Alquilando una mamá -
Capítulo 154
Capítulo 154:
Anthony bajó a la sala a cenar, estaba mejor y no había vuelto a tener fiebre. Amanda llevó a Lucy a la cama y se quedó con la niña un rato. Después se fue a su cuarto y trató de dormirse temprano. Se daba vuelta de lado a lado tratando de dormir, pero no lo lograba; miró la hora y eran las dos de la madrugada, se levantó y fue hasta la cocina a tomar un té, y se quedó allí pensando. Anthony entró a la cocina y vio a Amanda sentada, que no lo notó y continuó pensativa. Él la llamó y ella se asustó.
“Hola, disculpa” dijo Amanda.
“¿No tienes sueño?”
“No, ¿Y tú?”
“No, vine a tomar agua.
Amanda tomó su té y Anthony sacó agua de la nevera, él estaba apoyado en el fregadero mientras que ella estaba en la mesa mirando la taza”.
“¿Qué vas a hacer este fin de semana?” preguntó el joven.
“Creo que me quedaré en casa, no tengo ningún plan para mañana, pero Cindy dijo que ya se le ocurriría algo para hacer. El domingo me quedaré en casa y a la noche saldré con ella.
“Lo suponía…” respondió Anthony en voz baja. Está bien”.
“El lunes vendré temprano, quiero llevar a Lucy a la escuela”.
“Bueno”.
“¿Estás mejor?”
“Sí”.
“Qué bien.
Ella terminó su té y lavó la taza, Anthony siguió apoyado en el fregadero y no se movió, ella se secó las manos y salió de la cocina. Él respiró hondo y subió a su cuarto. Al día siguiente, Amanda se despertó temprano y se fue antes de que alguien más se despertara, sería difícil despedirse de Anthony porque ahora era una criada más. Tomó un taxi y se fue a su casa. Cuando llegó, notó que la casa no se veía muy bien así que se puso a limpiar.
Cindy tocó el timbre y entró.
“Hay olor a comida”.
“Amiga, no te invito a pasar porque ya entraste. Llegué temprano así que decidí limpiar la casa y hacer el almuerzo”.
“Me muero de hambre”.
“Hay café y pastel.
“Genial.
Fueron hasta la cocina y se sentaron a desayunar”.
“¿Y tú cómo estás?” preguntó Cindy.
“Bien”.
“Me estás mintiendo”.
“Anthony ya no sabe lo que quiere” dijo Amanda con una sonrisa. Sé que ahora tiene otros problemas, pero siento que me está alejando de él poco a poco. Hoy lo escuché mientras hablaba con una mujer. Creo que el domingo tiene una cita. No sé, todo es tan confuso, no sé qué hacer y esta espera me está matando. El otro día lo besé y sentí que no quería besarme”.
“Va a una fiesta en casa de Larissa, llamó a Ken y yo llegué a tiempo para escucharlo. Dale un tiempo para que piense y lo resuelva, pero no dejes de vivir. Salgamos a divertirnos, te vendrá bien olvidar un poco todo esto”.
“¿Qué vamos a hacer hoy?”
“¿Qué tal si vamos de compras?”
“Realmente lo necesito. Vamos”.
“Me voy a arreglar”.
“Está bien.
Cindy se fue y Amanda fue a darse una ducha. Se encontraron afuera y Cindy llamó a un taxi. Llegaron al centro comercial muy emocionadas, Amanda pagó el taxi y fueron a las tiendas, eligieron algunas prendas y se las probaron, pasaron el día viendo ropa hasta cansarse. Amanda se dirigió a una tienda y Cindy jaló de la mano de su amiga para ir a otra. Por el tirón de Cindy, Amanda se chocó con un hombre que la ayudó a no caerse al suelo. Sus miradas se encontraron. Amanda se enderezó muy avergonzada mientras que Cindy solo se reía y el hombre la miraba serio.
“Le pido disculpas, señor. Fue sin querer”.
“No hay problema, ¿Estás bien?”
“Sí, gracias por ayudarme y lo siento de nuevo”.
“Perdón por la falta de modales, me llamo Talles”.
“Encantada de conocerte. Soy Amanda y ella es mi amiga Cindy.
“Un placer, Talles”.
“Encantado de conocerlas, hasta otro momento. Y ten cuidado de no tropezarte otra vez”.
“Gracias.
El hombre se fue sonriendo y Amanda siguió mirándolo”.
“¿Qué fue eso, amiga?”
“Tu culpa, qué vergüenza”.
“Fue divertido, me alegro de que un ángel te abrace así”.
“¿Te parecía guapo?”
“Guapo no es suficiente, ese hombre es perfecto”.
“Hay que ver las cosas que dices… Vámonos, me duelen los pies”.
“Vamos.
Se fueron a la casa de Amanda. Cindy estuvo todo el camino riéndose de su amiga. Llegaron cansadas y dejaron las bolsas en el piso, Amanda calentó el almuerzo y las dos se sentaron a la mesa. La tarde pasó rápido y se acostaron a descansar. Luego Ken llamó a Cindy y las invitó a un bar. Las dos amigas se vistieron y él las pasó a buscar.
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