Ámame maldito CEO -
Capítulo 118
Capítulo 118:
“Sí, con las cláusulas que me hiciste poner en el contrato, y que ella firmó, fácilmente podríamos obligarla a cumplirlo, a volver a tu lado”.
Sean bajá la mirada, pensativo.
“No me interesa, no me interesa nada que tenga que ver con esa mujer, no quiero escuchar más su nombre, ni nada sobre ella”.
Orson le miró sorprendido.
“Entonces… ¿Quieres que prepare el divorcio?”
“¡No!”
Exclamó con rapidez, como si Orson hubiese tocado una herida que ardía en su piel.
“No quiero que hagas nada, deja todo como está”.
Orson asintió.
“¿Qué problema hubo en el bufete?”
“Ninguno, todo está en orden, pero tuve miedo por ti, porque te hubiese pasado algo”.
“Entonces, lárgate, nada me ha pasado, y quiero estar solo”.
“Por lo menos deja que la empleada entre a limpiar”.
Sean asintió y subió la escalera, sin siquiera despedirse.
Orson lo miró irse, y sintió pena por él.
‘Está sufriendo por ella, puede negarlo, pero sé que se enamoró, creyó que podría tratarla de forma cruel, y que ella soportaría por dinero e interés, ahora sabe que se equivocó de mujer, y eso lo está matando de dolor, pobre’
Pensó Orson.
Luego se fue.
…
Merybeth estaba en la agencia de publicidad de Jane.
Ella representaba a muchos modelos; marcas, artistas, e influencers.
Cuando Merybeth reabrió su página de videos, encontró miles de mensajes.
Aún había muchos de odio, pero también hubo muchos de apoyo.
Otros que decían extrañar su contenido.
Querían viajar con ella a través de sus míticos videos.
Una punzada de nostalgia se sembró en su pecho.
‘Viajar, conocer nuevos horizontes, ¡Ay, cielos! Está ave se volvió de presa, pero pronto, recuperaré mis alas, ¡Y a volar! Iremos a todos los lugares del mundo» pensó, ella esbozó una gran sonrisa’
“Señorita Hansen”
Merybeth alzó la vista.
“¿Qué pasa?”
“Hay una clienta que quiere ver a Jane, pero ella no está”.
Merybeth se levantó y se arregló el vestido.
“Hazla pasar, yo la atenderé”.
Pronto una mujer esbelta y elegante entró.
Merybeth le sonrió y se dieron la mano.
“Mi nombre es Sonia Ricks, quería contratar sus servicios para apoyar a un nuevo artista plástico que hará una exposición en dos días en Nueva York, sé que es poco tiempo”.
“Nunca es tarde, pero, me sorprende que, teniendo su exposición tan próxima, no tenga agencia publicitaria”.
“Sucede que contratamos a unos inútiles, y me salió muy caro, ahora estamos desesperados, y escuchamos que este lugar es el mejor”.
“Y no se equivoca”
Dijo Merybeth acercándose.
“Ha llegado al lugar correcto, donde un simple mortal, se vuelve una estrella brillante en si su artista quiere ganar, aquí lo hará”
Dijo Merybeth con tal seguridad que la mujer sonrió ilusionada.
Ambas comenzaron a trabajar.
Merybeth recabó todos los datos del artista.
Cuando Jane llegó, y se enteró, comenzó a negociar los precios, ella ofreció la tarifa más alta y la cliente no tuvo ni un poco de reparó en aceptar.
Jane estaba tan feliz.
“¡Merybeth Hansen, has traído buena suerte a mi empresa!”
Exclamó Jane feliz.
“¿Estás lista para irnos a Nueva York y hacer brillar a nuestro nuevo talento?”
Merybeth la miró con gran sorpresa.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar