Ámame maldito CEO
Capítulo 131

Capítulo 131: 

“¿Creíste que por un rico org%smo volvería contigo a casa? ¡Ternurita!”, exclamó ella tocando su mejilla como una caricia.

“Tendrías que regalarme más de mil org%smos, cariño, porque yo no vuelvo contigo, ni por veinte millones de dólares, ni una casa en la playa”.

Merybeth sonrió al notar su decepción.

Luego salió de prisa.

Al salir, Merybeth vio a la mujer con la que Sean bailaba.

Ella no dudó en darle un buen empujón.

Anne la miró con rabia.

Entró al baño enfurecida.

“¡Sean! ¿Qué haces aquí?”

Sean miró a Anne, y rodó sus ojos con fastidio.

“Buscándote, ¿Qué más? Estaba preocupado, pero, ¿Tú corriste a salvarte sin mí?”

Ella se puso nerviosa.

Él, por su parte, esbozó una sonrisa burlona.

“No te preocupes lo entiendo”, dijo con desdén.

Pero no mentía.

Ella no le importaba.

Salieron del baño de mujeres, y ella se detuvo de forma abrupta.

“Sean, no quiero que sigas odiándome, por favor, yo he aprendido a perdonarme por mis errores, no soy más la mujer que te engaño, cambié, mejoré”, dijo ella con voz emocional.

Sean sintió que debía convertirse en el mejor actor, o terminaría riéndose en su rostro.

Esa mujer era hipócrita.

Él no creería en ella, ni una sola vez, pero haría lo que sea pro conseguir lo que quería.

“Te creo, juro que te creo, todos cambiamos, pero, no lo sé, aún así, no sé si pueda, estar contigo, otra vez”, aseveró

Ella se acercó.

Sus manos acariciaron su rostro, y Sean sintió que no podía dejar de sentir náuseas.

Por más que se obligaba a aceptarla, era como si estuviese condicionado para rechazarlo, si quería soportarla debía pensar en Merybeth.

“Déjame demostrarte que he cambiado, que ahora puedes confiar en mí”.

“¿Y crees que así lo harás? ¿Con simples caricias? No, Anne, ya no soy un hombre que cree en caricias o besos, no soy ese hombre más”

Sentenció con firmeza, sorprendiéndola y alejándola.

“¿Y entonces? Dime. ¿Qué debo hacer para que creas en mí?”

Él sonrió con algo de burla.

“Demuéstrame haciendo lo justa, haz que me devuelvan lo que me robaron, quiero mi fortuna de vuelta, hace años me hiciste firmar un papel en blanco, sin embargo ambos sabemos que, fue un acto ingenuo y estúpido de mi parte, esto es tan simple, como ir y decir la verdad, tú me hiciste firmar algo que yo no sabía que se usaría en mi contra, eso haría la diferencia, tendría de vuelta lo que me pertenece, aunque claro, tres años de sufrimiento, un año de cárcel, nada podría borrar mi dolor, pero, si es cierto que cambiaste, ¿Podrías hacerlo y demostrarlo?”, exclamó con la voz tan segura, que hizo un eco en el corazón de la mujer.

Anne bajó la mirada.

Sintió miedo en su interior.

Hacer eso, sería enfrentarse de nuevo a los Carson.

Tendría que enfrentar a Regina, y ella tenía pavor de esa mujer.

Sin embargo, supo que ya no tenía, nada por ganar, ni nada por perder.

“¿Te pido demasiado? Sé que no lo harás, no eres capaz, sigues siendo la misma Anne, la misma frívola, y egoísta, nunca la mujer que yo creí, a la que alguna vez amé con ceguera”.

Sean estuvo por irse, pero ella lo detuvo.

Lo arrinconó contra la pared, colocándose frente a su rostro.

Él sintió su aliento.

Sintió que podía empujarla.

No soportaba su presencia ella le recordaba todo el pasado cruel.

Flashback:

“Hoy haremos algo especial, mi amor”.

“¿Qué?”, exclamó Sean sentado sobre la cama.

Anne se desnudó ante sus ojos, mientras él la miraba con ojos oscuros de deseo por hacerla completamente suya.

“Firma este papel”.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar