podía creer.

¡Ese hombre era un monstruo!

“¡Dígale a Sean Hyland que Joe Carson le advierte qué lo hará pagar muy caro por esta humillación!”

El hombre le miró sin interés y salió de ahí.

Arabella se echó a llorar.

“¡Ahora que haremos?”

“No se preocupen. Irán a vivir a mi casa, tal vez no tengo suficiente dinero, pero nada les faltara”, aseveró.

Arabella sonrió feliz, pero, Regina Carson que había escuchado con interés la naturaleza de la conversación.

La tomó del brazo y la hizo a un lado.

“¿Así que ahora pretendes vivir en la Mansión Carson?”

“Bueno, eso fue decisión de Joe. ÉI quiso”.

Hizo una pausa.

“Nadie le obligó a nada, ¿Qué pasa? ¿Ahora no quieres ayudarnos?”

Regina la miró con furia.

“Te ayudaré, pero solo si me ayudas a mí, si quieres vivir en la Mansión Carson, deberás defenderla como lo hago yo, Sean Carson es una piedra en mi camino y me debes ayudar”, dijo Regina.

“Vaya, parece que tenemos a dos Sean que son un problema, bien te ayudaré a acabar con él”.

Mientras tanto en otro lugar…

AI día siguiente Sean y Edward fueron hasta la cIínica Build Mind, mientras cateaban el lugar.

Edward habló con unos empleados.

AI final, ofreció suficiente dinero.

“Ayer trasladamos a una chica, fue hasta Park King”.

Sean sacó su móvil y mostró una foto se Merybeth.

“¿A ella?”

“Sí”.

Sean sintió alivio, pero también rabia.

Le dio el dinero y salió de prisa.

“¿A dónde vas?”, exclamó Edward.

“Iré a Erie por mi esposa. Avisa a la policía”.

Edward asintió y lo vio partir.

‘Obtuve un puesto como abogado senior en Hyland y asociados, nunca hubiese ganado la demanda de divorcio, es obvio que Sean jamás dejaría ir a su esposa’, pensó Edward satisfecho.

El Doctor Octave exigió entrar al cuarto blanco.

“Buenos días”.

Apenas escucho esa voz, y Merybeth se levantó del suelo, alejándose temerosa.

“Mi nombre es Octave TarrelI, ¿CuáI es tu nombre?”

“Soy Merybeth Hansen, ¡No estoy loca! Fui traída contra mi voluntad”.

Octave la miró impactado

“Dame un segundo”, dijo y se fue.

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