Yo soy tuya y tú eres mío
Capítulo 282

Capítulo 282:

Se quedó sin palabras porque no podía explicar lo que acababa de hacer.

Su reacción instintiva fue proteger a Nicole. Pero no esperaba que Nicole abofeteara a Jamie.

Sus ojos fríos se volvieron oscuros. Miró al guardaespaldas y le ordenó con firmeza: «Arrástrala al coche».

Al oír esto, el guardaespaldas metió a Nicole en el coche a empujones.

Jamie protesto: «Jarrod, ¿que estas haciendo? Os apuñaló a ti y a Howe. Y ahora me ha abofeteado a mí. ¿Cómo puedes dejar que se vaya? Ella no puede irse. Debo lidiar con ella».

Jamie se sintió agraviado, pensando que Jarrod estaba siendo injusto.

Jarrod pareció darse cuenta. La engatusó con voz suave: «Vale, deja de llorar ya. Deja que yo me ocupe de esto, ¿vale? Ve al coche y aplícate la medicina en la cara».

Jamie sabía que la situación era un poco complicada. Había oído que Nicole había llamado a la policía. Sin embargo, su boda con Jarrod estaba a la vuelta de la esquina. Ella sabia que Jarrod nunca dejaria que Howe se metiera en problemas.

Así que Jamie se tapó la cara y dijo resentida: «Jarrod, no puedes dejar que se vaya así como así».

Jarrod consoló suavemente a Jamie, dándole palmaditas en la cabeza mientras la guiaba hacia el coche.

Luego, subió al coche donde estaba Nicole. Su atractivo rostro se ensombreció.

El guardaespaldas ató a Nicole a la base del asiento del coche. En cuanto Nicole vio subir a Jarrod, lo miró con fiereza, como si quisiera tragárselo vivo.

Jarrod se acomodó despreocupadamente frente a Nicole. No parecía importarle la reacción de ella. Se limitó a observarla con pereza.

Al cabo de un rato, dijo: «Sabes lo que hay que decir delante de la policía, ¿verdad?».

Nicole le miró a los ojos y dijo con voz llena de furia: «Ni se te ocurra. La policía llegará en unos minutos. Aguantaré hasta el final para asegurarme de que ese monstruo acaba en la cárcel».

«¿En serio? ¿Crees que tienes elección?»

Jarrod mantuvo la compostura. No se inmutó por sus palabras. Un encanto perverso parecía danzar a su alrededor, acentuado por las manchas de sangre de su pecho.

Nicole preguntó de pronto: «Jarrod, ¿has olvidado lo que dijiste en el hospital?».

Las cejas de Jarrod se fruncieron con fuerza.

Al ver su reacción, Nicole le recordó: «Prometiste que si averiguabas quién estaba detrás de las torturas que recibí en el centro de detención, me pondrías las cosas claras. Esa persona es Howe».

Momentos antes, Howe estaba tan excitado que soltó la lengua. De su boca salió directamente que Nicole tuvo suerte de que esas dos mujeres del centro de detención no la mataran. De lo contrario, no habría podido torturarla hoy.

Nicole le preguntó a Howe si tenía algo que ver con esas dos mujeres. Y él lo admitió sin dudarlo.

Howe pensó que no había problema aunque se lo confesara a Nicole. Después de todo, Jarrod sin duda lo encubriría. ¿Qué podía hacer ella?

Nicole se volvió para mirar a Jarrod. Y al ver su expresión de sorpresa, se burló: «Así que ya sabías que había sido él. Qué ridículo».

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