Yo soy tuya y tú eres mío -
Capítulo 1668
Capítulo 1668:
El hombre se quitó el pañuelo de la cara y se lo enrolló en la mano. «Es más fácil tratar contigo cuando estás abatido», dijo, con voz fría y amenazadora.
Jamie, débil y dolorida por la patada, pensó que quería su cuerpo. Había sobrevivido vendiéndose durante años. «¿Quieres acostarte conmigo? Puede hacer lo que quiera, Sr. Bates. Diviértase».
Para su sorpresa, el hombre soltó una risa fría y burlona.
«¿Acostarme con usted?» El hombre se cernió sobre ella, su voz destilaba desprecio. «¿Te crees digna? Yo no me degrado con mujeres asquerosas como tú».
Jamie estaba a punto de preguntarle que pretendia hacer cuando sus ojos se abrieron de repente. Su mente se estremecio al darse cuenta. «¡Te conozco! Oh Dios mio, eres tu!» exclamo.
Jamie senalo al hombre con los ojos llenos de reconocimiento y disgusto. «Usted es el abogado, ¿verdad?
Jamie recordaba haberlo visto antes: era el abogado que había representado a Nicole. Habia visto a Rhett en la television y recordaba haberlo visto cuando habia seguido a Nicole.
Jamie se sorprendio al descubrir que el aparentemente refinado Sr. Bates se habia escondido a plena vista, disfrazado de persona normal.
Siempre habia percibido a Rhett como un intelectual, no como alguien capaz de la violencia o la confrontacion fisica. Pero ahora, cuando sus ojos se abrieron de golpe, se dio cuenta de lo equivocada que estaba.
Miró a Rhett, suplicante. «Por favor, haré lo que sea. Sólo…»
«¡Shh!» Rhett la hizo callar bruscamente, llevándose el dedo a los labios en un gesto agudo y amenazador.
Ese único «shh» hizo que un escalofrío recorriera la espina dorsal de Jamie. Se puso rígida de miedo, con la piel resbaladiza por el sudor frío, las gotas de transpiración resbalándole por la cara como lágrimas. Se le quedó la voz en la garganta.
Los labios de Rhett se curvaron en una leve y siniestra sonrisa. Luego, con un movimiento rápido y mortal, un destello de acero brilló en su mano, seguido de un ruido sordo al golpear.
«Hola, me llamo Rhett».
«¡Ah!» Jamie lanzó un grito espeluznante que atravesó el cielo.
El primer golpe no alcanzó sus órganos vitales, pero el dolor seguía siendo insoportable, dejándola sin aliento y tambaleándose.
Entonces, Rhett golpeó de nuevo, buscando con su espada los huecos vulnerables entre sus costillas. El afilado acero se deslizó con deliberada y agonizante lentitud, cada centímetro una nueva tortura, haciendo que Jamie aullara de agonía.
La voz de Rhett era inquietantemente suave mientras susurraba: «Aquí es donde se unen las articulaciones de las rodillas. El siguiente punto serán las articulaciones del tobillo. El dolor será… distintivo».
«Pero… ¿por qué?». La voz de Jamie apenas era audible, un susurro débil y áspero que se esforzaba por escapar de su garganta reseca.
«No todo en la vida tiene una respuesta clara, Jamie. Al igual que tus malas acciones del pasado quedaron impunes, el universo imparte su propia justicia. Es simplemente una cuestión de causa y efecto, un balance del karma. Debes comprender que el principio sigue siendo el mismo -dijo Rhett mientras volvía a golpear, y su espada atravesó las articulaciones de la mujer con precisión, cortándole los tendones y dejándole las extremidades inertes.
Jamie gritó de agonía, pero Rhett no mostró ninguna emoción, perdido en sus propios pensamientos oscuros.
«Estuve a punto de hacerme médico forense, fascinado por la anatomía, pero la abogacía pagaba mejor. Elegí la forma más rápida de ganar dinero -habló Rhett despreocupadamente, como si charlara con un amigo, a pesar del horror de sus actos.
Jamie gemía de dolor. «¡Prometiste liberarme si mataba a Jarrod! Mentiste. ¿Por qué?»
«Sí, eso dije, pero…». La espada de Rhett cortó sus articulaciones con calculada precisión. «No confío en ti», continuó, su voz carente de emoción.
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Nota de Tac-K: Holaaa, lindas personitas, perdón por tan pocos capítulos, el día lunes terminamos la novela y subiré entonces todos los restantes, tengan un lindo fin de semana, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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