Alquilando una mamá
Capítulo 137

Capítulo 137:

Amanda estaba dormida en la sala cuando sonó el timbre y se despertó. Cindy miró por la mirilla y vio quién era, así que le dijo a su amiga que se fuera a la habitación y abrió la puerta”.

“¿Dónde está Amanda? Vine a buscarla” anunció Anthony.

“No tienes vergüenza” dijo Cindy con desprecio.

“Quiero hablar con ella”.

“No le hablarás, no la verás, no la tocarás ni tampoco la olerás, ¿No entiendes que no quiere verte? ¿O crees que es un títere que hará todo lo que le pidas? Ah, se me olvidaba: cierto que debe seguir tus reglas, ¿Verdad? ¿Le ordenarás que salga?”

“Cindy, no quiero discutir. Sé que me equivoqué, solo quiero que hablemos y enmendar mi error. Déjame verla”.

“No, no la verás. ¿Sabes en qué estado estaba cuando llegó? ¿Sabes cuánto sufrió y lloró? No, no lo sabes y nunca lo sabrás. No dejaré que la sigas lastimando. Vete”.

“No me iré de aquí hasta que no hable con ella”.

“Te vas a ir, de eso puedes estar seguro. Hazlo de una buena vez o llamo a la policía”.

“No serías capaz”.

“¿De verdad crees eso? ¿Quieres probarme? Puedes ser tan importante como quieras allá afuera, pero esta es mi casa y aquí mando yo. ¿Viste que Amanda saliera a verte? No, porque no quiere hacerlo. Vete, porque sabes que no bromeo”.

“Qué demonios, Cindy. Tan solo quiero arreglar mi error, déjame hablar con ella”.

“A juzgar por la marca en su brazo, es muy posible que te detengan por violencia, ¿Eso es lo que quieres?”

Tras oír eso, el hombre se fue furioso a su auto. Cindy cerró la puerta y Amanda fue a abrazarla.

“Gracias, gracias por ayudarme” dijo llorando.

“Se metió con la persona equivocada. ¡Pobre de él si intenta venir aquí de nuevo!”

“Creo que entendió el mensaje”.

“Pediré una pizza, ¿Te parece?

Amanda aceptó, así que su amiga llamó por teléfono e hizo el pedido, que llegó en muy poco tiempo. Mientras comían, la joven se tranquilizó un poco, pero sus ojos seguían llorosos y no paraba de pensar en Lucy, así que Cindy intentó distraerla.

Por otro lado, Anthony condujo hasta su casa a gran velocidad, totalmente enfurecido. Entró dando un portazo y sus padres se asustaron al verlo caminar de un lado a otro, nervioso. Sabrina se levantó y fue hacia él.

“¿No quiso venir?” le preguntó.

“Cindy no me permitió verla. Me amenazó con llamar a la policía si no me iba. Al parecer, a Amanda se le puso morado el brazo y podrían denunciarme. Ella no quiso ni salir a verme, perdí a mi prometida”.

“No sirve de nada llorar por la leche derramada. Ella tiene sus razones para no verte, así que respeta sus tiempos”.

“¿Cómo haré para estar sin ella?”

“Aprende la lección, respétala y dale espacio para pensar con tranquilidad. Sé paciente porque tú originaste todo esto”.

“¿Y si me deja? No va a querer casarse conmigo”.

“No lo hará. No la persigas más y déjala en paz”.

“Ve a descansar” intervino Geoffrey. Ella necesita algo de tiempo para volver a casa. No abandonará a Lucy y sus cosas siguen aquí”.

“Bien. Trata de hablar con ella, madre” pidió él.

“De acuerdo, ve”.

Anthony subió a su habitación y sus padres se quedaron preocupados. Sabrina intentó llamarla de nuevo, pero Amanda seguía sin contestar.

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