Capítulo 570:

Sus miradas se encontraron en el turbio resplandor del cuarto de baño. Y Jarrod vio el odio indisimulado en los ojos de Nicole. Por la forma en que lo miraba, era como si quisiera arrancarle la carne de los huesos. Fue entonces cuando Jarrod se dio cuenta de que era la verdadera Nicole, sin disfraces ni fingimientos.

La aversión de Nicole por Jarrod era tan pura y decidida como podía ser, un fuego envolvente que no dejaba espacio para la incertidumbre.

La sonrisa de Jarrod era como un faro de distante diversión, que iluminaba sus labios con una mezcla de encanto y picardía. «Bueno… ¿Ese es el tipo de mirada que le das a alguien a quien quieres matar?».

Nicole ya no tenía pelos en la lengua. No era como si Jarrod no supiera que ella lo odiaba. «¿Qué otra cosa podría ser?» Nicole replicó fríamente. «¿Esperas que te mire con cariño como si estuviera enamorada de ti? Estoy enamorada de la idea de que estés a dos metros bajo tierra».

Jarrod alargó la mano y le acarició la barbilla con el dedo índice. Frunció ligeramente el ceño y dijo: «Siempre eres desafiante. Dime. ¿Cómo te gustaría que te castigara?».

Nicole le quitó la mano de encima y se burló: «¿Crees que aún puedes intimidarme? Será mejor que muera antes que ceder ante un hombre como tú».

«¿En serio?» replicó Jarrod, y su voz adquirió un tono más oscuro. Se llevó la mano a los labios, sin apartar los ojos de ella. «Nicole, no me provoques. Ya conoces las consecuencias», dijo en voz baja, con un toque de amenaza en su voz.

Pero Nicole no mostró ningún signo de miedo. Al contrario, se enfadó más y le espetó: «¿Qué crees que estás haciendo?».

«Saciar mi sed», respondió Jarrod sin rodeos. No buscaba su ayuda para bañarlo. Siendo un hombre con unos deseos tan feroces, los años de abstinencia le estaban pasando factura. Necesitaba saciar su sed, de un modo u otro.

La temperatura del agua de la bañera seguía siendo alta, pero el cuerpo de Jarrod estaba aún más caliente. Era como un horno que amenazaba con consumirlos a ambos.

Nicole se sorprendió por un momento. No esperaba que él dijera algo así descaradamente. Sintió tanto asco que le entraron ganas de vomitar.

Jarrod le apretó aún más la mano y le dijo con voz ronca y seductora: «Quédate quieta. No te penetraré».

La tensión en el cuarto de baño se hizo más densa. Nicole era como una marioneta, siguiendo las palabras de Jarrod. Afortunadamente, él cumplió su promesa y no la penetró.

Un gruñido bajo brotó de su garganta. Estaba tan abrumado por su deseo que no pudo evitar morderle suavemente el cuello. Le besó el pelo y le susurró suavemente: «No nos peleemos más. No tienes que corresponderme. Pero, por favor, permíteme amarte y quererte. Démonos una oportunidad».

Nicole estaba totalmente sorprendida. ¿Cómo podía Jarrod ser tan ridículo? Por un momento se quedó sin palabras.

Jarrod pensó que ella había asimilado sus palabras y añadió en tono tranquilizador: «Nicole, escúchame. Te querré como tú me has querido antes.

Dame la oportunidad de demostrártelo. Aún tenemos una larga vida por delante. Podemos ir paso a paso».

Con una dulzura que no era propia de él, Jarrod le hizo una sincera súplica a Nicole.

Nicole no pudo evitar una risita ante sus palabras. ¿Una larga vida? ¿Un paso cada vez? ¿De dónde demonios había sacado Jarrod la osadía de decir esas palabras? Después de pisotear su dignidad, menospreciar su autoestima y conspirar para matar a su familia, ¿por qué no le parecía fácil decir esas cosas? ¿Cómo se atrevía a engatusarla así?

El silencio de Nicole hizo creer a Jarrod que estaba considerando sus palabras.

No la abrazó tan fuerte, sino que la abrazó por detrás, aspirando su aroma.

A Jarrod le aterraba la idea de perder a Nicole. Consciente de su intención de hacerle daño, seguía sintiéndose irresistiblemente atraído por ella.

Jarrod no tenía ni idea de lo que era el amor. Sólo en presencia de Nicole lo sentía, pero lo echaba de menos.

Admitía sus errores y las consecuencias, pero no podía soportar soltar a Nicole. Era despiadado. Sólo la muerte podía impedir su persistencia. El amor de Nicole no era necesario para él. Su amor por ella era suficiente.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar