Capítulo 722:

En los últimos segundos, el vehículo descendió a las profundidades del océano.

Posteriormente, se produjo una tremenda explosión. Al instante, sólo las llamas ascendieron hacia el cielo.

Matteo observó a Raegan, impresionado por su profunda tristeza.

Desde el incidente, Raegan insistía en que Mitchel seguía vivo.

Para Matteo, Raegan disfrazaba su profunda desesperación con esperanza.

Cuando terminó la grabación, Alexis abandonó el fingimiento de pena y exigió con severidad: «Después de presenciar esto, ¿aún te atreves a afirmar que Mitchel no está muerto?».

Raegan parecía al borde de las lágrimas. Pero recuperó rápidamente la compostura cerrando brevemente los ojos. Cuando los volvió a abrir, había desaparecido todo rastro de lágrimas.

«No hay pruebas de su muerte», afirmó Raegan, con tono resuelto. «Sólo la explosión, nada más».

Alexis hirvió de rabia. ¿Acaso la enorme explosión y la persona en el coche no eran prueba suficiente de la muerte?

Los demás presentes también se esforzaban por comprender. ¿Cómo podía alguien sobrevivir a semejante escenario?

Raegan presentó entonces un aviso oficial de desaparición de la policía, declarando con firmeza: «Está desaparecido, no se ha confirmado su muerte».

Alexis estaba a punto de estallar de furia. Era evidente que Raegan había estado esperando su momento con la intención de interrumpir el proceso.

La policía había determinado que, tras huir, Lauren orquestó un ataque de represalia que provocó la muerte accidental de Mitchel. Alexis, actuando como padre de Mitchel, no puso objeciones y firmó inmediatamente los documentos para concluir el caso.

Tras la conclusión del caso sin contratiempos, Alexis convocó una rueda de prensa. Inesperadamente, Raegan apareció con una denuncia de desaparición.

Alexis, consumida por la furia, exclamó: «¡Basta de tonterías! Mi familia ha aceptado la situación. ¿Qué autoridad posee una ex cónyuge abandonada como tú para intervenir?».

Esto constituyó una agresión personal directa.

Al tachar a Raegan de ex cónyuge abandonada, Alexis trató de socavar su credibilidad, insinuando que sus afirmaciones obedecían a intenciones ocultas. Su insinuación era inequívoca. El único interés de Raegan era obtener beneficios económicos.

Sin inmutarse, Raegan presentó el testamento y preguntó con frialdad: «¿Es suficiente?».

Un abogado se adelantó entonces para anunciar la lectura del testamento de Mitchel, confirmando la autoridad de Raegan para salvaguardar los intereses de Mitchel.

La furia de Alexis contorsionó su rostro. Había orquestado un acuerdo clandestino con Katie, en el que se estipulaba la división de la herencia de Mitchel por la mitad debido a las sustanciales aportaciones de Katie, junto con la transferencia encubierta de las acciones a ella. Sin saberlo, Mitchel ya había hecho testamento.

En un nuevo golpe, Raegan afirmó: «Mitchel es el padre biológico de mi hijo». Sin pruebas concluyentes de su fallecimiento, tengo derecho a continuar mi búsqueda».

El público estalló en asombro al descubrir que, además del hijo nonato de Katie, Mitchel tenía otro hijo.

Raegan reconoció que enfrentarse a Alexis, junto con Henley y Katie, supondría un reto formidable. Sin embargo, reconoció la formidable influencia de la opinión pública. Con una hábil gestión, podría obligar a Alexis a proceder con cautela y evitar acciones manifiestas, ganando así tiempo para su investigación.

Encontrándose con la mirada de Alexis con serenidad, Raegan comentó: «Señor Alexis Dixon, aunque su dolor pueda estar ausente, su decisión de difundir públicamente las últimas imágenes de Mitchel antes de su desaparición como prueba de su fallecimiento plantea la cuestión de sus motivos.»

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