Ámame maldito CEO
Capítulo 231

Capítulo 231: 

Jane se levantó de la cama y Orson que recién llegaba y la vio, se asustó mucho.

“¡Debes dormir! Por favor, Jane”.

“¡Sé que algo pasó con Merybeth, no me engañes! No responde llamadas, ni mensajes, ella vive con el celular en las manos, y te advierto, si no me dices que ha pasado, me iré a buscarla, además dicen que salió de la agencia muy temprano y no volvió”.

“Está bien”, dijo Orson.

“Te lo diré todo, solo si vuelves a la cama”.

Ella asintió y se recostó.

“Jane, Merybeth está desaparecida”

Jane le miró asustada, y él tomó su mano.

“¡No! ¿Qué le pasó? Dime la verdad, por más dura que sea, por favor”.

“Jane, el padre de Merybeth murió, ella fue a esa casa, y según Arabella Hansen se volvió loca, la envió a un hospital psiquiátrico, pero nadie la encuentra”.

“¡Esa maldita mujer! Merybeth siempre creyendo que su madre cambiaría, y es solo una p%rra desgraciada, ella la dañó, ¿Por qué le hace tanto mal?”

“Porque Merybeth es heredera a toda la fortuna Hansen, y quieren que ceda todo el dinero a Sophie, por eso es que quieren obligarla”.

“No puede ser, es horrible, ¡Orson si algo malo le pasa a Merybeth me muero! ¡Ella es como mi hermana, es lo único que tengo como familia!”, exclamó.

Orson se sentó frente a ella y la abrazó.

Luego acunó su rostro.

“La encontraremos, Sean la ama con locura, él luchará por traerla de vuelta a su lado, lo conozco, la ama demasiado, no permitirá que nada malo le pase, pronto estará aquí, haciéndonos reír y disfrutando con nosotros, lo verás”.

Ella asintió.

“Ella es valiente, seguro estará bien”, dijo sollozando.

Orson limpió sus Iágrimas.

La miró tan triste y se acercó a su boca como si fuera autómata.

Solo guiándose de su impulso, ella no puso resistencia y sintió como sus labios tomaron los suyos, su boca llena la suya, fue una sensación tan dulce, reconfortante, fue como una caricia que la hizo sentir protegida.

Era lento y tan dulce.

Ella se alejó al instante, recordando lo que pasaba.

“Yo…”

ÉI siseó cerca de sus labios.

“No digas nada, hoy no digas nada”

Ella asintió y él la abrazó.

Jane necesitaba ese abrazo.

Mientras tanto en otro lugar…

Sean estaba en casa, volviéndose loco, pensando, analizando, todo estaba mal en él, no podía dejar de pensar en ella, hasta que recibió esa llamada.

“¿Qué pasa?”

“Habla Edward Grant, he pensado en lo que hablamos, y…”

“¡Ahora no! Grant, mi esposa desapareció, estoy desesperado”.

“¿Qué? ¿Cómo que desapareció?”

Sean le contó todo, y colgó la llamada.

Caminaba de un lado a otro, podía recordar a Merybeth en cada lugar de esa casa, sentía que no podría respirar.

Escuchó que llamaron a la puerta y corrió, pensando, suplicando que fuera ella, pero cuando abrió lo vio a él.

“¿Tú?”

“Sí, vine, mira”

Edward Grant entró, y trajo una lista y papeles.

“¿Qué es esto?”

“El hospital Build Mind tiene nexos con un hospital llamado Park King en Erie”.

“¿Crees que…?”

“Sí, creo que trasladaron a tu esposa aquí, sobornemos a la gente de Build me, y luego investiguemos en Park King”.

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