Ámame maldito CEO
Capítulo 132

Capítulo 132: 

Él observó la hoja en blanco.

Titubeó receloso, estudiaba leyes, pero, aún no terminaba, y firmar una hoja en blanco no era algo que un buen abogado haría.

“Pero, esto está en blanco, cariño, ¿Para qué quieres que lo haga?”

Estaba dudando.

“Por favor, querido, además, porque aquí pondré nuestros votos matrimoniales, y estarán firmados, anda firma, ¿Acaso crees que podría usarlo en tu contra? Es solo un acto de amor”.

Sean miró la hoja.

Tuvo un mal presentimiento, pero al final, ella comenzó a besarlo.

Apurándolo, él lo hizo.

Terminó estampando su firma en aquella hoja.

La mujer fue y guardó la hoja.

Luego volvió a él.

Le dio una copa de vino, que él bebió por completo.

Después… comenzó a besarlo.

Pero, de pronto él se sintió agotado.

Era como si tuviera mucho sueño.

Era… como si no se sintiera bien.

Estaba mareado.

Con la mirada cubierta por neblina blanca, preguntó:

“¿Qué tenía esa copa?”

“¿Qué dices?”

“No me siento bien…”, dijo con voz débil.

Luego se desmayó sobre la cama.

Volviendo al presente, ella dijo:

“Sí, lo haré”,

Anne estaba con gran seguridad.

Sean la miró atónito.

No podía creer en ella y, sin embargo, estaba escuchándola con atención.

“¿De verdad? ¿A cambio de qué?”, exclamó.

“A cambio de que me hagas tu esposa”, dijo con la voz segura.

Sean la miró con estupor.

Sus cejas se elevaron.

Por unos minutos se quedó silencioso.

Esa mujer de verdad tenía agallas, para ser tan cínica.

“¿Quieres ser mi esposa?”

“Sí, quiero serlo, sí te casas conmigo, yo haré eso que dices, iré ante la autoridad, diré que te obligué a firmar una hoja en blanco, y que tengo como demostrarlo”.

Sean frunció el ceño, impactado.

“¿Tienes… cómo demostrarlo?”

“Sí, cariño, tengo como demostrar que Regina Carson me obligó a hacerte firmar ese documento donde cedías toda tu herencia a manos de Joe Carson”.

Sean la miró incrédulo.

Había tanta seguridad en la mirada de la mujer, que lo hizo pensar que no bromeaba.

“Está bien, pero, yo también tengo mi condición, Anne, tú, me has engañado; me has destruido, y eso, me da desconfianza”, dijo con firmeza.

Ella asintió, con el rostro débil.

“Lo sé”.

“Primero, debes ayudarme a conseguir mi herencia, debes ir al bufete de abogados Hyland y Asociados, ahí, mi abogado Orson Hyland te ayudará para poner la demanda en contra de los Carson, iniciar el juicio para quitarles mi herencia, y luego de haberlo ganado, te haré mi esposa”, explicó él.

“¿Y si te arrepientes?”

“Tendrás que confiar en mí, en que mi amor por ti sigue vivo, y que tendrás tu recompensa”.

“¿Mi recompensa?”

“Sí, te volveré mi esposa, y te haré la nueva Señora Carson, dueña de toda la fortuna, serás como una reina a mi lado”.

Los ojos de Anne brillaron con ambición.

“Está bien, lo haré, lo haré, dime cuando, como, y dónde”.

Sean sonrió, pero contuvo su emoción.

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